S-01

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 Magnolia, el puerto donde más mercancías iban y venían de un lugar a otro, las cosas para todo el gremio y Fiore mejoraron después de lo ocurrido con Alvarez, sin contar que gremios oscuros se seguían y seguirán formando en el futuro, pero eso es otra historia, Natsu como todos los días despertaba de su letargo, entrenaba un poco y se alistaba para ir a su amado gremio sólo como lo hacía desde hace un año, su fiel compañero después de tanto tiempo y esfuerzo logró transformarse en humano, un muchacho de pelo azul que ya hacia sus propios trabajos junto con Charle que después de tanto tiempo logró tener una relación con ella, a si que la casa donde vivía se volvió solitaria, la ventaja es que la mayoría de tiempo hacia Misiones con su equipo o dormía en otra parte pero esta vez no fue invitado ya que era lo que se conocía un trabajo delicado y por su fama que se creó de destruir lo todo la misma misión lo excluyó aunque ya no lo hiciera tanto, o más bien cuando la fueron a solicitar pidieron, no, rogaron que el no fuera, así que el se quedo en el gremio aburrido.

Sin tener nada más que hacer decidió poner marcha al gremio, caminando por las calles en completo silenció mientras llevaba sus manos a su nuca y miraba el cielo, al llegar como siempre entro pateando la puerta y fue a la barra en donde se encontraba Mira y Kinana atendiendo como siempre con la misma sonrisa que enamoraría a cualquiera de todos los días, fue a donde se encontraba la albina y pidió algo para almorzar, cuando lo obtuvo lo comió tranquilamente lo cual fue una sorpresa para ambas camareras y al terminar miro a los integrantes del gremio que hablaban entre ellos, los viejos miembros y los nuevos en especial a una castaña y una peliazul, una bebía y otra miraba detenidamente la mesa, por curiosidad se acercó y miro en la dirección en la que Juvia miraba y al ver las cartas mágicas de Cana se sorprendió.

-Que hacen?- pregunto mirando a las magas que al escucharlo se sorprendieron y dieron un pequeño brinco.

-‎Natsu-san no asuste a Juvia por favor - lo miro con ojos llorosos después de dar un tierno grito.

-‎casi me muero - dijo Kana tosiendo, ya que por la sorpresa casi se ahoga al beber cerveza.

-Kana-san le lee el futuro a Juvia... Juvia quiere saber cuantos hijos tendrá con Gray-sama - en sus lindos ojos aparecieron corazones mientras que Kana mostraba sus grandes y lindos atributos.

-‎mmm... Que bien... - les sonrió - Oye Hojalata vamos de misión- miro en busca del mencionado.

-‎el fue de misión con Levy y Panther Lily- dijo la albina menor que llegó a donde el estaba y se sentó a su lado.

-‎que aburrido...- hizo un puchero mientras que las magas de nueva cuenta revolvían las cartas.

-‎que no puedes estar sin Erza unos días? - Pregunto Wakaba que fumaba su cigarrillo y reía junto a Makao y otros cuantos miembros, propiciando que se sonrojara.

-‎ silenció - dijo el aun sonrojado, en ocasiones se arrepentía de haber contado lo de su relación con la reina de las hadas pero ya lo habían echo y no podía hacer nada, al pasar unos minutos el se levantó de su lugar y al hacerlo las cartas que tenía Kana en las manos cayeron al suelo, Natsu al verlo levantó unas cuantas y las dejo en la mesa para después seguir su camino al tablón de Misiones, las miro por un instante y eligió una.

-‎Mira tomaré esta misión- fue con la albina y ella la escribió en el registro.

-‎suerte y ten cuidado- dijo ella con una sonrisa.

-‎gracias Mira- dijo mientras que salía del gremio, mientras que con las magas terminaban de recoger las cartas.

-‎solo faltan estas- tomo las cartas que Natsu había levantado.

-‎esta segura, Kana-san?- ella seguía buscando debajo de la mesa, al ver que no obtenía respuesta la volteo al ver con la sorpresa de que ella miraba las cartas con una expresión de terror. -Que sucede?... Que significan esas cartas?- al ver las cartas que tenía en las manos la castaña, vio una torre en la cual caía un rayo y lo que parecía ser la misma muerte, un hombre con una túnica negra y una guadaña.

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