Calles nevadas, coloridas luces que adornaban las casas, el inconfundible olor a pan y galletas navideñas anunciaban la pronta llegada de una de las más importantes celebraciones; navidad. Todo el mundo se encontraba reunido en familia, excepto por unas de las pocas tiendas que se encontraban abiertas a esa hora de la noche y por un joven de pelos oscuros y alborotados que caminaba apresuradamente buscando desesperado una tienda de obsequios.
Así es, Kaito Kuroba se había excusado con su novio, diciendo que tenía algo que hacer y que llegaría un poco tarde. El problema era que se había pasado mucho de la hora y temía no poder llegar a tiempo para cenar, lo que terminaría arruinando todo.
-¡Aghh! ¿Por qué lo dejé para última hora? -Se regañaba a sí mismo -¡Cinco horas! ¡Cinco horas y no encuentro nada!
La suerte no estaba de su lado, llevaba varias horas buscando sin tener éxito y a medida que pasaba el tiempo, las tiendas iban cerrando poco a poco. ¿Por qué no se decidía por nada? Se preguntarán. Él conocía perfectamente a su novio, ya le había hecho regalos y fascinantes trucos de magia antes, pero, esta vez tenía que ser algo especial, ya que era la primera navidad que pasarían juntos.
-¿Un abrigo? Ya tiene muchos ¿Un reloj? Le había dado uno para su cumpleaños ¿Chocolates? Eso se regala en San Valentín ¿Amor? Eso se lo daría antes de ir a dormir.
Y haciéndose ese montón de preguntas los minutos corrían y corrían dejándolo prácticamente sin tiempo y sin más donde poder buscar.
La joyería es la última tienda abierta –Se dijo –A lo mejor alguna especie de colgante para poner una fotografía dentro. No es su estilo pero ya no sé que más podría ser. De todas maneras se lo compensaré después.
Abrió la puerta y lo primero que vio fue el desesperado rostro del vendedor escribiendo sobre unos papeles.
-Buenas noches, ando buscando un colgante para poner una fot...
-Lo siento pero acabo de cerrar. Se me ha hecho muy tarde y debo ir a cenar con mi familia –Se excusaba el vendedor.
-Por favor, será rápido.
-De ninguna manera, vuelva pasado mañana y podré atenderlo.
-¡No! ¡Usted no entiende! Es para regalo de navidad, por lo que lo necesito ahora.
-Tengo diez minutos para llegar a casa o mi esposa me matará.
-Se lo ruego ¡Le pagaré el doble!
-Ni aunque fuera el triple. No tengo tiempo, ya he guardado todo.
Kaito observaba las vitrinas, cada una de ellas vacía. Sus manos comenzaron a temblar de desesperación, el vendedor parece haberse percatado de su actitud por lo que accedió a ayudarle.
-Está bien muchacho, te ayudaré, después de todo estamos en víspera de navidad y sería un acto horrible si no te ayudo. Pero que sea rápido.
-¡Muchísimas gracias! -Kaito suspiró aliviado y observó el cuadrado de terciopelo con colgantes que el vendedor le extendía sobre el mostrador.
Escogió uno en forma rectangular, sencillo, pero era lo que más encajaba al gusto de su pareja. Además con una linda fotografía de ellos dos se vería bastante bien. Pagó el precio normal por el, ya que el vendedor no permitió que le pagase de más. Eternamente agradecido abandonó el lugar y se fue a sentar apresuradamente a un banquito para envolver el obsequio.
En acto de una vieja costumbre levantó el pequeño colgante hacia la luz de la luna –La fotografía que nos tomamos en nuestra primera cita estará bien –Dijo.
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Navidad para tres (KaiShin-Yaoi)
Fiksi PenggemarKaito busca desesperadamente un obsequio para su novio Shinichi la misma noche del 24 de Diciembre, ya que quiere impresionarlo no logra conformarse con cualquier cosa. Cuando finalmente lo encuentra, un pequeño niño le arrebata su compra de las man...