¿Fan?

No, tal vez no se dijera que estaba sola.

Julia me miró, yo la miraba todo constaba de ella.

-Julia, di que si por favor. Le decía susurrándole al oído y mirándole haciendo que se pusiera nerviosa. Crítika me miraba, y Sáik miraba a Julia, todo dependía de su decisión, estaba nerviosa. -Bueno, pero hoy me quedo en tu casa, decía Julia mientras que me miraba.

-¡Claro! Le dije mirando a ella y la cogí de la mano, luego le dí un beso en la mejilla. Sáik nos miraba y sonreía mientras Crítika miraba la cara de Sáik.

-Bueno, yo voy a recoger las cosas, os espero en la puerta.Dijo Crítika saliendo del camerino.

-Claro ahora vamos. ¿Y sabéis vosotras algún sitio para comer? Julia me miró

con cara de no saber nada y yo tampoco tenía ni idea de saber dónde podían comer.

-Mmnn... Telepizza. Dijo Julia riéndo mientras que la miraba yo intimidándola y riéndome a carcajadas.

-Bueno vamos, ya buscaremos otro por aquí, y si no pues vamos al telepizza. Rió, luego cogió su mochila y fuimos hacia fuera dejando cerrado el camerino.

No sé que hora era, pero era de noche, esto me hacía sentirme mayor de lo que era, y que mi madre me dejase era todo un milagro. Salimos de aquellas cuatro vallas metálicas que había

para separar a toda la gente. Miraba a Sáik y no me separaba de Julia, estábamos en la puerta cuando XRIZ se montaba en el coche y se iba, esto hacía que mi corazón se incogiera de ninguna manera. Todas las chicas esperaban a por Cristian y nadie esperó ni a Crítika ni a Sáik y eso me hizo ponerme de mala leche.

-¡Vamos! Dijo Crítika mientras pasaba hacia fuera con una sonrisa. Estaba mucho más nerviosa que antes ahora. Luego Crítika se quedó quieto, paralizado, Julia y yo nos miramos.

-Pero ¿Dónde vamos? Dijo Crítika girándose hacia nosotros y mirándonos con cara de preocupado.

-Ahora que caigo, creo que conozco un buen Italiano aquí cerca. Dijo Julia mirándo hacia Crítika pensando.

-Pues vamos allí ¿No? Preguntó Crítika mirando a Sáik.

-¡Claro! Miró Sáik a Crítika sonriendo. Luego Crítika se paró, miraba a Julia, nosotros seguíamos caminando y se puso junto a Julia y a mi lado.

-Bueno Julia, tú mandas. Le dijo mirándola, luego le puso el brazo por encima del hombro. Julia se puso a poner roja, de vez en cuando me miraba y yo la miraba haciendo muecas con las cejas intentando decirle que se dejara llevar. Creo que a Crítika le había gustado Julia y eso en realidad me hacía sonreír.