Aquella chica lo visitaba cada noche, cada noche le hacía reír, le hacía feliz, le hacía sentirse vivo otra vez. Llegaba para llenar un vacío en su corazón, vacío que creía que era infinito. Pero ese vacío no se iba tan fácil, el vacío regresaba cuando esa chica se retiraba del lugar.
El sombrerero estaba sentado en su jaula nuevamente, recordando la noche anterior, sonreía al recordar a aquella chica. A pesar de tanto tiempo hablando con ella nunca se atrevió a preguntarle su nombre.
Todo era risas y diversión, pero la función debe continuar, y con ella la tristeza, pena y remordimiento de los demás adefesios.
Ya era de noche y como siempre el chico con piernas de cabra se encontraba cantando. Solía hacerlo cuando se sentía solo y triste.
-Tengo un pequeño dreidel que de barro fabriqué, cuando esté seco y listo con dreidel jugaré...- susurró, sus mejillas llenas de pecas estaban mojadas por sus lágrimas.
No pudo soportarlo más y estalló en llanto, unos gritos ahogados inundaron el lugar. Hasta que unos ruidos provocaron que se callara al instante.
-Kyle...- se escuchó -Kyle, ¿eres tú? -
Kyle se intentó limpiar sus lágrimas, pero fue en vano.
El hombre de dos cabezas apareció desde la oscuridad. El chico se acercó a la jaula de Kyle.
-Hola, Stan- habló, le dio una sonrisa falsa, haciéndole creer que estaba bien.
-Kyle, te conozco a la perfección, sé que estabas llorando...- dijo Stan, con mucha dificultad tomó la mano del pelirrojo y la besó -tranquilo; por favor, no llores. Me duele, me duele mucho verte así. Por favor no llores, créeme, todo estará bien-
-Es divertido- habló esta vez Wendy -El circo es divertido, somos las estrellas aquí. Kyle, sonríe. Al menos yo no desearía estar en otro lugar- Wendy empezó a reír.
¿Les digo un secreto...? estaba loca. Según ella todos los que se acercaban a aquel circo venían a verla. Que se reían con ella y no de ella. A pesar de todo ella era feliz.
Stan temía que su novia se le había caído un tornillo. Era la única que amaba ese lugar, todos deseaban morir, morir muy lejos de ese lugar; pero ella deseaba que la noche pasara para que todos vinieran a verla.
Kyle volvió a sentir ese vacío, quería huir, quería escapar. Pero, aunque lo lograse le era imposible adaptarse a la sociedad, no con sus "piernas nuevas". Stan y Wendy se quedaron con Kyle intentándolo animar un poco.
Mientras tanto, en un lugar aún más oscuro se encontraba el pobre Tweek, tenía su camisa de fuerza, que evitaba que se comiera a los visitantes. Tenía su cabeza apoyada en la mesa que estaba frente a él. En esa mesa le servían todo tipo de platillos, desde manos hasta exquisitas piernas. Sin duda vivía un paraíso culinario. Pero eso no quita que el chico se sintiera mal, que sintiera remordimiento. Hace años se comió a sus dos mejores amigos Craig y...
A esos niños intentaron hacerle lo mismo que a Stan y Wendy, pero lamentablemente la pequeña murió. El anfitrión en un acto de ira bañó a Craig completamente de ácido, matándolo al instante. El cuerpo de Craig fue colgado en una habitación para que los adefesios sepan que les pasará si ellos escapan, si no sonríen, si no hacen lo que él quiere.
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Dark Wood Circus (South Park AU)
Short Story¡Oh! ¡Estás aquí! Esta noche te mostraré el triste destino que algunas personas tienen que cargar en este mundo. Niños que fueron abandonados por Dios convirtiéndose en adefesios, niños que apenas pueden cargar con sus pecados. Lloraron hasta que su...