Universidad de Princesas (SIN EDITAR)

Universidad de Princesas - Capítulo 2: Circo Real

Capitulo 2: Circo Real

Era un circo, y yo era la atracción. El fenómeno. No podía evitar por más duro que tratare, no sentirme ajena, me sentía como sapo de otro poso. Si lo que intentaba era sentirme a gusto, todo el circo real que me rodeaba no ayudaba en lo más mínimo.

            La entrada estaba atestada de fotógrafos. Por donde miraba podía ver las camionetas rodeando el lugar.

            —Katrina, sé que por más que lo prefieras, no podrás quedarte aquí para siempre —dijo Fred, un tanto sarcástico ya que hacía quince minutos que habíamos estacionado y yo todavía mantenía mi trasero pegado al asiento.

            —Es que…¡Míralos! ¡Van a dejarme ciega! ¿Qué no hay nadie que haga algo para que retrocedan? —protesté furiosa.

            —Tú sabes mejor que nadie que no hay nada que se pueda hacer. Simplemente, baja del auto. Sonríe y cuando menos lo pienses esto acabará.

            Los fotógrafos estaban en la entrada, por poco no abrían la puerta del auto y se sentaban a mi lado. Estaba aterrada y de no hacer sido por Fred y los demás guardaespaldas, todo habría terminado de un modo horrible. Me sentía una freak, los demás estudiantes que intentaban llevar un día normal más dentro del campus; se volteaban para ver el porqué de semejante alboroto. Incluso me sentía avergonzada.

            Decidí hacer caso a Fred. No podría estar allí dentro por siempre. Iba a tener que salir. Y eso hice.

            Harvard era de lo mejor. Una universidad hermosa en verdad, pero todo eso quedaba arruinado porque no era lo que yo esperaba. Primero era la única alumna que era acompañada por los hombres de negro; segundo el alboroto que creaba mi llegada, imagínense la Princesa de Inglaterra en Harvard. Los estudiantes se asomaban y yo sólo saludaba como si fuera una estudiante más ­—Una estudiante con todos los fotógrafos, con seguridad escoltándola a todas partes, y que había provocado la asistencia de la policía a la Universidad ya que el Decano decidió que aquella situación era inaceptable—.

            Al entrar y caminar por los pasillos sentí fuertes mariposas en el estómago. Era mi primera vez en una escuela en donde había más que sólo dos estudiantes —Siempre habíamos sido Amelia y yo—. El decano Allen me dirigió en un recorrido personalmente por el establecimiento, me había dado varias veces la bienvenida y me había pedido que por favor si algo me molestaba no dudara en hablar con él y que lo arreglaría. Me hacía reír que dijera eso ya que ni bien entré dio un discurso en donde señaló varias veces que la Princesa de Inglaterra iba a ser tratada como una estudiante más. También me aseguró que era un orgullo tenerme allí y que si había algo que él pudiera hacer para hacerme sentir más segura y cómoda que gustoso tomaría las diligencias para hacerlo realidad.

            El día había sido largo e intenso y para cuando el sol se puso y las tareas habían llegado a su fin en lo único que pensaba era en ir a la cama.

            —¿Katrina? —preguntó Fred con una sonrisa mientras se sacaba los lentes de sol.

            Sonreí mientras me le acercaba.

            —El auto te espera. Tenemos que sacarte de aquí.

            —¿Todo en orden? —pregunté arqueando la ceja.

            —Sí. Sólo que el turno de Josh termina en hora y media y el remplazo no estará aquí sino hasta dos días —explicó intentando que lo que dijera no sonara ridículo. Yo sabía que no se debía a eso en sí, era estúpido pero eran órdenes que tenían ellos para protegerme por tanto debía regresar a casa. Era una regla tonta pero una que ellos debían obedecer para no tener problema alguno.