Prólogo

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Estás sola en tu casa. Tus padres acaban de salir a una cena de su trabajo y no volverán hasta muy tarde, por lo cual, estás aburrida. Tomas todos tus cuadernos de colegio y hojeas las páginas buscando alguna tarea que hacer para pasar el rato. No encuentras ninguna.

Tomas tu teléfono con la esperanza de ver a alguien conectado para poder hablar, nadie. Te fijas en YouTube buscando algo que ver, pero todo el contenido es repetido. Bromas absurdas, invocaciones ridículas y sobre-actuadas a no sé qué personaje ficticio, canciones aburridas, entre más cosas.

Revisas en tu librero buscando un libro con el cual pasar el rato, pero ya leíste todo lo que es acorde a tu edad. Los demás libros, son de cuando tú tenías máximo 3 años.

Recorres tu casa buscando algo sucio lo cual limpiar, o por último, algo que ordenar. Pero no encuentras nada.

Te recuestas en el sillón, estiras el brazo a la mesa de café buscando el control de la televisión, lo tomas y la prendes. Cambias los canales buscando algo que llame mínimamente tu atención. Encuentras una película de ciencia ficción, dejas el control de vuelta en la mesita y te acomodas en dirección a la TV.

Te das cuenta de que los parpados te pesan, tu cansancio es tal, que no tienes fuerzas para levantarte y apagar la luz, o ir a acostarte a tu cama. Decides dejar que tu cansancio te gane, y te duermes.

Te despiertas al haber escuchado un sonido de que algo se rompe, parpadeas un par de veces intentando acostumbrarte a la oscuridad. Te levantas para prender la luz, y un gruñido de fastidio sale de tu boca al activar el interruptor y ver que este no reacciona. Sin luz. Por ende, sin internet, y sin televisión.

Por guía de las paredes, vas en busca de tu teléfono para ver la hora. Al llegar a tu habitación, buscas tu teléfono por únicamente, el sentido del tacto. Lo encuentras y lo prendes. Son las 2:27 a.m. Te fijas en la batería, y te das cuenta que tiene 5%. Maldices a todos los dioses, por último, pudiste haber puesto algo de música si te quedaba como mínimo un 20% de batería.

Comenzaste a pensar en distintas opciones para hacer. Son muy limitadas las decisiones que tienes, no puedes salir a cualquier parte, puede pasarte cualquier cosa. ¿Ir a casa de tus amigos? Ni en broma. Ninguno de ellos te recibiría a estas horas.

Te tiras en la cama resignada. Sin ni una pizca de sueño. Comienzas a tararear una de tus canciones favoritas, a pesar de que no cantas muy bien, no tienes absolutamente nada más que hacer. Te quedas un buen rato así, hasta que escuchas un estruendoso ruido en la parte de abajo de tu casa. Te sobresaltas, pegando un chillido y sentándote en la cama. Buscas algo para defenderte, y encuentras un jarrón que está en tu escritorio. Sí, no sería muy efectivo, pero daría un mínimo de tiempo para que puedas escapar. No tienes ninguna fuente de luz en tu casa como para iluminar tu camino, y no quieres llamar la atención de lo que sea que esté allá abajo.

Respiras hondo, y caminas por los pasillos hasta la escalera. Empuñas fuertemente el jarrón y bajas con mucha cautela, buscando al causante de tal ruido. Ves a través de la oscuridad y distingues una silueta frente a la ventana. Comienzas a temblar aún más, sientes un sudor frío caer por tu frente, y deseas por todo lo que existe, de que la silueta no se dé cuenta de tu presencia. O que por lo menos, sea una alucinación. Sigues bajando, hasta que, la escalera rechina. Tu mirada se desvía a la silueta, rogando que no se dé la vuelta. La silueta se gira hacia ti, te mira fijamente por un par de segundos hasta que empieza a correr a la escalera.

El pánico se apodera de ti, pero reaccionas a tiempo y corres a la habitación de tus padres y cierras la puerta con llave. Te apoyas de espaldas contra la puerta intentando calmar tu respiración, hasta que caes al suelo al sentir los golpes de aquella silueta intentando abrir la puerta. Te levantas y te escondes en el armario, rezando para que no te encuentre.

