《Demonio》+18

2- Accidente

Abrí mis ojos asustada, ¿Qué rayos había pasado? Mi corazón latía muy rápido, no puedo creer que haya atropellado a alguien de seguro es un animal que se atravesó en el camino, estaba tratando de calmar mis pensamientos y temerosa baje del auto.

Las luces delanteras del auto me permitieron ver algo. Me acerqué más y vi a una persona ¿con alas?

¿QUE MIERDA?

Me acerque mucho más para ver, y era un muchacho de piel blanca, su rostro era hermoso, cabello negro, tenía tatuajes, venia vestido con un pantalón ajustado negro y ¡sin camisa! ¡Dios! Pude ver que tenía unos abs increíbles y en la parte de su espalda tenía unas grandes alas negras, solo que una de ellas estaba partida a la mitad

De seguro era un drogadicto ambulante con alas de cartón pero para ser alas de cartón se veían muy bien elaboras y hermosas.

Me acerque muchísimo más y con mi mano temblorosa toque sus alas para verificar si eran falsas.

Al tocarlas sentí su textura y era suave como la seda, se sentía tan delicioso. Estaba tan hipnotizada y sonreí, de un momento a otro el sujeto despertó y se reincorporo con dificultad, estaba seriamente herido.

Me asusté y retrocedí, él se dio cuenta de mi presencia, se levantó y me miro.

Me di cuenta que tenía unos ojos hermosos, profundos, por unos instantes me sentí perdida por su mirada.

- ¿Quién eres? – pregunte asustada y nerviosa pero aun sin dejar de verlo.

- Que te importa – me respondió de mala gana, al parecer estaba molesto. Y no lo culpo ¿Quién estaría feliz platicando con el causante de su accidente?

- Yo yo - tartamudeaba.

- Lárgate – dijo frio y aparto su mirada.

- No déjame ayudarte con tus heridas, enserio lamento haberte golpeado – dije avergonzada.

- No necesito tu ayuda – se voltio e iba a empezar a caminar cuando una voz lo detuvo

- Ryan!!! – esa voz, me daba miedo, se oía como en esas películas de terror – Sea donde estés te encontraremos!

Más confundida y muerta de miedo no podía estar. Ryan (según la voz que lo llamo) se detuvo y rápidamente se acercó a mí.

- Llévame a tu casa – pidió, más bien exigió. ¿Quién se cree este?

- No – dije firme, obvio no llevaría a un chavo o sea lo que sea a mi casa.

- ¿No dijiste que me ayudarías con las heridas que me causaste? – pregunta sonriendo de lado. Que sexy se veía.

- Está bien, solo te ayudo y te vas – dije haciendo una mueca.

Le indique que se suba a mi carro y se subió al asiento del copiloto, con inseguridad puse el auto en marcha, como mi vestido era muy corto al sentarme la tela se corrió dejando ver mucha más piel. Ryan noto eso. El muy pervertido se la paso mirándome las piernas y el escote todo el maldito camino.

- ¿Te gusta lo que ves? – pregunte burlándome.

- Me encanta – respondió con una mirada pervertida. Eso no me lo esperaba. Mierda.

- Deja de verme – le dije sin mirarlo.

Escuche que reía, voltie a mirarlo y luego gire mi mirada bruscamente hacia la carretera.

Era un chico demasiado sexy, solo al verlo hace que mis estúpidas hormonas enloquezcan.

Sabía que debía tener cuidado, era un total desconocido. Pero ¡por favor! Tengo a un chico súper caliente en mi auto, en medio de una carretera oscura... ya saben a lo que me refiero.

Todo el camino íbamos en un silencio algo incómodo hasta que al fin llegamos a mi gran mansión. Me baje del auto y el también.

- Ven, entremos – camine hacia la puerta, lo mire de reojo y la venia atrás de mi mirando cada detalle de mi hogar.

Lo lleve hacia la sala y se sentó con dificultad en el sofá, aunque quiere hacerse el fuerte el idiota está muy herido. Fui en busca del botiquín y me senté a un lado de él.

- Y ¿Cómo te llamas? – pregunte rompiendo el silencio.

- No necesitas saber quién soy – dijo con esa voz fría que me erizaba la piel.

- Solo quiero saber el nombre del chico desconocido a quien casi atropello en medio de la noche – reí levemente.

- Mi nombre es Ryan - dijo mirándome.

- Soy Marilyn – conteste igual sonriéndole – no es por nada, pero ¿qué clase de persona eres? Digo no cualquier chico tiene alas - mire sus alas y me estaba controlando para no entrar en pánico. Enserio ¿Quién chava estaría tranquila platicando casual con alguien con alas?...