Famous »Alan Navarro.

Capítulo 31

Me miré en el espejo de nuevo, antes de salir.

Tengo mil kilos de maquillaje en la cara y aún se notan mis grandes ojeras.

Genial.

Tomé mi bolso y bajé, dispuesta a ir a las oficinas.

-Oieee. -Gritaron-

Me volteé.

-Buenos días José. -Reí-

Se veía fatal.

¿Recuerdan el día de la fiesta de antifaces? Bueno, está igual.

-¿A donde vas? -Preguntó-

-A trabajar. -Respondí-

-¿Trabajar? -Alzó una ceja-

-Es lunes, Jos. -Hablé obvia-

-Mi.Er.Da. -Soltó-

-¡JOS! -Regañé-

-Avisa que llegaré tarde.

Y sin más, se fue, perdiéndose por las escaleras.

Pobre José.

Salí de la mansión y caminé hasta las oficinas, gracias al cielo, quedaban cerca.

Tanto, que en el camino, me dio tiempo de comprar un chocolate caliente. De li cio so.

Llegué pasados unos minutos, tenia entendido que era la puerta marrón, la tercera a la derecha, así que decidí entrar de una vez.

En el acto, alguien más iba saliendo, y por ende, la mitad de mi bebida quedó sobre su playera.

-Dios, yo, lo siento.

Levanté mi vista.

No, en realidad, lo haría de nuevo.

-Tranquila. -Negó-

-Son sólo un par de gotas. Se secará. -Informé-

-Eso espero.

Sin decir palabra alguna tomó el borde de su playera con ambas manos y lo haló, sacándose ésta por completo.

DIABLOS.

No, nada de pensamientos así, _____.

Sin más, me senté en uno de los sofás a esperar que llegaran los demás.

Sí, sólo éramos Alan y yo.

Ah, y él está sin camisa.

Minutos pasaron.

Nadie llegaba.

-¿No piensas hablarme? -Soltó-

-En realidad, no.

Dándola.

-¿Ahora qué hice? -Suspiró-

-¿En serio tienes el descaro de preguntar? Já. -Solté una risa carente de humor-

-Si lo supiera no preguntaría.

-¿Quieres que te lo diga? -Asintió- bien.

Me levanté de golpe, él, hizo lo mismo.

-Pasa, que canté esa canción contigo, el sábado, lo recuerdas? -Asintió claramente desorientado- bueno, al finalizar lo recordé todo, sí Alan, ese día después de que me buscaste en el bar y me llevaste a mi departamento tú y yo... Hablamos, me explicaste todo lo de Anai, era por tus mánagers, salías con ella sólo por compromiso, pero... Ayer la llevaste a la fiesta. -Pausé, ya las lágrimas quemaban en mi garganta- me compré un vestido para ti, estaba dispuesta a aclarar todo, a que fuera como antes, ángel, pero no, tú... ¡lo arruinaste! -Solté-

Entonces, un silencio abrumador inundó la oficina.

Él miraba un punto fijo, sabía que miles de cosas pasaban por su mente.

Me miró.

Esos ojos.

Sus manos terminaron en mi mejilla, dejando varias caricias.

Entonces, me besó.

Me besó de la forma más descarada posible.

Más sin embargo, no lo detuve.

Sabia que estaba mal, yo estaba molesta pero...

Es Alan Navarro, señores. No puedo resistirme.

Después de esa muestra de afecto, se separó, me miró fijamente a lo ojos.

-Cada una de las palabras que esa noche salieron de mi boca, fueron las más sinceras que jamás dije en toda mi maldita existencia, ángel. -Soltó-

-Pero...

-Anai, sé que preguntarás por ella... Esa noche en la que cantamos y te fuiste sin más, me destrozaste, creí que... Ya todo había acabado, que ya no sentías lo mismo, así que la invité a ella para darte... Celos. Sabía que funcionaría. -Sonrió victorioso-

-Pero...

-Además, cuando te vi hablando con Gustavo, diablos, algo en mí de rompió, no... No te veía tan feliz desde que... Estábamos juntos.

-Pero...

-¡Ah! Y ese vestido negro, joder. Te quedaba demasiado bien. -Se acercó a mi oído- deberías llevar ese escote todos los días. -Susurró-

-¿Ahora sí me dejaras hablar? -Él sonrió asintiendo- bien... -Lo miré- sólo te diré una cosa...

Entonces lo besé.

Era el beso más desesperado y lindo al mismo tiempo.

Él tomó mis caderas, pegándome más a él, tanto, que pude sentir su torso aún caliente por el chocolate.

La falta de aire de hizo presente, entonces, nos separamos.

-Eso es un... 'Te amo, ángel, vamos a estar juntos, vamos a casarnos y tener muchos hijos y...

-Eso es un "Me vuelves a dar celos con una plástica y te decapito" -Sonreí-

-Entonces, juntos otra vez? -Preguntó- Sin un Alonso, una Anai o un Gustavo que lo arruine?

-Sí, ángel. -Sonreí-

-Te amo, ángel.

Entonces, otro beso más.

Y otro, más otro, más otro...

Después de esa sesión de besos, decidimos salir a buscar a los demás, antes él tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

Salimos, justo en el pasillo estaba Sandra.

Noté como nos miró, luego miró nuestras manos...

Alan, se tensó por completo.

¿Qué diablos sucede?

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Wkdjskxkskxisnxkljskfsks

Volvieron, los ángeles vivieron.
Me morí.

Ahora todo tiene sentido. Ahre

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Las amoo <3

-Alana♠