Lucy,
Hace dieciséis días que me fui de tu vida. Te estarás preguntando porque estoy escribiendo estas cartas. El motivo es que soy un cobarde, no me animo a decirte en la cara todo esto, no podría ver tus ojos tristes y tus lágrimas caer por tus hermosas mejillas. Y a él odiándome y consolándote.
Lo siento,
Jace.