El sol entraba fuertemente por la ventana de la habitación de Damon, por un momento me deslumbro, trate de pararme pero un fuerte cuerpo me lo impidió, Damon.
Con mucho cuidado levanté su brazo, me levanté, y fui al que ahora sería mi armario, saque unos Shorts negros, un teen top negro básico que dejaba ver mi esbelta figura, una camisa de cuadros rojos con negro abierta, y por último mis botas negras, era un día caluroso y me quería asegurar de que no me diera calor por nada del mundo ya que el calor es algo que detesto.
Me puse mi ropa, fui al baño y me mire al espejo, peine mi lacio Rubio y largo pelo y lo hice hacia un lado, con mi lengua jugué con mi piercing negro en el labio inferior mientras pensaba como me maquillaría, no necesitaba base ya que mi piel era pálida, puse sombra negra en mis ojos, rímel, y delineador, lo básico, y por último un poco de bálsamo para los labios, mis labios eran color rosa claro y brillantes así que no necesitaba ningún lipstick.
Salí del cuarto de Damon que dormía con placer y ternura, fui hacia la sala donde se encontraba un cuerpo de una de las chicas que ayer matamos, tome su cuello y le quedaba un poco de sangre así que la vacíe por completo, me limpie con mi manó la sangre que recorría por mis labios y me levanté, cuando me di cuenta que Damon ya estaba levantado con unos jeans oscuros, y poniéndose una camisa negra, me acerque a el y le di un tierno beso en los labios.
-Ven, vamos a darle los buenos días a Stefan y su noviecita la doppelganger- lo tome de un brazo, subimos las escaleras hasta estar enfrente del cuarto de Stefan, con mucho cuidado y sigilo entre, me acerque a un Stefan tierno e indefenso que dormía, y a su lado Elena, tome su anillo con cuidado de no despertarlo, fui a las ventanas que unas cortinas las cubrían, tome las cortinas y las abrí haciendo que el sol entrara donde se encontraba el cuerpo de Stefan, el se empezó a quemar, grito y rápido se fue a la sombra, Damon y Yo no aguantamos la risa, por lo visto Stefan no lo vio tan chistoso como nosotros su cara sería demostraba todo.
-Que chistosos son- nos dijo, yo le aventé su anillo y el lo atrapo y se lo puso, yo di media vuelta y ya casi salía de la habitación.
Tanta fue la risa que no me di cuenta que su damisela se despertó, y su angelical voz hablo haciendo que me detuviera.
-¿Que acaso eres tonta o que?- Dijo Elena enojada en la cama, yo me di media vuelta y con paso rápido y decidido fui hacia ella la tome del cuello y la alce haciendo que chocara con la pared, ella trataba de zafarse pero era imposible.
-Creo que la tonta aquí mi reina eres tu, no te conviene tocarme los huevos- le dije, y Stefan hablo.
-Suéltala, no ganas nada- claro que si ganaba algo, el placer de ver sufrir a esa ratita que le corre a todo y se va a proteger con los Salvatore, no muy convencida la solté rápidamente, ella fue al suelo le costaba respirar pero al final lo logro, salí de la habitación enojada, me dirigí a mi habitación y la de Damon, tome mi celular y un paquete de cigarros y los puse en el bolsillo de mi short
Salí del mi cuarto, baje las escaleras y me dirigí a la salida de la mansión, Damon me siguió.
Ya no aguantaba a esa mocosa entrometida, 1 día y ya la odio.
Caminaba rápido, con pasos definidos y seguros, y el enojó se me notaba a kilómetros.
-Effy ¿Se puede saber a donde vas?- dijo Damon detrás de mi tratando se seguirme el paso.
-Ni yo se Damon- levanté la voz.
Damon me tomo por el brazo y me volteo para que lo viera a los ojos.
-Hey nena, tranquila- me dijo, levanto su mano y pasó un dedo por mi cachete delicadamente- ven, vamos, tu sígueme-.
Caminamos y hablamos hasta llegar a una especie de picnic en el bosque donde se encontraban puros adolescentes de 16-20.
-¿Que es esto Damon?- le pregunte viendo todo, era tan colorido y brillante que me deslumbraba los ojos.
-Vas a conocer a todos y después una buena comida- me tomo de la cintura como si fuera de su propiedad, sentía la mirada de varios hombres, la mayoría estaban guapos, pero yo estoy con Damon y nada me va hacer cambiar de opinión.
Me guió hasta donde estaba una rubia con pelo ondulado y corto como a los hombros, y la pobre estaba plana de las pompas...
La rubia se volteó a vernos y se sorprendió por la visita de Damon luego volteo hacia mi y me miro confusa.
-Ohh hola Damon que sorpresa ¿Y Elena?- yo bufe cuando escuche eso pero sólo Damon escucho.
-¿Que no ahí alguien que no se preocupe por esa ratita?- dije en tono cansado y molesto, la rubia iba a quejarse pero Damon la detuvo.
-Caroline...- dijo Damon y la miro con ojos de "calma". Entonces el nombre de la rubia de ojos cafés se llama Caroline...
Me di la vuelta y fui a una hielera con cervezas, tome una, la abrí y metí el líquido entre mis labios, si algo que podía disfrutar siempre era cerveza en un día caluroso.
Me voltee y vi a Damon hablando con un señor como de 35, Caroline se acercó a mi y se paró a mi lado.
-Perdón, no empezamos bien, me llamo Caroline- me extendió la mano, la cual no respondí, sólo la vi, no me gusta que desconocidos me toquen.
-Elizabeth, Effy- le dije seca y fría, no es que me calló mal sólo que si se esta ahogando y yo paso alado de ella hasta la saludo o si se esta quemando y tengo un vaso de agua, me lo tomo.
-Okey...- dijo insegura e incómoda, me encanta incomodar a la gente.
-¿Vampira desde cuando?- le pregunte, pude oler desde kilómetros a vampiro y más ahora que la tengo enfrente.
-1 mes, fue una vampira llamada Katherine, dudo que la conozcas- me dijo Caroline.
-Si supieras lo bien que la conozco...- susurre, empece a jugar con mi piercing con la lengua ya que me empezaba a aburrir.
-¿Tu cuanto?- me pregunto, se refería a cuantos años tenía.
-Mucho más que tu- le respondí ladeando la cabeza y levantando las cejas.
-Perdón por preguntarte esto pero ¿Que eres de Damon?- Caroline me calló un poco bien.
-Novia desde hace 200 años- sonreí y me reí levemente, ella se sorprendió y sólo pronuncio un "ohhh"
-Bueno disfruta el día- me dijo y sin más ni menos se fue con una coca cola en la mano.
Me senté en el pasto a beber mi cerveza observando todo aquello que se moviera, la brisa era leve pero refrescante.
Me quede viendo fijamente a Damon, tan apuesto, con una expresión dura pero sexy, alto, buen cuerpo, simplemente perfecto.
Recordé todas las aventuras que pase con el, nuestra infancia, nuestras peleas, todo, hasta que se me vino a la mente el día que escape, fui a dar hasta New York, de ahí fui a Las Vegas, cada momento pensando en Damon, tenía gente que lo vigilaba y me decía que tal estaba por mi, por eso me entere de todo, esperaba y anhelaba el día en que regresaría a Mystic Falls, el día en que volvería a ver a Damon.
Damon se volteó y me miro con sus sexys duros ojos celestes y se conectaron con los míos, me hizo una seña para que vaya con el, me pare, tome mi cerveza, tome un cigarro y lo prendí, me dirigí hacia Damon y me pare frente a el.
-Ven, vamos a la casa- guiño un ojo, me dio su mano y la tome.
Fuimos caminando 10 min hasta la casa, entramos y como no, Elena.
-¿Dónde estabas Damon?- Damon iba a responder pero me enoje que le hablará así y le respondí yo.
-Haciendo algo más creativo que salvar tu pequeño trasero ratita- le dije con una sonrisa cínica y de lo más fingida.
-Effy...- dijo Damon rodando los ojos, yo sólo me reí de que Elena se largó toda indigna con Stefan que estaba sentado en el sillón.
En eso Bonnie y la tal Caroline entraron a la casa y se sentaron en el sillón de alado de Stefan y Elena.
Damon se sentó en un sillón solo aparte, fui a la mesita de alcohol que tenía Damon y serví Bourbon en dos vasos, fui con el, le di uno de los vasos y me quede con el otro, me senté en sus piernas de lado y el paso su razón en mi cintura.
-Katherine volvió- Anuncio Bonnie con rostro de preocupación.
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Blood (Damon Salvatore)
FanfictionElizabeth Young, ruda, fuerte, cínica, sarcástica, valiente, fiestera, ojos celestes seductores, melena rubia, cuerpo perfecto, alta, simplemente... Perfecta, ella era la vampira de mis sueños con la cual compartí mi infancia, pero me la arrebataron...