Se había enterado.

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Cogí las llaves que calleron justo delante de mis pies.

-Okey, abriré yo, me hace ilusión. Sáik rió. Los chicos se fueron, estaba sola junto a Sáik esto era incómodo y a la me hacía estar tranquila.

Entramos en el coche, normal, encendió el coche, estaba todo oscuro. ¿Donde me llevará? Pensaba mientras que miraba lo

bien que conducía.

-Te voy a llevar a un sitio especial.

-¿Especial que yo no conozca de aquí? Pregunte con cara de que si me estaba diciendo que era tonta, pero él sólo rió y hizo que me riera.

-Tú sólo mira, ya verás. Sonreí luego él

me miró y rió inconscientemente. Miraba todo el camino, eh, está parte yo la conozco, sí, la punta, la punta de San Felipe, antes todo esto era discoteca pero no entiendo lo que quería hacer llevándome allí. Estaba callada, lo miraba, luego volvía a mirar hacia otro lado. Al momento paró enfrente de una de las discotecas "Discoteca Imagina" ponía encima de aquel lugar cerrado y triste. Bajó del coche, seguí yo y fui hacia el, no decía nada, sólo miraba aquel cartel mugriento de color azul.

-¿Recuerdas? Me preguntó mirando a mi lado, luego puso su brazo sobre mi hombro cogiendo parte de mis carnes del brazo y apretándolas. Me intenté hacer la tonta, pero creo que no había colado. Sabía perfectamente lo que era y intentaba no llorar, pero lo que yo no sabía era que él sabía lo que yo sentía por todos ellos e intentaba ser fuerte y no llorar como un hombre.

-Hace frío aquí fuera, entremos de nuevo en el coche. Dijo él haciendo caer una lágrima del frío que hacía. No dije nada, sólo entre en el coche.

-No lo evites más, te escuché en el concierto y por eso te traje aquí. Esto me ponía nerviosa, en esos momentos pensaba, "Se ha enterado y le voy a caer mal seguro" Luego siguió hablando. A mí se me calló una lágrima de nuevo, no

podía evitarlo.

-No llores, a mí también me duele.

Puede que esas fueran las palabras por lo que todo esto iba a cambiar.

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