Elizabeth Young, ruda, fuerte, cínica, sarcástica, valiente, fiestera, ojos celestes seductores, melena rubia, cuerpo perfecto, alta, simplemente... Perfecta, ella era la vampira de mis sueños con la cual compartí mi infancia, pero me la arrebataron...
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El invierno estaba a su màximo, los copos de nieve caìan, y eso que hoy era un dìa soleado pero frío, los adolescentes hormonales reían y decìan vulgaridades y lo único que les importaba era en donde se emborracharan el fin de semana, como sea, a lo que voy es, ir a esta prepa es lo màs aburrido y patético que pude hacer.
En las afueras de instituto, ya se habían acabado las clases del día, prendì un cigarro mientras esperaba a Damon, Elena estaba con sus amigas en no se donde, no pensaba cuidarla, y mucho menos estarla siguiendo, hice el intento por Stephan y Damon, no funciono, lastima. Vi que Damon se aproximaba en su coche clàsico, tira mi cigarro y lo aplaste con mi bota, y le dedique una sonrisa y el respondió con una.
-Pense que me abandonabas ene ste infierno.- le dije haciendo puchero y metiéndome al coche, las miradas de los adolescentes se sentían.
-Jamàs bebe- me contestò y se acerco a darme un beso lento y salvaje en los labios que tanto extrañe.
Arranco el coche y nos fuimos.
-No vuelvo a ese infierno ¿entiendes Damon? no soy niñera de esa - le dije refiriéndome a Elena, -ya esta grandecita para cuidarse.
-No te preocupes que te tengo una sorpresa.
-¿Què es?- pregunte con curiosidad.
-Nos vamos a New York en este momento-.
-¡Te amo!- le grite y lo abrace y el solo se riò, ¡al fin! solo Damon y yo solos y un descanso delicioso...
Prendì la radio, un cigarro, le di uno a èl, saque mi botella de vodka especial de mi bolsa y cantamos a todo pulmon...
