Capítulo 11

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Lunes de escuela, desesperante y torturante como el anterior. No se había visto ni texteado durante el fin de semana, aún más torturante. 

Camila tomó el desayuno y después camino a la escuela -como lo hacía cada mañana de clases- iba caminando a un paso tranquilo, tenía tiempo de sobra para llegar a tiempo a la escuela; todo estaba en quietud y tranquilidad hasta que sintió una mano invadir la suya y entrelazar sus dedos. No necesitaba voltear a ver o siquiera preguntar quién era, la respuesta era clara; una ojiverde la vio directo a sus ojos.

-Buenos días, Camila- su sonrisa era inigualable 

-Ahora lo son Lauren- le sonrió de vuelta y ahora había dos corazones acelerados 

No se soltaron para nada, el camino era tan ameno que simplemente hacerlo causaría que el universo colapsara y explotara; tampoco es como que estuviera en sus planes soltarse, porque de verdad se sentía fabuloso, por lo menos lo fue hasta que llegaron al salón de la morena.

-Ten un grandioso día, Camz. Pasare por ti al terminar la escuela, quiero que vengas conmigo y no hay "no" como respuesta- Dijo Lauren sonriendo 

-Estare esperandote hasta que vuelvas- la sonrisa que tenían ambas era radiante

-Eso espero- dijo al final, para después soltar su mano, y sentir una especie de vacío realmente desesperante, porque ambas deseaban correr a la otra y no soltarse más el tiempo que la vida lo permitiera. Entonces, ante todo pronóstico, Lauren le dio un beso tan cerca de los labios que terminó por derretir a la castaña -Te veré más tarde- dijo Lauren con una sonrisa

Camila no dijo más, porque realmente no podía, entró a su salón y se dejó caer en la silla en un suspiro, sin imaginar cómo podría estar Lauren en ese momento.

Lauren prácticamente había llegado a su salón flotando... o al menos así se sentía. El contacto con la piel de Camila sobre sus labios la había atontado, y no había más que hacer más que esperar torturantemente a que las horas pasaran, porque no compartían el almuerzo y claramente ninguna clase, ni las optativas, porque mientras Lauren entrenaba softball, Camila se dedicaba a bailar y era entretenido para ambas, pero justo este día era torturante.

Fueron las ocho horas más torturantes que alguna vez hayan experimentado alguna de las dos, por lo menos en cuestión de esperar por algo fabulosos ¿o no?... ya veremos 

Al salir, ahí estaba Lauren, con una sonrisa y una mano tras la espalda; Camila sintió una vez más que su corazón se detenía y se acelera a la vez, así era ver a Lauren.

-¿Tarde mucho?- dijo mientras cruzaba el pasillo para alcanzarla 

-Realmente no mucho, llevo aquí un par de minutos, pero es porque yo salí antes de mi clase- dijo mientras le sonreía. Camila llegó al otro lado del pasillo y plantó un beso seguro en la mejilla de Lauren, tan largo y suave que por un momento el mundo se detuvo.

-Pues vamos- dijo Camila una vez se separó de su mejilla 

-Vamos- Tomó una vez más la manos de Camila entre las suyas y los segundo se encargaron de entrelazar sus dedos; la corriente eléctrica por el simple contacto se hizo presente y sin más comenzaron a caminar.

Cuando llegaron a la calle de Camila, esta no entendía el porqué del destino, pues se suponía irían a otro lado 

-¿A donde vamos Lolo?- Preguntó con un tono tan dulce, que Lauren tuvo ganas de abrazarla  

-A casa de mi abuela, ella quiere conocerte, Camz- Una sonrisa apareció en la cara de Lauren, que parecía irradiar luz propia, pero no en la cara de Camila, que ahora se veía preocupada -¿Que pasa Camz?- preguntó Lauren preocupada 

Camren: Sunflowers Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora