Escapatoria

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Suena mi móvil, iba a dar el primer paso para poder escaparme pero mi padre se despertó, mierda, mierda, mierda.

-¿Diga? Dije con una voz un poco cabreada pero en voz baja.

-¿Tía dónde estás? Era Julia la que estaba en el teléfono, cerré la

puerta de nuevo sin que nadie se diera cuenta y mientras que mi madre hablaba muy alegremente con mis tíos de Málaga, en realidad mis tíos eran buenas personas e incluso mi prima, sólo que ya no era como antes.

-¿Cómo que dónde estoy? ¿Dónde quieres que esté? le pregunté mientras que miraba el póster de XRIZ junto a CHK que tenía junto a la ventana que me había dado mi prima hace tiempo y ponía 15 de Febrero, era de uno de sus últimos conciertos que hacían juntos por lo que recuerdo. En esos momentos empezó todo a darme pena.

-Mira por la ventana. Me decía Julia mientras que reía.

Me asomé a la ventana, alguien me saludaba, Julia, ahora que vía bien.

-¿Vienes conmigo al concierto entonces? Le pregunté un poco más alegre y subiendo un poco el tono de voz.

-Pues claro, no te iba a dejar sola, eso estaba clarísimo. Se me vino una sonrisa de oreja a oreja, saludé desde la ventana a Julia. Ahora si que si, no sé cómo me iba a volver a escapar, pero aseguro de que sí que me iba a escapar.

-Vale, tenemos un problema. Estoy castigada y no puedo salir voy a ibtentar escaparme porque no tengo otra cosa que hacer.

-Más te vale correr si quieres ver a Cristian desde cerca. Me dijo Julia dando pasos hacia el portal de mi casa.

Colgué el teléfono, cogí mi bufanda de color negra, los tacones para ver mejor, más alto. Me asomé a ver si mi madre seguía hablando por teléfono, sí, y mi padre se había quedado de nuevo dormido. Ahora o nunca, pensé mientras que hacía la señal de la cruz cogí mis tacones en la mano izquiera y el móvil, dí tres pasos nada había ocurrido, corrí a la puerta y cerré la puerta suavemente casi sin hacer ruido. Bien, nadie se había dado cuenta de que había salido de casa, bien, salí corriendo escaleras abajo, el vecino de enfrente salía de su casa, me hechó una mirada de arriba abajo.

-¡Quién te cogiera! Dijo, no le hice caso, seguí bajando las escaleras y al llegar al último tramo miré hacia arriba, estaba aquel chico bastante atractivo con barba mirándome y yo sonreía.

-Haber, que sólo tengo 14 años, le dije en voz baja para que nadie se enterara sólo él y yo.

Me senté en la escalera, Julia estaba esperándome en el portón mirando el móvil. Me puse los tacones y abrí la puerta allí estaba Julia, le dí un abrazo tan feliz como una perdiz y fuimos de camino.

-Gracias por acompañarme, esto es importante para mí. Le iba diciendo, caminábamos hacia la plaza San Antonio, que ilusión ver de nuevo a XRIZ era importante, pero como no de nuevo sonó mi móvil.

-¿Quién es? pregunté mirando a Julia frunciendo el ceño y caminando cuidadosamente para no caerme con los tacones.

-No te importa si no voy a Cádiz, prefiero quedarme aquí en Málaga con mi novio.

Me tranquilicé era mi prima la querida.

-Tranquila, puedo vivir sin ti. Le dije llegando a la plaza. Había mucha gente y Julia me miraba con cara de ilusionada.

-Bueno pues entonces genial. Dijo ella con voz de tranquilidad.

-Bueno pues adiós. Colgué el teléfono a mala leche, porque para decirme eso y decirme en la cara que no me quiero mejor lo leía por wats.

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