Anael llegó a su casa muy decepcionada, pensaba que esa noche iba a ser fabulosa, pero todo se arruinó con la aparición de Rodrigo, necesitaba despejar la mente, hablar con alguien, distraerse; por tal razón sacó su móvil y dudó si escribirle un mensaje a Lucas, pues era muy tarde, sin pensarlo más se decidió por enviarle:
« ¿Duermes? »
En menos de un minuto sintió la vibración del móvil, era un mensaje de Lucas, lo cogió rápidamente y leyó:
«Sí, estoy muy muy dormido...»
Anael se carcajeó, era evidente que Lucas estaba bromeando; continuaron enviándose mensajes por un rato, hasta que Anael se decidió por ir al apartamento de Lucas. Al tocar el timbre, Lucas abrió la puerta y no se sorprendió al ver a Anael, ya sabía que iría hasta su apartamento. Los dos hablaron por un buen rato... hasta que se quedaron en silencio. Anael odiaba los silencios pues se tornaban incomodos, por lo cual dijo:
— ¿Me puedes prestar una libreta y un esfero?— Lucas la miró confuso, aun así le dio lo que pedía. Anael agarró la libreta y dibujó un gran numeral en una de las hojas, Lucas que la observaba preguntó
— ¿Qué estás haciendo?
Anael sonrió y dijo:
— ¿alguna vez en tu infancia jugaste tic tac toe?
—no explícame como se juega.
Anael le explicó cómo se jugaba, aunque Lucas pensó que era un poco ridículo estar jugando un viernes en la noche al tic tac toe con una mujer, cuando en otros tiempos preferiría estar jugando a cosas más activas e interesantes en su cama. Pero aun así le siguió la corriente a Anael, pues le encantaba estar con ella. Después de la explicación de Anael, Lucas preguntó:
— ¿cuál es el premio para el ganador?
—el premio será... pedir lo que quieras.
—Eso suena muy muy bien— se carcajeó Lucas.
Comenzaron el juego y en menos de un minuto, Lucas había ganado, Anael se carcajeó mucho, pues ella era muy buena en ese pequeño juego de niños,
—es la primera vez que juegas y te fue muy bien...
—Te confieso... que no es la primera vez— se carcajeó –, este era mi juego favorito en la escuela.
Anael aun reída dijo:
—eres un tramposo...
—No es trampa, y ahora quiero mi premio— se carcajeó.
— ¿qué quieres pedir?
—quiero que tú me des lo que quieras... tu escoges que quieres darme— Anael sonrió, pensó en que podría ser, hasta que decidió cumplir un deseo propio, besar los labios de Lucas nuevamente. Se acercó a él y lo besó en los labios, por unos minutos estuvieron así, hasta que Anael quiso retirarse, pero Lucas la apretó más a él y continuaron besándose y acariciándose, Anael se puso a horcadas sobre él y besó su cuello, continuaron entre caricias y besos, hasta que no pudieron parar más, y terminaron en la alfombra de la casa haciendo el amor.
A la mañana siguiente, Lucas se encontraba desnudo en la cama con Anael, la noche anterior había sido muy buena, Lucas se levantó y observó a Anael por unos minutos, aquella muchacha le parecía hermosa, tan diferente a las mujeres que acostumbraba, le encantaba su forma de ser: divertida, tan aniñada a veces... Lucas dejó de mirarla « ¿qué me está pasando con Anael? —Pensó— ¿me estaré enamorando de ella?» No quería enamorarse de nadie, le gustaba sentirse libre. En ese momento, Anael despertó y le tocó la espalda Sacándolo de sus pensamientos.
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dime que me quieres
RomanceNo todo se ha perdido, mientras la confianza viva en todo su esplendor, eternamente será el corazón quien conducirá el camino de dos personas que se aman. Pero ¿Qué sucede cuando te enteras que ya no hay más confianza? Dime que me quieres, cuenta un...