Observando desde lejos...o no tanto

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Ya habían pasado dos días de la llegada de Hermione a  Hogwarts, todo iba normal, clases de encantamiento, defensas contra las artes oscuras, pociones, adivinación, runas, historia de la magia, aritmancia, oculmancia, legerenmancia, ECT; eso incluía tardes enteras en la biblioteca haciendo sus tareas y trabajos y ayudando a Harry y Ron, que este año habían comenzado a tomarse los estudios seriamente, cosa que era bastante difícil, ya que en lo único que pensaban era en quidditch y en quiddtch , además Harry pensaba mucho en Ginny en cuanto la quería y BLA BLA, y Ron… en como librarse de Lavender, es que era una persona totalmente exasperante, no se callaba en ningún momento, y para colmo lo seguía a todos lados, a TODOS lados.

Dejando el drama de Ron y Lavender, y Harry que parecía estar en las nubes constantemente, Hermione se sentía sola, aunque pasaba tiempo con Ron, Harry y Ginny, y Luna y Neville, y para su desgracia también con Lavender, no dejaba de sentir que sobraba ya que todos tenían pareja, aunque Ron ya no quería estar con Lavender todavía estaban juntos.  Por lo que Hermy  dio por socializar con gente nueva, o mejor dijo con gente que conocía pero nunca hablaba realmente, como Oliver Wood,  Susan Jones, Erni Macmillan  y  Hannah Abbott. Pero aun así se sentía bacía, ni siquiera las cartas de Victor la animaban, aunque prefería mostrarse alegre frente a sus amigos y compañeros. 

Era miércoles y  Hermione deseaba que ya fuera viernes, estar en clases era un suplicio, era insoportable. Esa tarde Hermione salía de Encantamientos, y se dirigía a la biblioteca, cuando en un momento se sintió observada, era la tercera vez en lo que iba de la semana que le ocurría. Siempre sucedía de la misma manera, cuando se encontraba sola, sin nadie que la rodear, como si algo la estuviera acechando. Pero cuando buscaba a quien pertenecía esa mirada misteriosa  y  anónima, solo la sensación desaparecía como arte de magia.

 El Jueves Herms se despertó muy temprano, más temprano de lo usual, se dirigió al baño y lleno la tina, tomo su baño sin apuros, ya que tenia la habitación para ella sola porque era merecedora del título de Premio Anual, el cual compartía con Luna Lovegood, Hannah Abbott  y Draco Malfoy. Este último había cambiado mucho después de la guerra, era amable con la gente, pero sin perder su seriedad y se disculpo con ella por haber sido tan cruel, hasta la saludaba. Hermione desde quinto año sabía que Draco Lucius Malfoy no era una mala persona, solo era un niño asustado de lo que pudiera sucederle a sus padres.

Luego de su relajante baño se vistió y reviso su mochila para ver si todo estaba en orden. Cuando el reloj dio las  6:40 se dirigió a desayunar. Los pasillos estaban desolados, nadie se encontraba allí… Otra vez esa sensación, pero esta vez decidió pasarla por alto y seguir su camino.

Cuando llego al comedor todos los alumnos estaban desayunando tranquilamente. Hermy de dirigió hacia donde se encontraban Harry, Ron, Ginny…¿Y Lavender? Eso no importaba, mejor dicho era una bendición que no se encontrara allí.

-Saben lo que oído ayer por la noche cuando me dirigía a la sala común?- dijo Harry serio.

-¿Qué?- dijimos todos al unísono.

- Escuche a la Directora Mcgonagall decirle a el profesorSlughorn que el profesor de Encantamientos, Filius Flitwick está desaparecido desde la tarde de ayer y hoy en la mañana confirme que lo sigue estando ya que esa hora la tenemos libre.

Luego el comentario de Harry ninguno volvió a hablar, hasta que Hermione no soporto el silencio y le pregunto a Ron:

-¿Dónde está Lavender?

- Termine con ella.-dijo con cara de aliviado, lo que hizo reír a Hermy, y luego a Ron.

Mientras ellos reían, de pronto se escucho un grito que corto en seco las carcajadas e hizo que todo el comedor se diera vuelta a observar de donde provenía tal alarido.

-RONALD WESLEY!!!! ¡¿QUE HACES CON ELLA?!-dijo una Lavender furiosa.- Apenas ayer terminas conmigo y ya estas con otra.

Ron parecía querer ser tragado por la mismísima tierra, pero también estaba furioso.

-Primero en principal, yo ya no soy tu novio y puedo estar con quien se me pegue la gana, segundo estabas riéndonos, bueno para ser más claros riéndonos de ti y tercero ELLA SE LLAMA HERMIONE!!!!- dijo Ron para luego arrastrar a Herms a Pociones.

A la hora del almuerzo todo Hogwarts hablaba del escándalo que había sido protagonizado por Brown y Wesley. Pero tal acontecimiento fue olvidado completamente a la hora de la cena cuando la Directora Minerva Mcgonagall les comunico que las clases serian canceladas por el momento hasta el lunes y que los de sexto y séptimo tenían permiso para ir a Hogsmade mañana y el fin de semana normal, por lo que los estudiantes de tercero en adelante incluyendo a los mayores necesitaban de sus respectivas autorizaciones.

A la mañana siguiente Hermione despertó exaltada, o mejor dicho como si la hubieran despertado. A pesar de haber despertado bruscamente estaba de muy buen humor, por lo que se dedico un poco de tiempo a su apariencia, demostrando su buen estado de ánimo. Se cepilló y aliso su cabello y se puso unos jeans oscuros y una remera de manga ¾ blanca. La verdad  ella había dado un enorme cambio desde primer año. Cuando llego a Hogwarts era una pequeña castaña, de dientes grandes, sin ningún atractivo físico, pero eso cambio en cuarto año. Su sonrisa se veía deslumbrante, su cabello ya no era una maraña, sino una suave cabellera ondulada y larga hasta la cintura. En quinto año sus facciones que alguna vez se podrían haber considerado insulsas, eran finas y delicadas. Pero su notable cambio había sido ese mismo año, ya no era una niña sino una ya formada mujer, y muy atractiva a los ojos de las personas, aunque ella no se percataba de aquello, ni se consideraba bonita.

Salió rápidamente de su habitación, hacia la entrada del castillo para encontrarse con Harry y Ron, para así juntos a Hogsmade.

-Hola Hermy- dijeron ambos.

-Hola chicos- dijo Hermione alegremente- ¿Nos vamos?

-Si vamos, que quiero ir a la dulcería por grageas.

-¿Es que no piensa en algo que no se con respecto a la comida?- dijo divertido Harry.

-Al parecer no.

-Hey! estoy presente- dijo Ron.

- ¿Y tu donde quieres ir Harry?- dijo Herms

- Pues… a las TRES ESCOBAS a tomar unas cervezas y mantequilla con mis mejores amigos- dijo risueño- ¿Y tú?

- Si me acompañan a la librería, yo los acompaño a la tienda de quidditch- dijo con ojos de gatito desamparado.

-Sabes que no nos podemos negar cuando haces eso- dijo Ron mientras los tres reían. 

La tarde paso rápidamente entre risas grageas y cervezas de mantequilla. Pero ya estaba llegando a su fin; Harry y Ron acompañaban a Hermione a la Librería dejando atrás a la tienda de quidditch. Luego de comprar los libros que según ella necesitaba, iban de regreso para tomar un carruaje, cuando estaban por subir Herms se dio cuenta que le falta su bolso, por lo que decidió ir a buscarlo a la librería, ambos muchachos se ofrecieron a acompañarla pero ella se negó todas las veces.

Afortunadamente su bolso estaba en la librería, el camino de vuelta fue solitario, no había nadie en la calle…solo nuevamente la sensación de ser observada…y…perseguida, por lo que apretó el paso. Llego al carruaje y subió rápidamente, tratando de olvidar esa sensación, diciéndose a si misma que era su imaginación.

No muy lejos de allí alguien veía a una castaña irse asustada…

Having my own wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora