Crónicas de un país en decadencia

Capítulo IV: El conformismo y su fuerza de atracción

Sabes, cuando se dice una mentira mil veces, la gente termina creyéndola. Y en ocasiones, también terminas haciéndolo. Y cualquier persona puede comprobar eso. Sin embargo, para obtener la respuesta correcta, debes preguntar persona por persona, ya que el humano como individuo es consciente, inteligente, cauteloso. Sin embargo, la masa es tonta, inconsciente y sugestionable.

¿Por qué sucede esto?

El conformismo.

Toda persona tiene sueños, metas, logros. Ya sea en el corto, mediano o largo plazo. Sobre todo durante la niñez y la adolescencia. ¿Qué suceden con esos sueños? La propia sociedad está hecha para que tengamos dos caminos. El primero, luchar por los objetivos que se tienen, de tal forma que abandones todo lo que te hace sentir seguro, buscando esos sueños de manera desesperada, pudiendo tomar incluso toda la vida. Ese, es el mal llamado "emprendedor", simplemente porque en la definición de ese término están las palabras "riesgo" y "decisión". El emprendedor es mucho más grande que eso, y no tocaré ese tema, porque de lo contrario este capítulo se tornaría muy largo.

Por otra parte, hay otro camino, el de la masa. El de la sociedad y la búsqueda de la aceptación de todos los que te rodean. Este parece ser el camino más sencillo para seguir, y lo es, créeme, he estado ahí. Sin embargo, por más fácil que sea tiene un costo muy alto, tus aspiraciones. Y no hay valor más alto a pagar por un camino fácil que el criterio propio y los objetivos planteados.

Es lamentable, que de billones de personas en el mundo, sólo unas pocas puedan considerarse millonarias, o que puedan cumplir todas sus aspiraciones. El clásico 80-20, es decir, que el 20 % de la población puede obtener el 80 % de todo lo producido; y por el contrario, el 80 % de la población puede obtener el 20 % de lo producido. Pero no debemos culparnos por no lograr algo. Es la sociedad la que nos ha hecho como somos. Circunstancias, eventos fortuitos, caos, orden. Nos forja como un martillo convierte un lingote de hierro en una espada. Y al mismo tiempo, evita que más posibilidades surjan de mentes creativas, ya que todo lo desconocido nos asusta, por lo que se crea una paradoja de la cual nunca la humanidad podrá salir. Buscamos innovar, pero le tememos a lo nuevo, a lo desconocido.

¿Quizá es por eso que Venezuela no ha podido salir de donde está?

Se crea un conformismo inducido, debido al miedo de las masas a lo nuevo. Y prefieren incluso dejar de comer, que conocer algo nuevo. Algo verdaderamente revolucionario.

Digo, es por esto que, por 18 años hemos aguantado un modelo económico y social que ha distorsionado las bases con las cuales fue forjada la nación, y con o sin intención, hemos ignorado el daño que un grupo (muy reducido) de personas no han hecho. Todo por no estar seguros de lo que podría llegar a ser.

Desde 2014 las tasas de desempleo, locos, indigentes y personas alimentándose de la basura han incrementado exponencialmente. Y mi pregunta es, ¿A estas personas en verdad les gusta comer basura o vivir en la calle? No creo lógicamente posible esto. Entonces, ¿por qué no se hace algo? ¿Por qué, ellos que están pasando por lo peor, no hacen algo?

La respuesta está en las personas. Es decir, un indigente puede sentarse en una calle a pedir dinero, y esperar, hasta que con lo que haya reunido pueda comprarse algo. Él pensará: No hago nada, me dan dinero y estoy comiendo. He cumplido. Si no se le da dinero a este indigente, ¿qué hará? Buscará la forma de comer. Por simple suposición, podría decir que empezará a robar y lo arrestarán, por lo que tendrá un techo y comida segura por un tiempo. Pero, ¿no es mejor, crear una sociedad que permita a estas personas trabajar, y que con su esfuerzo puedan labrarse un futuro? Es cuestión de cultura, ya que mi conocimiento me hace pensar que todas las personas tienen las mismas oportunidades, pero hay unos que las aprovechan y otros que no. Sin embargo, la sociedad actual no piensa igual. Ella discrimina y atropella a todo lo que se encuentra fuera de su circunscripción.

Es por esto señores, que para lograr un futuro, un país con futuro. Se debe cambiar la cultura oportunista y conformista, por una de oportunidades y meritocracia. Que enseñe a las personas a pescar, y no a darles un pescado.