Capitulo Uno: "Funeral"

333 19 0
                                    

Capitulo Uno

Mi nombre es Madisson y siempre he tenido una vida distinta, cuando tenía tan solo cuatro años, Mi padre Louis Daft, un reconocido detective de la U.C.P (Unidad Criminal Profesional) y su mejor amigo y compañero de trabajo John Gregor, comenzaron una investigación en contra de las 5 familias más poderosas de mi país, Los Hamilton, Williams, Dempsey, Hoffman y como no, El rey de los abusadores la familia Di Stefano. No hay persona en este país que no haya oído hablar de su gran poder controlador.

Un día 31 de diciembre, para mala suerte de los empresarios, todo se sale de control, en vísperas de año nuevo, Paul, el hijo menor de los Dempsey atropella y mata a una joven de 17 años que inocentemente había salido a comprar. La justicia lo absolvió dictando una sentencia de servicio comunitario por tan solo un mes, como si eso consolara a la familia afectada.

El nuevo caso de mi padre y todo su equipo de trabajo era averiguar cómo estos empresarios controlaban todo lo que se les antojaba no solo en nuestro país, sino que también en el extranjero. Jamás pensaron que se encontrarían con una tremenda montaña de secretos y atrocidades, como el de diez homicidios que vinculan a estas cinco familias.

Cuando la investigación ya contaba con el material suficiente para inculpar a Los Di Stefano, Williams y Dempsey. Mi padre y su equipo fueron traicionados saliendo a la luz el tema de su investigación. Los empresarios rápidamente tomaron represalias siendo su venganza secuestrar y matar a mi madre.

Intentaron intimidar a mi padre, pero él con su corazón destrozado logró cerrar el caso con lo que tenía, dando como resultado una pena de 35 años para los tres involucrados.

Los demás socios de las empresas tomaron riendas en el asunto y sustituyeron inmediatamente a los otros dos empresarios que quedaron en libertad.

Las familias de los cinco inculpados les dieron la espalda, para de alguna manera limpiar el nombre de la familia.

Y fue así como los primeros cuatro años de mi vida viví en muchos lugares, cada cierto tiempo teníamos que cambiarnos de país, ya que, a pesar de que los señores Hoffman y Hamilton, quedaran en la ruina, se sabía que no se quedarían tranquilos en su desgracia.

Solo tuvimos dos años de tranquilidad, ya que un triste día, el mundo policial volvió a estar de duelo, los Detectives Gregor habían muerto. Hoffman y Hamilton hicieron un pésimo trabajo al tratar de no dejar huellas, siendo un éxito para la policía poder inculparlos.

Antes de separarse mi padre con su amigo John hicieron una promesa que quedó estipulada en el contrato que firmaron para el caso empresarios, la cual decía que si algo le pasaba a uno de los dos el otro se haría cargo de su familia.

Según los noticiarios, el cuerpo del pequeño no había aparecido, ya que, la avioneta en la cual viajaban cayó muy cerca del mar, pero mi padre sabía que su amigo no habría expuesto a su hijo, por eso no se rindió en la búsqueda de Ryan Gregor, aunque tardo tres largos años en encontrarlo, sus padres lo habían registrado en un orfanato con otro nombre.

Desde que Ryan comenzó a vivir con nosotros siempre se comportó muy tranquilo, la primera vez que llego a casa me miró por largos minutos y después solo hizo como si yo no existiera. A lo largo de estos once años solo me ha dirigido la palabra cuando mi padre le pedía que me diera algún recado, o la grandiosa vez que me defendió en la escuela del idiota de un compañero.

Siempre quise saber de él, conocerlo más, pero nunca me dio la oportunidad, me gustaba observarlo cuando estaba con mi padre o sus amigos, era como si cambiara de personalidad a un muchacho normal y hasta podría decir que alegre, con mi padre se entendían muy bien aunque hablaban muy poco. Siempre justifique su rara actitud debido al sufrimiento que arrastra de su niñez, cabe mencionar que sus años en el orfanato fueron un infierno y eso lo marcó demasiado, no tuvo tiempo para reponerse de la muerte de sus padres, su única familia.

*************************

Hoy estoy en el cementerio, a tan solo un mes de casarme, mi novio Fabio me tiene abrazada fuertemente mientras Ryan da su discurso sobre el gran hombre que fue mi padre, creo que jamás lo había oído decir algo tan largo en frente de mi aun cuando su discurso duró como máximo dos minutos.

Hace unas semanas se reabrió el caso de Di Stefano, con muchas probabilidades de que salga antes de prisión, y eso hizo que la enfermedad de mi padre empeorara, reduciendo el tiempo que los médicos habían diagnosticado.

Adelanté la boda con la esperanza de que mi padre pudiese estar conmigo y entregarme en el altar, sé que con mis 20 años soy muy joven para casarme pero la ocasión lo ameritaba y Fabio estaba dispuesto a dar este gran paso conmigo, o eso creía yo.

Sé que la muerte de mi padre seria la excusa perfecta para cancelar todo, pero estoy enamorada y no quiero quedarme sola en casa. Ryan se irá al país donde viven sus abuelos, quienes son dueños de un gran imperio y desde que se enteraron de que estaba vivo han intentado que viva con ellos. El Padre de Ryan no tenía contacto con su familia debido a que nunca lo apoyaron en la elección de su carrera, su abuelo esperaba que su padre se convirtiera en su gran heredero, pero John jamás tuvo interés alguno.

Hace dos noches atrás mi padre ya no reaccionaba, los dolores eran terribles, pero aun así, con mucho esfuerzo se despidió de nosotros. La tristeza que había dentro de su habitación haría llorar a cualquiera que se ganase a mirar. Aun puedo ver claramente sus ojos antes de que se cerraran definitivamente después de que con voz agonizante le dijera a Ryan:

-Hijo mío, jamás he sido capaz de exigirte algo, siempre he respetado tus limites, también conozco tu buen corazón y lo que guardas en él, es por esto que me tomo el atrevimiento de pedirte que jamás te apartes de Madison, ustedes han sido lo más lindo que me ha pasado en esta vida y no podría descansar en paz sabiendo que se convierten en unos extraños, cuídala y protégela si es que alguna vez alguien intenta dañarla, también cuídate tú y yo los protegeré donde sea que me encuentre.

-No te preocupes por eso, jamás dejare de preocupare por ella y si es necesario protegerla con mi vida, lo haré. Hiciste un buen trabajo, nuestros enemigos están tras las rejas y allí permanecerán... te quiero Louis.- su voz se quebró y sin previo aviso una solitaria lagrima bajó por su mejilla.

Aquel día algo se removió dentro de mí al escuchar la respuesta de Ryan, pero no he vuelto a pensar en ello.

De pronto los llantos me hicieron volver a la cruda realidad, sacándome de mis recuerdos, mi padre era una persona muy querida y a pesar de ser una pequeña familia en este día estábamos acompañados por varias personas que se sentían agradecidas con mi padre. El ataúd comienza a descender y siento que las fuerzas me abandonan, lagrimas ya no me quedan, realmente no puedo soportarlo mi padre, mi gran apoyo, quien dio todo por mí, mi amigo, mi compañero de risas y tristezas, testigo de todas las alegrías que he tenido en mi vida, baja a donde no lo puedo acompañar.

Un cálida mano se posó en mi hombro mientras Fabio me abrazaba, sorprendida fije mi mirada en aquellos ojos que por primera vez destilaban algo más que indiferencia, en ellos había comprensión, pena, empatía y ¿cariño? El sonido sordo que provoco el ataúd al tocar fondo contrajo mi corazón y sin poder evitarlo me desvanecí, la pena y el cansancio de todos estos días fúnebres me pasó la cuenta. 

Corazón en Bruto (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora