JHOAN
Han pasado dos días desde que Liz se fue ¡Dios! Me estoy enloqueciendo, la extraño tanto que no sé cómo explicarlo, llegar al Instituto y no ver su sonrisa, su cabello rebelde, su mirada pícara, todo me está matando, sólo han sido dos, dos desgraciados días, la verdad es que ahora me puedo dar cuenta, todo lo que ella esta significando en mi vida.
Me encuentro en el almuerzo, sentado sólo en nuestra mesa, pongo los audífonos en mis oídos, le doy play a una canción que me recuerda a ella, esa canción que escuché el único día que fui a su casa, no puedo ni pronunciar el nombre, no entiendo nada de lo que dice la letra, pero escucharla me hace sentirla cerca, me recuerda su voz, imagino su aroma y sus besos, estoy ahí concentrado en la melodía, pero esta se detiene anunciando la entrada de una llamada, rápidamente contesto.
— hola preciosa, no te pregunto como estas, porque sé que extrañándome tanto como yo a ti — escucho su risa al otro lado y siento como que vuelvo a respirar
— hola, señor convencido — ríe de nuevo — sólo me preguntaba qué haces, y que tiene pensado hacer
— pues no sé si ya lo olvidaste, pero algunos todavía estudiamos, por eso estoy en el Instituto, cuando salga voy a mi casa como el joven juicioso que soy
— oh disculpad joven juicioso, pero en este día quiero desviar un poco tu camino, que dices ¿me lo permites? — al principio quedó un poco sorprendido por sus palabras y pienso que está bromeando, pero el silencio que se forma me hace pensar que no lo está
— ¿enserio? ¿qué pasa con tu padre?
— bueno, como te conté Nat, como hija del jefe, ha usado su poder para lograr sonsacarme un poquito del yugo familiar, así que hoy me ha dejado ir con Nat y su novio, a una playa no tan lejos de aquí, quería saber si ¿podrías venir conmigo? — vaya eso es muy bueno, creo que al fin de todo no será muy complicado salir con Liz si está con Nat.
— claro, mándame en un mensaje toda la información, y ahí estaré mi preciosa
Después de unos diez minutos me llega un mensaje de texto, donde me dice que nos encontraremos a las 7 en East Beach, se dónde queda, no está tan lejos por ahí una hora y media o dos, miró mi reloj y veo que son las 2:30, no salgo del Instituto hasta las cuatro, así que tendré que ir en moto para alcanzar a llegar, espero que mi madre me deje usarla y no me ponga problema.
Llegó a la casa, a las 4:15, subo corriendo a mi habitación y me ducho rápidamente, me pongo un bañador y encima un jeans corto, una camisa blanca, me calzo unos tenis, tomo una chaqueta de cuero y unas gafas, bajo y busco a mi madre en la cocina, la veo de espalda haciendo la cena, apenas siente mi presencia se gira, al verme arreglado y listo para irme, levanta una ceja y me desafía con la mirada.
— estamos a mitad de semana, mañana tienes clase ¿a dónde crees que vas? — mi madre nunca me pone problema para salir, pero estamos en semana y temporada escolar, esa es una de sus condiciones
— madre, sé que es una de tus condiciones, pero de verdad esto es un milagro de la vida, no puedo dejarlo pasar, por favor — hago mi mejor cara de suplicio, le hago ojitos sé que no fallan, pero mi madre está inquebrantable. Así que terminó contándole toda la historia y tras casi rogarle para que me prestara la moto por fin he logrado mi objetivo, me monto en la moto y salgo volando, son las 5:15 si no me apuro llegaré tarde.
Llego a la playa faltando dos minutos para la hora acordada, si he conducido un poco fuera del límite establecido, pero he logrado llegar a tiempo, me dirijo hasta la caseta que decía el mensaje, parece que está noche habrá una gran fiesta, la playa está llena de gente, muchos bikinis y muchachos sin camisa.
Al llegar a la caseta, busco por el recinto la cabellera descontrolada de Liz, busco unos segundos y no la encuentro, me dirijo a la barra y me siento en el taburete, pido un cóctel de frutas sin alcohol, recuerdo que apenas tengo 15 años, me doy la vuelta y justo en ese momento la veo, trae puesto unos short que dejan a la vista sus largas piernas, un top ajustado y su largo cabello adornado por unas lindas flores, esta simplemente hermosa, sus ojos conectan con los míos, una gran sonrisa se forma en su rostro, acelera el paso hacia donde yo estoy, así que salgo a su encuentro, ella se lanza a mis brazos y yo gustoso la recibo, la estrecho tan fuerte con el deseo de que ella logré sentir cuanto la he extrañado, sin separarnos nos quedamos mirando en silencio hasta que oímos a alguien aclararse la garganta, eso nos devuelve al mundo real y un poco avergonzados nos giramos para encontrarnos con Nat y su novio Michael, que es del Instituto también, así que los cuatro nos dirigimos hacia la fiesta que se está llevando a cabo en la playa.
Luego de bailar por horas y tomarnos unas cuantas cervezas que la amiga de Liz nos ha conseguido me siento exhausto, quiero darme un respiro y quiero estar un momento a solas con mi chica, así que agarro su mano y la arrastro por la playa, caminamos hasta alejarnos del bullicio y la gente.
Cuando logramos estar en silencio y tranquilidad, la envuelvo en mis brazos, ella me dedica una tierna sonrisa, avanzamos con nuestras manos entrelazadas y nos sentamos a la orilla del mar, el agua está tranquila y el clima es perfecto, ella recuesta su cabeza en mi hombro, comienza a contarme todo lo que ha hecho con Nat, mientras ella habla yo puedo detenerme a observar cada gesto, cada rasgo, el movimiento de sus manos y las muecas que hace cuando llega a momentos desagradables en la historia, ella es perfecta, siento como va abriéndose espacio aún más en mi corazón.
Liz se levanta, se quita las sandalias, camina hacia el mar, veo como comienza a mojar sus pies, se voltea a verme y hace un gesto para que me acerqué, así que sin dudar me levanto y camino hacia ella, de repente ella comienza a quitar su blusa y después su short, me quedo paralizado viéndola, el color de su piel bajo la luz de la luna es hermoso, sus ojos brillan, su sonrisa la hace parecer un ángel, mis ojos de desvían a otras partes de su cuerpo que jamás había visto al descubierto, su pecho cubierto por la fina tela de color rosa brillante, tienen un tamaño perfecto para mí, sigo bajando la mirada, veo sus caderas, ella es delgada pero tiene las curvas de una mujer latina, dije que era perfecta, pues me equivoqué ella es más que perfecta.
Mi sonrisa no deja mi rostro, cuando ella comienza a sumergirse en el agua, me quito la ropa y quedo en el bañador, corro rápidamente para alcanzarla, nado hasta donde ella se encuentra, la abrazo por detrás, siento su piel rozando la mía, esa sensación me envuelve y entró en otra dimensión, todo es tacto y emociones nuevas, quedó enfrente de ella y la sumerjo, me acerco a ella, le robó un beso, nos besamos hasta que nuestro poco oxígeno nos lo permite, así que salimos a la superficie.
Quedamos frente a frente, nuestras respiraciones se acompasan y vuelvo a besarla, nos quedamos un poco más jugando en el agua pero ya comienza a hacer frío, así que salimos, nos vestimos y nos acercamos a una fogata cercana donde unos muchachos tocan la guitarra y cantan, nos sentamos y entrelazamos nuestras manos, ella posa su cabeza en mi hombro, yo me acerco a su oído, le susurro las palabras que me han rondado como una sombra, aquellas que he tenido miedo de decir, que a pesar de tan poquito tiempo en que hemos compartido, mi corazón me reclama que las deje salir libre, así que no me contengo más y por fin digo mi primer "te quiero"
ME ENAMORE DE ESTE CAPITULO, NO SE A UDS PERO A MI ME ENCANTOOOOOOOO, GRACIAS POR SEGUIR AQUI, Y AUNQUE HE TENIDO UN POCO DE INCONVENIENTES AUN SIGO AQUI TRATANDO DE DAR LO MEJOR DE MI..
LOS QUIERO MUCHO Y LES MANDO MUCHOS BESOS :-* :-P
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Te Conocí
Novela JuvenilLizzy con solo 15 años, comienza a descubrir un nuevo mundo donde debe superar sus inseguridades y enfrentarse a lo que más teme "su padre". Acaba de mudarse, llega a un nuevo vecindario, está asustada pues entra a un nuevo Instituto, pero al poner...