➣助けて(Ayúdame).

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❃   Sus ojos brillaron al leer la placa a un lado de la puerta; ésta contenía el nombre de su difunta esposa, dando a entender que esa era la habitación concerniente a su hijo o hija. Su paso tan lento y desganado, fue reemplazado por uno desesperado y apresurado al pasar por esa puerta. Podía observar como el cuerpo de su mujer era mantenido a través de un respirador artificial, con muchos cables conectados a ella, y a su vientre.

   Se acercó, acelerando el movimiento de sus brazos y muletas, sin importarle el dolor en su pierna fracturada. Ése era el primer lugar al que deseaba ir con todo lo que quedaba de él. Nagisa llegó a la habitación, viendo como las muletas caían, y cómo Karma abrazaba el cuerpo de su hijo, aún ignorando el dolor que le provocaba esa posición; Shiota corrió a asistirlo, ayudándolo con sus muletas y acercando una silla para que pudiera sentarse en cuanto se reincorpore.

—Akari... —murmuró, con su rostro reposado sobre su cuello, abrazando fuertemente ese cuerpo inerte, junto al vientre abultado que tanto resaltaba.

—Akabane, siéntate, te harás más daño. —dijo de forma suave; señaló la silla a su lado, intentando convencerlo.

—¡Deja de hablar de daños cuando tú eres el culpable de todo! —exclamó, sujetando más fuerte el agarre sobre ella. Un pequeño silencio se formó durante algunos.—. Vete, déjanos a solas. —esta vez, su voz se quebró al final; a Nagisa se le formó un nudo en la garganta al ver tal escena, sintiendo la verdad en las palabras anteriormente salidas de la boca de Karma.

   Se alejó, sin decir una palabra. Se instaló en el marco de la puerta, con los ojos llorosos y un doloroso sentimiento en el pecho. Pero no tan doloroso como el que Karma portaba.

   Luego de algunos minutos, él se afirmó en la silla, apegado a la camilla mientras sujetaba la mano de Akari. Sólo se encontraban ellos en la habitación, y era más que suficiente para que algo se quebrara dentro del pelirrojo.

—Es difícil para mí saber que no estás aquí. —murmuró con la voz quebradiza. Tocó el vientre que aún mantenía con vida a su hijo, con una gran sonrisa plasmada en sus labios.—No importa qué, seremos una gran familia nosotros dos, ¿cierto?. Mamá estará con nosotros, aunque no podamos verla. —susurró.

   Las primeras lágrimas que recorrieron sus mejillas, fueron debido a las pataditas que recibía a través del vientre.

—Siempre creí que tus primeras pataditas las sentiría tu mamá, antes que yo. —mencionó, con un pequeño brillo adornando sus ojos; no eran sólo lágrimas, eran la desesperación de una persona que lo había perdido casi todo.

—Ya entró en los seis meses, Karma. —dijo una voz a sus espaldas, la cual supo reconocer al instante, seguramente debido al hecho de que era la que más solía escuchar últimamente.—Dentro de dos meses le harán cesárea para ponerlo en una incubadora. —informó Manami.

—Y matarán a Akari. —agregó con amargura en su voz. Rechinó los dientes, manifestando su enojo.

—Sabes que no es así. —intentó acercarse hasta Karma, quién se encontraba de espaldas ella, retractándose al notar las pequeñas lágrimas manchando sus mejillas.—Hace un par de días le hicieron una ecografía. —mencionó.—¿Quieres saber el sexo del bebé?

—Ella siempre decía que sería una hermosa niña. ❃

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🌈Espero que les guste.(?🎉
🌈Pregunta; ¿Quieren que Gakushū aparezca, o prefieren dejarlo a un lado?☁
🌟Feliz año, aunque no sé si será la última actualización de 16'.🌠

》He did a mistake.《 ⓀⒶⓇⓂⒶⒼⒾⓈⒶDonde viven las historias. Descúbrelo ahora