Escuchas el estruendo de la puerta chocando contra la pared, sueltas un chillido y te tapas la boca conteniendo tus gemidos de llanto y tratas de regular tu respiración agitada. Escuchas pasos en la habitación donde estás. Sientes que la puerta del armario comienza a abrirse, te destapas la boca y, cuando está lo suficientemente abierta, saltas encima de tu atacante y le golpeas con el jarrón en la cabeza, dejándolo aturdido. Debido a tu adrenalina y terror, no alcanzas a ver la cara de tu atacante, y corres a la salida al instante. Pero, la puerta principal está cerrada. Sin poder guardar más el terror, golpeas la puerta y gritas para que alguien venga a socorrerte. Te das la vuelta, y te encuentras a tu atacante frente a frente, aquella cara te deja totalmente aterrorizada.

Su piel es increíblemente blanca, sus ojos se ven enormes debido a la falta de párpados, su boca está cortada de oreja a oreja, formando una sonrisa deforme, horrible y ensangrentada, al igual, que su pelo es totalmente negro, con quemaduras y desordenado.

A pesar del terror que te causa aquella figura, reaccionas y corres a la cocina, cerrando la puerta detrás de ti. Tomas un cuchillo de carnicero como arma, solo por si consigue entrar a la cocina.

Estás tensa, sientes los golpes de la puerta, amenazando con que esta, pueda romperse en cualquier momento. Intentas pensar que hacer, giras la cabeza en todas direcciones en busca de un escape.
"La ventana". Intentas abrir la ventana con todas tus fuerzas, pero no lo logras. Tomas el microondas y golpeas la ventana con el objeto, después de varios golpes, logras romperla, tomas el cuchillo, e intentas salir por la ventana. Pero sientes que algo te toma por la pierna.

-¿Qué haces, niña? Aún no hemos terminado.- Te retuerces, intentando soltarte. Tu atacante te arrastra hacia él, y tu inevitablemente, comienzas a gritar y a llorar, e intentas agarrarte de la ventana, pero los cristales restantes te cortan las manos, y por un reflejo las sueltas al instante.
El chico, te toma del brazo y te tira a la pared contraria. Te golpeas fuertemente la cabeza, quedando aturdida. Ves esa figura atemorizante acercarse a ti, buscas con la mirada algo con qué defenderte, a la vez que intentas idear un plan para salvar tu pellejo.

Tu atacante, te toma del pelo hasta la altura de su cara, apuntándote con su cuchillo manchado de sangre, disfrutando tu sufrimiento. Estaba claro que no quería matarte tan rápidamente, quería hacerte sufrir primero.

Estás desesperada intentado buscar un plan para poder escapar, pero el dolor de tu cabeza por el golpe, y el tirón de cabello, no te deja pensar bien. El chico, baja el cuchillo hasta tu abdomen, acercándolo peligrosamente a este. Hasta que, se te ilumina la bombilla.

Aprovechando que estás muy a su altura, golpeas uno de sus ojos, haciendo que te suelte y retroceda un poco. Tomas su cuchillo y se lo clavas lo más profundo que puedes en su pierna. Él se queja de dolor e intenta sacarse el objeto punzante, y tú, aprovechando su debilidad, sales de la casa por la ventana, y ves a lo lejos patrullas de policía. Te das la vuelta para ver a tu atacante, pero, no estaba.

-Señorita- Un policía te toca el hombro, buscando tu atención. Te giras hacia él. Aún intranquila.- Uno de sus vecinos nos llamó diciendo que la escuchó gritar. ¿Puede decirme que pasó?- Las palabras no logran salir de tu boca. No puedes dejar de pensar en su cara ni en las siguientes preguntas: "¿y si vuelve?" "¿y si le hace daño a mis padres?" Simplemente, te causa terror. Desvías la mirada al escuchar tu nombre, son tus padres. Llorando, corres hacia ellos para abrazarlos para no volver a soltarlos. Sintiendo, que no puede pasarte nada si estás con ellos. 

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Uhhhh... He pasado un año intentando escribir esta historia. Pero no me había llegado la suficiente inspiración, y no tenia experiencia en escribir. Ahora no es que tenga mucha, ni que sea la mas pro escribiendo fanfic's. Pero no parece escrito por un niño de 3 años (O eso creo yo).

Básicamente escribo esta historia porque estoy aburrida de los fanfic's heterosexuales de creepypastas. He buscado y apenas encuentro  fanfic's lésbicos. A si que decidí crear este. (Pude hacerlo con otra chica, pero amo a Clockwork <3)

Bueno, sin nada mas que decir, me despido.

Como digas, Maestra -Clockwork x Female Reader (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora