Trátame suavemente| [Matias Fernández]

Capítulo 45: "Completa"

Llegamos a la casa de Matias y las niñas corren a abrazarme, me siento más queridas de lo que me he sentido en mucho tiempo. Me siento tan feliz en esta casa, me siento completa. De alguna forma me doy cuenta que esta es la felicidad que tanto había estado buscando, la felicidad completa. Miro Matias y no puedo evitar que una sonrisa de oreja a oreja se asome por mis labios. Una sonrisa completa que hace días no era capaz de hacer.

En la noche cuando ya estaba por dormir, veo la sombra de Matias sobre mi puerta. Es decir, sé que es Matias porque por la sombra no puede ser nadie más.

-Agnus, ¿Puedes venir un poco para que conversemos?

-¿Ir donde?

-A mi Pieza-. Me gustaría ser valiente, me gustaría dejarme llevar por mi cabeza pero por algo mi papá siempre me ha dicho que soy puro corazón, puro y completo corazón por lo que como imaginaran no pude decirle que no, así que me levanto y lo digo, aun estando en pijama. Matias no me había visto con este pijama porque me daba vergüenza que me viera así pero ya que.

-Agnus, mi amor, yo de verdad... De verdad quería pedirte disculpas porque lo que hice sé que esta mal, lo se mi amor pero, si Hubiera sabido que era tu mamá, si hubiera sabido que te iba a hacer daño te juro, te juro por lo que queraí que nunca lo había echo-. Comienza a decir todo muy rápido cuando nos sentamos ambos en la cama-. Agnus, tu lo erí todo para mi. Contigo me di cuenta que nunca estuve enamorado de la Ale, nunca me sentí completamente feliz hasta que te vi. Pero me carcome por dentro la culpa, porque sé a que te hice mal pero quiero que entendaí que esa nunca fue mi intención. Me duele tanto hacerte daño mi amor, duele como nunca antes me había dolido algo... Pero... Pero, eres tu y solo tu mi luz Agnus. Me di cuenta que todo este tiempo viví en la oscuridad hasta que llegaste tu, vivia sin sentir, hasta que llegaste tu a derrumbar todos mis esquemas. Pero, nunca había sido tan feliz de que alguien me derrumbara

Me quede callada suponiendo que iba a decir algo más pero no lo hizo, tenia los ojos llorosos y me temblaba la pera. Quería llorar. Pero no lo hice. Luche por ser la mujer fuerte que quiero ser. No pude responderle a Matias así que solo me insto a inclinarme para darle un Beso, a penas mis labios entran en contacto con las de él se le forma una sonrisa en los labios. Al igual que a mi.

Y así dormirmos ambos, en la misma cama, como nunca antes (antes, después de tener sexo yo me iba a mi cama y él se quedaba acá) dormimos juntos aunque nada pasa, o más bien no pasa nada a nivel físico porque en cuanto a lo espiritual y sentimental pasa de todo. Me duermo con su mano entre la mía mientras ambos nos miramos, haciendo sentir mi mano más completa que nunca.

A la mañana siguiente, decidimos ir a almorzar a mi casa ya qué a los niños les toca estar con Alejandra. Sabemos que sera algo difícil ya que estará mi madre, pero si queremos ser felices vos ju tos vamos a tener que afrontarlo algún día. Llegamos y abre mi papá, con una sonrisa gigante suponiendo que era yo, aunque dicha sonrisa cae al mismo instante en que sus ojos observan a Matias.

¿Que mierda?

Nos sentamos en el comedor y es todo muy tenso y eso que aun no llega mi mamá

-Papá, te quería contar que Matias y yo... Volvimos-. Digo, nuevamente sin poder evitar la sonrisa.

-¿Que?-. Pregunta con voz gangosa y casi con asco-. No hija. No quiero. Quiero que él mismo se vaya de esta casa.

Mi alma completa cae al piso en ese instante.

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Se viene el final😢😢 #masnahlesdigo