De Vuelta a Tí

Hoy hace dos año

Gabrielle

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— señorita Gabrielle Cassel Lennon!!!

Escucho gritar a mi consejera y podríamos decir una de mis mejores amigas de este lugar, hace dos años que llegue al inicio el miedo era mi peor enemigo, sentir su presencia, recordar cada grito por las noches, era el peor moustro  que un niño le pueda temer por las noches, las pesadillas reviviendo el recuerdo de cada golpe eran calladas por calmantes que posteriormente fueron desapareciendo poco a poco.

— muñeca, han llegado ya por ti !!

— gracias Helen, te voy a extrañar, prometo venir a visitarlas.

— y nosotras a ti pequeña, recuerda que eres alguien nuevo, estas hecha de amor y fortaleza y nadie puede herirte al menos que tu así lo desees.

Ese era el lema de todos los días, hacerte recordar que: "tú estás hecha de amor, nadie puede dañarte y herirte, porque en tu interior está la fuerza, no permitas que te lastimen ni que te lastimes, porque fuiste creada para lo mejor".

— gracias, de verdad,te debo mi vida entera.

— no pequeña, fuiste tú quien luchó contra ese fantasma del terror, ahora estás lista para volver a retomar tu vida, dale un fuerte abrazo a tu familia, y no se olvide sonreír, siempre.

Tome mi maleta y me dirigí hacia la puerta principal dónde del otro lado de seguro ya estaban mis padres, era extraño pero por primera vez sentí la sensación de no quererme ir, Helen nos decía a diario que teníamos que retomar nuestras vidas de nuevo pero jamás tuve una vida, me refiero al hecho de que mi felicidad siempre dependió de la felicidad de los demás, primero fue mi madre al verla ser maltratada y me propuse ayudarla siempre que nunca vi ni pensé por mi, siempre me preocupe por su felicidad, después vino Henry, dependí de él como el pez dependiera del agua y no me fue nada bien, siempre he dependido de la felicidad de alguien más pero jamás he luchado por mi propia felicidad.

Mi gran temor es volver a caer en la misma historia y lastimarme, no sólo a mí, sino a los demás, no sería fácil volver a donde inicie y menos ahora que soy tratada con un poco de lastima, solo espero encontrar mi destino.

Al salir ahí estaban mis padres con una enorme sonrisa, mi madre como de costumbre limpiando una que otra lágrima, solo los he visto hace dos meses cuando vinieron a la última visita, me he cortado el cabello, quería tener otra imagen distinta a la Gabrielle que entró por primera vez aquí.

— mi princesa !!! Luces encantadora !!! Pero mira qué bien te vez.

Una ligera sonrisa se asomó en mi, por un momento tuve miedo de abrazarlos y es que aunque he estado tomando la terapia aún me cuesta mucho trabajo ser esa Gabrielle fraterna y tierna de antes, mi psicóloga dice que poco a poco lo superare, así que no me tengo porque preocupar.

— hola, es bueno verlos de nuevo.

De camino a la casa no hubo nada distinto, yo me encontraba muy serena y relajada, un poco callada y distante, solo contestaba cuando mis padres me hacían preguntas sobre mis terapias y como apoye con un taller de pintura.

— bien princesa, hemos llegado a casa.

Al asomarme por la ventana del vehículo ahí estaba la casa a la cual una vez de niña pise por primera vez y desde ese día la sentí como mi hogar, al bajar del auto me di cuenta que había más vehículos estacionados en el gran patio de invitados, de seguro mis padres me organizaron una de esas reuniones secretas.

— bienvenida a casa señorita, nos alegra tenerla de vuelta.

Era Tom, el chofer y parte importante de esta familia.