Psiquiatra

cap. 5 Calma?

Harry parpadeo incrédulo al ver como se llevaban al chico a rastras. No sabía que harían con el, según diagnóstico primerizo estaba claro que era esquizofrenia, aun tenía esperanza que fuera un error. Camino atrás de los guardias que iban rápido y con fuerte agarre, vio que empujaban al chico a una celda y tomaban sus macanas preparándose para golpear al ojiazul, uno de ellos fue el primero en impactar el objeto en la espalda del chico, haciéndolo gritar.

- ya basta - dijo Harry quitando a ambos. - ¿que les ocurre? - gruñó.
-el no esta consiente de lo que hace, sufre de esquizofrenia y no pueden golpearlo así - los guardias lo miraron enojados, no podían hacer nada, era el hijo del jefe. - estas bien- preguntó preocupado.

- me duele - lloro Louis ya en estado normal, vio los hermosos ojos de Harry y viajó a otro mundo, lleno de amor y pureza. Sus ojos eran perfectos.

- ven te voy a curar, ¿puedes caminar?- el ojiazul asintió, con ayuda de Harry llegaron de nuevo a la clínica privada de Harry. El ojiazul tenía miedo de volver a atacar al mayor, no quería hacerlo pero esa voz lo obligaba. Y no era una voz nada agradable, era terrorífica, la odiaba sin duda alguna, no la quería escuchar de nuevo.

- y-yo no quiero atacarte- susurro mordiendo su labio, la mirada del ojiazul estaba puesta en el suelo, no se diganaba ver al hombre que lo estaba ayudando, no quería ser otra decepción. - pero el me dice que lo haga- murmuró para que aquella voz no lo escuchara, Lou creía que era una personas que lo seguía.

- tranquilo, no lo harás - Harry se pedía que no lo hiciera, le daba un poco de miedo pero sabía que podía tratar de comprender al niño, era tan pequeño, delgado, su piel era tan suave que temía rasguñarla con su simple toque.
Esos ojitos azules transmitían amor puro, paz e inocencia era seguro había un maldito demonio atormentado al pequeño.

- Papa y mama me odian - sollozo sentándose en el sillón que había en la oficina de harry, era de color negro, las paredes del lugar eran blancas con varios posters de tratamientos o aseo personal. Había un sillón pequeño que de seguro era para Harry, en un rincón habían varios juguetes. - Porque tiene juguetes? - Louis pregunto con el ceño fruncido.

- ohhh, veras aquí también se encuentran niños - sonrió el rizado.
- creí que me darían a un niño de paciente - comento tratando de no hacer sentir mal al niño.

-osea que no puedo tocarlos- murmuró observando un oso. - adoro los osos - Harry sonrió, al menos el chico estaba teniendo mas confianza con el, se acercó al oso de felpa que estaba ahí, era rosa con algunos tonos de violeta.
Se lo entregó al niño, lou sonrió feliz de tener el oso en sus manos.

- Es tuyo - harry le revolvió el cabello. Camino hacia el botiquín de su oficina, estaba seguro que solo debería aplicar un poco de crema para que desinflamara. - ¿Sabes? A mi también me gustan los osos de peluche, cuando era un niño tenía muchos - contaba mientras sacaba la crema, lo primero era tomar confianza con el ojiazul, para que en un futuro le contará otras cosas.

- también tuve muchos, bueno aun los tengo pero en el sótano de mi casa, le pedí a mamá que no los botara - Louis levantó su camisa mostrando el moretón que tenía en su espalda.

- es solo un moretón, con esa crema ya no te dolerá tanto - sonrió untando la crema con cuidado.
- mi padre odiaba que jugara con osos, decía que era para niñas pero mamá siempre me compraba mas - rieron los dos. Harry recordaba que amaba hacer rabiar a su padre.

- a veces los padres son bobos - susurro Louis, el amaba a sus padres pero estaba dolido porque lo habían echado a la calle sin nada, no lo dejaron explicar que una voz le había dicho que iba a matar a su hermana, por eso el había atacado al demonio disfrazado de su hermanita.

- no siempre lou, pero casi todo el tiempo si. Yo odiaba que mi papa me tratara como soldado, para todo había reglas. El "no preguntaba" el daba "una orden" odiaba que me diera "ordenes"-

Louis sonrió, se imagino a harry de peque sacándole la lengua a su padre, eso era muy tierno. " idiota " escuchó, se quedo quieto, harry noto cuando el chico se tenso de repente. " Idiota" se ría de Louis.

- dejame- le dijo a Harry quien lo miraba preocupado. - alejate de mi - lo empujo de nuevo, harry no podía negar que estaba asustado. "Matalo"
"Hazlo" "cobarde".

- louis tranquilo por favor - lo intento abrazar.

- dejame - gritaba el castaño  de nuevo.
Harry no sabían aun que clase de esquizofrenia tenia, pero se parecía mucho a la Esquizofrenia Paranoide.

La esquizofrenia paranoide es un subtipo de la esquizofrenia. Es una enfermedad mental  que no conlleva alteración anatómica observable, y cuya principal característica es que afecta a la personalidad del individuo, así como a áreas de su psicología. Sus síntomas se pueden dividir en síntomas positivos (delirios y alucinaciones) y negativos (déficits cognitivos). La enfermedad se caracteriza por trastornos tanto en el área de la afectividad, como del pensamiento.

El estado consciente del enfermo es normal; su actitud psíquica se caracteriza por el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la realidad, manifiesta ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento, influencias extrañas, brujería, etc.) y trastornos de la percepción (en algunos casos alucinaciones de tipo auditivo, en las que «oye» voces amenazadoras o críticas). Las causas pueden ser varias y no se conocen con exactitud. Al parecer, intervienen factores generales, psicológicos y socioculturales.

La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los 15 y 35 años aunque también se dan casos en edad ya avanzada y afecta por igual a ambos sexos. La personalidad se altera de forma gradual o repentina; el contacto con el paciente resulta cada día más difícil y éste se retrae cada vez más en su propio mundo. Es muy difícil distinguir de otras formas de psicosis los síntomas de la esquizofrenia, por lo que existe un rechazo general a usar el término esquizofrenia.

- tranquilo lou, no te quiero medicar, mira podemos jugar con el osito- el pánico estaba invadiendo a Harry, la mirada no era esa dulce, era mas bien una que taba terror. - Pongan la camisa por favor- hablo harry fuerte, los guardias entraron y con agilidad colocaron la camisa de fuerza para evitar cualquier daño que el ojiazul pudiera hacer. - gracias, yo me encargó- susurro mordiendo su labio ya mordisqueando antes.

- sueltame - grito, Louis sentía pánico al sentirse atrapado por esa camisa, estaba ahí indefenso a cualquier abuso.

- Calmate lou - acaricio la mejilla del menor, este se fue relajando poco a poco. - yo no te haré daño cariño- lo abrazo. El ojiazul se tenso de inmediato al sentir ese cariño.
- yo te voy ayudar, eres muy lindo y no mereces que esa persona mala te moleste - Louis sonrió, Harry lo había logrado había calmado a Louis con un hermoso abrazo.