Capitulo 3, ¿Amigos o enemigos?

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    Llegamos por fin al colegio, el Juanpa se había ido a su sala mientras que yo caminaba hacia la mía. Lamentablemente en este colegio el que llega tarde debe quedarse fuera toda la primera hora, este no era mi día, no tienen piedad ni por ser el primer día de clases. Me iba acercando a mi sala, en cuanto llegue hacia la puerta, me detuve al lado de la puerta y deje la mochila en el suelo, me apoye en la pared y me puse a ver como pasaba el tiempo. Pasaron varios minutos pero nunca me digne a ver la hora, tal vez paso media hora, no lo sé... ya me estaba aburriendo de esperar. En un momento pude sentir que alguien se acercaba a mi lado, voltee a mirar y vi a un chico acercándose a mí, visualice bien y por la misma ropa note que era aquel tipo con el que pelee esta mañana. No sabía qué hacer ya que tampoco podía irme y me estaba empezando a poner nerviosa e incómoda mientras más se iba acercando, por Dios. Seguro viene a vengarse, ¿Y si me golpea? ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Y si pego un grito de ayuda? De un momento a otro el estaba a mi lado, trate de mantener la calma y lo mire, era realmente alto.
    -Hola, soy Isaac Zoolander– Me miro mientras estiraba su mano hacia mí, lo mire extrañada, no tome en cuenta que me estiro su mano y le respondí.
    -Hola, soy Lucia Wells – Solté un suspiro de relajo, por un momento pensé que este tipo me mataría.
    -Quería pues... Disculparme por lo que paso esta mañana, no fue mi intención tratarte de esa manera – Quede impactada en cuanto me dijo eso, abre oído todo bien. Lo pensé por un momento, en aceptar sus disculpas y todo pero al haberse comportado de una forma bastante grosera la pensé bien y no.
    -No, no acepto tus disculpas – Lo dije de forma pesada y voltee para no mirarlo.
    -¿Y por qué no? – Me pregunto de forma amigable.
    -¿Como preguntas eso? Me estabas obligando a pedirte disculpas y ahora actúas de forma amigable después de cómo me trataste... – Trate de poner mi cara más seria que pude. La verdad no estaba enfadada del todo pero tampoco debía de perder mi orgullo por un tipo que acabe de conocer.
    -Solo trato de actuar bien ante ti, linda – Ni con sus halagos me iba a comprar fácilmente este tipejo, ¿Quién se ha creído que es? Me cruce de brazos y le di por completo la espalda ignorando por completo lo que me dijo.
Empecé a sentir un ruido proveniente de la puerta del salón. Por la ventanita de la puerta vi que era el profesor, el cual estaba dándole pequeños golpes a la puerta para llarnar la atención de ambos. Yo e Isaac lo quedamos mirando, mientras con la mano nos hizo un gesto de que entráramos al salón, hasta que dejo de hacerlo y volvió a la clase.
    -Entremos al salón, ya – Antes de dar mi primer paso, Isaac se pone delante de mí y no me dejar poder seguir mi camino. Lo mire con una mirada fulminante - ¿Qué quieres?
    -Perdón pero aun estoy esperando a que me perdones.
    -¿Qué? No sigas con eso, por favor y déjame pasar – Trate de rodear a Isaac pero no, no me dejo pasar. Volví a mirarlo con una mirada fulminante, él solo me sonreía sin preocupaciones.
    -No – Me empujo levemente hasta hacerme dar un paso atrás y se cruzo de brazos hasta darse vuelta. Eso fue lo más infantil que vi en toda mi vida. Solté una risita por eso, volvió a mirarme y sonrió - ¿Me perdona? – Empecé a mover sus cejas de abajo a arriba.
Le sonreí dulcemente.
    -Lo pensare, si es que no te molesta – No di ni un paso esta vez, solo para ver si me hacia el favor de darme el paso o él pasar primero. No paso nada. Se empezó a acercar a mí de apoco, cada vez los centímetros que nos separaban iban disminuyendo, hasta que de pronto estábamos frente a frente. Yo me eche para atrás pero él volvió a acercarse hasta que quedamos frente a frente. Por un momento creí que me besaría, estaba nerviosa hasta que de pronto... veo que se aleja, toma impulso y ¡Paf! Me dolió...
    -Eso es por haberme dado ese frentazo – Fue lo último que me dijo, entre risa dio una vuelta y entro hacia el salón. Tomare venganza por esto. Me causo gracia en si todo esto pero tampoco lo dejaría pasar. Me sobe un poco la frente, empecé a caminar hacia la puerta y entre.
    -Estas son horas de llegar para ser el primer día, jóvenes – Nos dijo el profesor a ambos en cuanto estuvimos junto a su banco – Los perdonare solo por el mínimo hecho de que hoy es el primer día – Nos apunto a los dos con la punta de su bolígrafo – Lucia – Me miro – Ve a sentarte por favor y tú – Se dirigió a Isaac – Quiero hablar un momento contigo, chico nuevo ¿No?
    -Em.... sí, soy nuevo – Fue lo último que alcance a oír de Isaac y empecé a caminar hacia mi puesto, en el pequeño recorrido salude a varios compañeros ya que me llevaba bien con la mayoría del curso. Fue muy lindo reencontrarse con personas a las cuales no veías hace dos meses y medio. Termine de saludar a la mayoría y busque mi viejo banco para sentarme, me senté en la silla y con la mirada empecé a observar mi alrededor. Con la mirada solo buscaba al Paolo, uno de mis dos mejores amigos. Mi otra mejor amiga, la Cathalina, era un año menor que nosotros dos, ya la buscaría en la hora de descanso.
Alguien empezó a tocarme el hombre, me di vuelta y estaba sentado Isaac atrás mío.
    -Si estabas buscándome, no te preocupes que me sentare detrás de ti – Me miro a los ojos y sonrió de forma graciosa.
    -No digas estupideces, no te estoy buscando a ti
    -Solo se me había ocurrido – Volteo su cabeza a un lado con una mirada inocente hacia mí. Isaac tenía algo que lo hacía ver como un pequeño niño tierno, no sé que era pero me gustaba.

Sonríe, se feliz conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora