Moving to LA - Grayson Dolan

Capítulo 7

No encontraba a Grayson por ningún sitio, así que decidí subir a su cuarto, a ver si había suerte.

Subí las escaleras, aunque me costó debido al alcohol. 

Una vez arriba me dirigí hacia su cuarto. Golpeé un par de veces la puerta, esperando a que alguien me abriese.

Pasaron unos minutos y nadie abría, así que volví a llamar. Nada. Último intento, si no entraría yo misma.

Entonces pasó algo que no me esperaba; me abrió la puerta una chica medio desnuda.

- ¿Qué quieres? -me dijo mirándome de arriba a abajo.

- ¿Está Grayson? -pregunté, deseando que eso no fuese lo que parecía ser.

- Está ocupado, cariño -sonrió con maldad- vuelve en otro momento.

- ¿Kels? -apareció un Grayson sin camiseta por detrás de la chica.

Iba a mandarle a la mierda, pero no me salían las palabras, así que me fui corriendo escaleras abajo. Estaba a punto de llorar, pero no lo haría. Yo no lloraba, y menos por un chico.

Noté como Grayson iba detrás mío y estaba a punto de alcanzarme.

- Kels, espera -gritó justo al alcanzarme, agarrándome de un brazo- no es lo que piensas...

- Vete a la mierda -dije mientras me deshacía de su brazo, y volví a salir corriendo. Esta vez el no me siguió.

Estaba buscando la salida, cuando de repente me encontré a Cameron. Pareció darse cuenta de que yo no estaba bien, porque se acercó a preguntarme.

- Kels -dijo con tono preocupado- ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

- Nada importante Cam -intenté sonreir- no te preocupes.

- ¿Han sido mis hermanos, verdad? -no dije nada- Sí, definitivamente han sido ellos...

- Creo que me iré a casa...

- Kels, no estás en condiciones de volver tu sola a tu casa... -dijo sonando como mi madre- quédate a dormir. Te aseguro que no verás a mis hermanos, duerme en mi habitación si quieres.

- No sé, Cameron...

- Sube a mi habitación -me propuso, aunque sonó más como una orden- en un rato subiré. No tienes elección. 

- Okey... -dije sin ganas de discutir.

Subí hacia su habitación con mucho cuidado de no encontrarme a ningún gemelo. 

Crucé un pasadizo muy largo y finalmente encontré su habitación (lo supe porque la puerta estaba llena de fotos suyas y de sus idolos).

Entré, me tumbé en una esquina de su cama y me eché a llorar. ¿Por que Grayson era tan jodidamente idiota? No lo entendía. Lo que más le sorprendía es que ella se había llegado a creer de que podrían llegar a tener algo... que a lo mejor él sentía algo por ella... Pero no. Todo fue una ilusión, falsas esperanzas. Grayson era... Grayson. Mujeriego y famoso. Un chico así nunca se fijaría en ella.

Alguien abrió la puerta. Me levanté bruscamente y vi que se trataba de Cameron.

- ¿Qué ha pasado, Kels? -dijo acercándose y sentándose a mi lado.

- Grayson... -no sabía por donde empezar- Grayson me besó esta noche...

- Os ví -dijo y me sonrojé.

- Pues... -seguí- al cabo de un rato, subí a verle, y cuando llamé a su habitación me abrió una chica semidesnuda.

- Mi hermano es idiota -dijo Cameron mientras se daba una palmada en la frente.