Capitulo 2, un estorbo en el camino.

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En cuanto seguimos haciéndole cosquilla a la Meli (ella ya estaba agonizando) deje de hacerlo por un instante. Me fui del comedor y fui hacia la cocina a tomar mi celular, el cual estaba en un mueble, al lado de refrigerador. Vi la hora y eran las 7:45 ya. Me desespere por un momento al tener la idea de que llegaríamos tarde, reaccione de un momento a otro y fui corriendo hacia la Melissa y el Juan Pablo. Los pesque del cuello a ambos.
-¡Vámonos rápido! - Los saco del sillón y en cuanto pude los empecé a empujar y sacar de la casa, empecé a caminar aun más rápido para ir de las primeras entre ellos.
-Oye Lucia - Me llamo la atención la Meli
-¿Qué es lo que quieres?
-Estamos yendo al colegio sin las mochilas - Me detuvo en cuanto oí eso. Maldición. No dije nada y apurada me devolví hacia la casa, con los demás siguiéndome. Subí con rapidez las escaleras hacia mi cuarto, en cuanto entre agarre mi mochila y salí corriendo de casa. En cuanto estuve afuera cerré la puerta con llave.
-Nos harías un gran favor si nos abres la puerta - Mire hacia la ventana y estaba el Juanpa asomado mirándome con la Melissa a su lado.
-¡Diablos! Llegaremos tardes y nos dejaran afuera a los tres - Abrí la puerta aun que me costó un poco al principio, en cuanto salieron de casa y yo volví a cerrar con llave. Me gire y vi que ellos ya iban caminando. Me meta las llaves al bolsillo y salí detrás de ellos. Trate de volver a ponerme de las primeras y empecé a adelantar el paso lo cual ellos hicieron lo mismo. Iba lo más rápido que podía pero no iba corriendo, las personas con las cuales me topaba las iba esquivando como podía sin que llegáramos achocar. Estábamos por llegar a una esquina por llegar a una esquina por la cual debíamos de doblar, y en cuanto yo iba a girar ¡Paf! Choque contra un tipo, por el choque estuve por caerme, me agarre de la camisa de aquella persona y al hacerla se me vino encima de mí, lo mire de reojo. Era alto, con el pelo largo y disparatado, castaño claro, parecía ser un chico asiático. Me miro a los ojos, él tenía los ojos verdes. Me entro una furia.
-¡¿Pero qué rayos te pasa?! - Termine por casi gritarle mientras le pegaba en su pecho
-Oye, de verdad lo siento - Se levanto rápidamente del suelo alejándose de mí.
-No me vengas con que lo sientes y ayúdame a levantarme - Me estiro su mano y yo me agarre de ella hasta que se hizo para atrás para levantarme y me puse de pie. Mire hacia mí alrededor donde la Meli solo miraba la escena y el Juanpa se empezó a acercar hacia mí.
-Lucia, déjalo solo y vámonos
-¿Qué te pasa a ti? Además por tu culpa caí encima de ti - Este tipo se acerco a mí y yo le tire una mirada amenazadora y me aleje un poco.
-Tú fuiste el que se atravesó en mi camino y logro que me cayera al sueño
-Oigan, ¡Ya basta! - Nadie tomo en cuenta lo que decía el Juanpa.
-No me vengas con que fue mi culpa porque tú venias casi corriendo sin detenerte a ver si venia alguien doblando la esquina - Volvió a acercarse un poco a mí y yo no hice nada, nos miramos a los ojos.
-¡No voy a estar discutiendo con un estúpido como tú! - Me acerque esta vez yo.
-¿Por qué no? - Se acerco y terminamos juntando frentes mientras nos mirábamos con ganas de querer matarnos el uno al otro.
-¡Porque no! - Agarre impulso y choque mi frente con la de él empujándolo lejos de mí. Hice una sonrisa triunfadora, di una vuelta - Vámonos chicos - Di unos cuantos pasos hasta que me agarraron del brazo con fuerza y me tiraron hacia atrás.
-Tú no te iras de aquí hasta que me pidas disculpas - Este tipo ya me estaba hartando, de verdad.
-Ni loca te pediría perdón, prefiero comer barro - Hice algunos movimientos bruscos hasta que me salte de sus manos, empecé a caminar con rapidez con tal de que no me volviera a pescar por detrás, seguí con rapidez hasta que me di cuenta de que la Meli no estaba con nosotros, mire a mi alrededor y el Juanpa venía detrás mío persiguiéndome. Mire más allá del Juanpa y visualice que aquel tipo aun seguía mirándome, me sonríe y yo solo voltee y seguí caminando.
En todo el camino no hablamos nada con el Juanpa, iba nerviosa por mi parte porque sabía que tarde ya habíamos llegado y debo aceptar que cada minuto miraba hacia atrás para asegurarme que ese idiota no nos venía siguiendo, no sé porque se me había ocurrido la loca idea de que nos podía estar siguiendo. Encontré una estupidez pensar en ello y decidí no volver a mirar hacia atrás.

Sonríe, se feliz conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora