Me Acostumbré a Amarte.

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Me acostumbré a amarte.
Y no por el hecho de que sea algo que yo quiera, sino por que se volvió una necesidad.

Me da miedo no encontrar a alguien que me haga permanecer en un sólo lugar por mucho tiempo, como lo hiciste tú.

Juro que lo que siento por ti sigue siendo sincero, pero las piezas ya no encajan.

Lamentablemente comencé a pensar así desde que me di cuenta de que en realidad no hiciste nada para que me quedara.
Te bastaba con decirme "no te vayas", creyendo que no iba a necesitar razones para quedarme.

Te volviste más celoso, más posesivo, menos estable.
Más inseguro en todos los aspectos.
Se suponía que era algo que ya habíamos logrado resolver, era algo en lo que estabamos mejorando y, de un día a otro, caíste.
Y me caí contigo.
Y, desde entonces, no sabemos como levantarnos.
Y lo hemos intentado tantas veces que, en cierto momento, mejor decidimos quedarnos tirados.

Ya no quiero que sigamos siendo un desastre.

Dicen que cuando dudas de si seguir permaneciendo junto a alguien es por que ya no le quieres, aunque, la verdad, es que yo lo estoy dudando por que no quiero que esto acabe.
Pero estamos tan jodidamente mal, y no hay nada que pueda repararlo.

Es obvio que tú no vendrás y que yo no regresaré. Aunque, por más que quisiera, creo que no se trata de eso, sino de venir y permanecer.
Y con eso no me refiero a quedarte físicamente (aunque lo necesite), sino quedarte en los logros, en las metas, en los sueños, en los huesos.
Permanecer de tal forma que no tengas que irte nunca más aunque ya no estés.
Permanecer en el alma.

No espero que lo comprendas.
No espero que me comprendas.
Sólo quiero que recuerdes que, en algún momento, quisimos -con todo el amor que nos teníamos- que lo nuestro no se convirtiera en costumbre.
Pero miranos.
Mirame.
Amándote como no debo.
Con la costumbre en una mano y el deseo de volverte a querer en la otra.

Como olvidar a alguien en un día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora