Prologo

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—Nick, Nick, Nick— gritaba el idiota de Liam mientras corría detrás de mí. Pero yo le llevaba ventaja así que le costará alcanzarme.

—Ya déjame en paz, O'brien— le grité mientras seguía corriendo. Iba llegar tarde a física y hoy entregan las notas, ya quiero ver que nota obtuve.

—Escúchame, McCain— pidió y cuando reaccione estaba en el suelo con el idiota más grande del mundo encima mío.

—¡Quítate, imbécil!— dije mientras me retorcía como lombriz debajo de este mastodonte.

—No hasta que me escuches— dijo cerca de mi oído.

—Sabes que me tendrás que soltar en algún momento y que cuando lo hagas te voy a matar, ¿verdad?— dije mientras intentaba salir de su agarre.

—Tomaré el riesgo, nena— dijo mordiendo mi oreja.

—¿Acabas de morder mi oreja?— pregunté.

—Sí, eso es exactamente lo que acabo de hacer— dijo con un tono egocéntrico tan único de él.

—Declarate hombre muerto— dije y mordí su brazo, el gritó del dolor pero no se quitó.

—Nena, me dolió— se quejó pero no se movió ni un milímetro.

—Esa era la idea, idiota— le dije.

—Bueno nena, vamos al punto. Quiero hacer una apuesta contigo— propuso con una malévola mirada. Mordí mi labio inferior, yo amaba las apuestas, no me podía resistir a una de ellas.

—¿Una apuesta cómo?— pregunté soltando mi labio.

—Verás, yo soy él más inteligente en nuestra clase y tú la segunda más inteligente. Quiero apostar algo contigo. Sí tú sacas una calificación mayor a la mía te dejaré de molestar todo lo queda de este año y además sacaré notas menores a las tuyas— propuso.

Aquí hay gato encerrado.

—¿Y sí tú ganas?— pregunté. Era obvio que todo era una trampa.

—Bueno, sí yo ganó tú fingiras ser una chica fresa— cuando dijo eso yo arrugue la nariz inconscientemente— Y además de eso, fingiras ser mi novia.

Reí sarcástica, éste se había fumado algo muy fuerte sí cree que yo voy a aceptar.

—No aceptó la apuesta— dije mirando un reloj que había en una pared; 3:45, faltaban 15 minutos para que comenzará la clase de física.

—¿Por qué, nena? ¿Dudas de tú inteligencia?— preguntó.

Obviamente yo no dudaba de mi inteligencia, yo soy más inteligente que este mastodonte.

—Está bien, aceptó la apuesta— dije decidida. Liam sonrió victorioso y me dio un beso en la barbilla.

—Ahora nena, debes prometerme que sí te suelto no me vas a matar— dijo Liam.

Primero me tiró al suelo, luego se colocó encima mío, luego mordió mi oreja, luego me dijo nena y para rematar me dio un beso en la barbilla. Si cree que se va a salvar de la paliza que le voy a dar ésta soñando.

—Lo prometo— fingí y cuando él se quitó de encima mío reuní todas mis fuerzas para no matarlo… aún.

—Ahora preciosa vamos a clases— dijó Liam pasando su brazo por mis hombros.

Liam, Liam, Liam, oh estúpido Liam. Ya me debes 6, estás rompiendo tú récord.

—Quítate sí no quieres que quiebre tu brazo— amenacé y el rápidamente lo retiro.

(…)

—O'brien— dijo el profesor.

Estaba repartiendo exámenes y era hora de que Liam pasará, él se había sentado a mi lado para comparar la nota.

—¿Lo abro o espero a que te entreguen el tuyo?— preguntó Liam cuando se sentó. Tenía su exámen en sus manos doblado a la mitad.

—Espera a que me entre…— fui interrumpida por el profesor.

—McCain— dijo y yo me levanté y caminé hasta allá.— Felicidades— dijo entregándome el exámen, yo asentí y fui a mi puesto.

—A la cuenta de 3— dijo Liam— 1…

—2…— dije yo.

—¡3!— dijimos al unísono.

Abrí y en tinta roja había un 9 gigante, acompañado de: Te felicitó. Sonreí victoriosa y miré a Liam, él tenía una mirada de perplejidad.

—¿Que te sacaste?— dijó escondiendo una sonrisa.

—Un 9— dije sonriendo.

—Un 10— dijó y mi sonrisa se fue a la mierda.

Liam O'brien me ganó, tendré que fingir ser una chica fresa y la novia de Liam.

¿Por qué diablos acepté la apuesta?

Fingiendo ser fresa [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora