Siete chicos se ven enfrentados a un asesino que ha comenzado a destruir sus vidas. ¿Cuáles son los pensamientos que motivan a aquel monstruo? Y lo más importante... ¿Quién es?
Esta historia tendrá saltos narrativos entre el presente y el pasado...
Aquel hombre parecía más tranquilo, su dolor había desaparecido casi por completo y no demoró en retomar su actitud amenazante.
- ¿Estás enfermo? - preguntó el muchacho.
- Eso no te incumbe... no te molestes en preguntar - respondió fríamente.
- De todas formas voy a morir - el chico se encogió de hombros restando importancia al asunto.
- Mocoso... no actúes como si no tuvieras miedo... se que haces un enorme esfuerzo para no orinarte en los pantalones - se rió en su cara - ahora cierra la boca y escucha.
Yoongi se preocupó por Jimin cuando se enteró que lo estaban siguiendo, automáticamente pensó que kyung soo era quien lo atormentaba sacando fotografías a sus espaldas. Necesitaba asegurarse de que el menor estaba bien, sabía perfectamente que él no pediría ayuda ya que siempre fue el más reservado de todos.
Jamás ponía problemas cuando el resto de amigos lo molestaban, siempre tenía una sonrisa en el rostro cuando alguien necesitaba su apoyo, él siempre estuvo ahí para escuchar a todos. En particular era muy cercano a Yoongi, el mayor le había enseñado a tocar el piano con mucho esfuerzo y Jimin se vio muy agradecido cuando Yoongi le prestaba atención, tenían muchas cosas en común, como por ejemplo que no tenían a nadie cercano, pero ambos se habían acostumbrado a la soledad y ahora se hacían compañía mutuamente o también el amor por los momentos en silencio que les permitían pensar en cualquier cosa.
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Si bien no eran demasiado expresivos y ambos actuaban de una manera más reservada, siempre se sintieron agradecidos el uno con el otro. Incluso en los momentos en que Yoongi llamaba al menor "mocoso aquí" o "mocoso allá", el más joven siempre se sintió protegido y Yoongi sabía que Jimin de cierta forma lo necesitaba. Intentó de muchas maneras demostrarle que no solo contaba con él, si no que también tenía al resto de muchachos, en incontables ocasiones le decía "estaremos siempre juntos, no importa lo que pase" o "si cae uno, caemos todos" y gracias a esas palabras el menor tomó valor y enfrentó el mundo con confianza.
Por todas estas razones Yoongi tenía la necesidad de saber si el menor se encontraba bien, ya había perdido a demasiados amigos como para darse el lujo de descuidar a otro más (y el más importante). Llegó a la Universidad de Jimin para esperarlo a la salida, pero él jamás salió. Cuando había esperado por una hora entera se preocupó y llamó incontables veces a su móvil, pero Jimin no respondía.
Maldijo por lo bajo e intentó pensar en dónde podría estar, se le ocurrió preguntar a los chicos que aún salían de la Universidad si lo había visto y una chica bastante guapa le contó que Jimin no había aparecido por ahí los últimos días y que las ultimas veces que fue se había desmayado dos veces.
