INCORDIO [XiuHan/LuMin] FINALIZADO

IV.- «El significado de una sonrisa.»

El último viernes de mayo se juega el primer partido del campeonato inter-escolar anual, quedando como vencedores por tan sólo 1 a 0, pero vencedores al fin y al cabo.

Es la primera vez que LuHan descifra las sonrisas de MinSeok, las que son miles, por cierto.

Mil formas de sonreír y cada una con distinto significado.

LuHan ha descifrado algunas, no todas, pero quizá la gran mayoría.

Esa, por ejemplo, la que tiene el muchacho cuando avanzan a los octavos de final, es de alegría neta, regocijo y felicidad, por ver la siembra de su cosecha. Un impresionante gol de media cancha que aumenta la admiración y el respeto del resto (sobre todo de LuHan) hacia su capitán.

Es algo positivo, se piensa entonces el alto. Porque los misterios que forman a aquel chico de curvados labios, LuHan dispone de todo el tiempo para descifrarle. Calmado y paulatino, preciso y discordante, a veces.

Así que cuando el mayor se le acerca a solas en los vestidores, momentos antes del comienzo del juego, LuHan no tiene vergüenzas ni complejos cuando le tiende al frente una caja de cartón con una gran sonrisa (y de esas sonrisas buenas y amables, suaves y acompasadas, según el diccionario de LuHan.)

—Para ti.

LuHan lo recibe, y no necesita abrirlo para saber lo que es, pero lo abre igual. —No puedo aceptarlo.

—Si puedes, y debes. —MinSeok se lo vuelve a empujar encima, y dándose la vuelta con un suspiro, reza; —Debemos ganar, ¿Sí? Además soy el capitán, es mi responsabilidad, y necesitas correr al máximo hoy. —Le resta importancia; —Están viejas y gastadas, usadas, no nuevas, así que acéptalas, ¿Okay?

Claramente están nuevas y aunque la caja no lleve envoltorio, y la etiqueta haya sido arrancada junto a desechos cordones, LuHan puede notar como los intentos del mayor por dar la apariencia de "usado" fueron un fracaso. Sobre todo con el hecho de que MinSeok calza mucho menos que él.

(Una lástima, tal vez, para el mayor. Aunque no es una lástima en realidad.)

—Okay.

Así que LuHan saca sus propias zapatillas; Esas rotas y agujereadas, estropeadas y deslucidas, y calza las nuevas que le ha regalado su capitán.

—Más te vale que ganemos, LuHan. —MinSeok ríe, y LuHan se ve sonriendo también, porque MinSeok significa en él la única chispa de esperanza para su oscuro mundo, tal vez.

Ya no tiene miedo de aquello, claro está, porque ha aceptado hace mucho su amor silencioso y silente, alimentándose de ensoñaciones, y nocturnas fantasías.

LuHan se pregunta, a veces, si MinSeok también se pasa en vela por las madrugadas, intentando descifrar sus propias sonrisas.

Aunque LuHan es más sencillo, sin embargo. Más fácil y asequible.

LuHan tiene sólo una sonrisa, y esa única sonrisa significa sólo MinSeok.

Su MinSeok.