Shikon no Tama

Capitulo I

Titulo: Árbol de arce, árbol de los sentimientos.

Una perezosa pero cálida brisa atravesaba aquel espeso bosque, moviendo con delicadeza las hojas de los hermosos arboles, y uno en especial, un hermoso árbol crecía con lentitud, pero con una belleza inigualable, de unos 10 metros aproximadamente y de un peculiar color rojo, un hermoso árbol arce crecía en medio de un bosque.

Se dice que los sentimientos son como un árbol, si lo amas, crece con amor y da lo mejor de si, mostrando así su belleza, si lo descuidas, crecerán hierva mala alrededor de el, y su elucides no flotara, si lo desprecias, no crece y muere. Ese árbol, aunque no lo sepan, significaría mucho para la sacerdotisa, pues desde que ella llego a esa época, el brote de un árbol de los sentimientos nacería, y ese hermoso árbol que crecía con lentitud, representaba los sentimientos de Kagome.

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Años antes de la muerte de Midoriko.

Una hermosa sacerdotisa con aproximadamente 19 años de edad, de larga cabellera azabache miraba con pesar el cielo estrellado, se encontraba en un gran bosque, con la misión de llegar a una aldea. Paro un momento en medio del bosque para ver el cielo nocturno, desde ese lugar la vista era hermosa. Una única lagrima se derramo de sus hermosos ojos marrones, cayendo en el frió suelo, y un deseo anhelado salio en un leve susurro de sus labios, susurro que se lo llevo el viento. Sin saber que aquella lagrima que había caído en el suelo, fue una semilla, y aquel leve susurro fue la sentencia que condeno a la sacerdotisa que era venida del futuro.

Así es, la lagrima que derramo su rostro era la semilla del imponente árbol de arce, el árbol de los sentimiento, los sentimiento de la sacerdotisa Midoriko y Kagome.

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Kagome iba directo hacia la cabaña de Sango, con la intención de avisarle sobre su ida por un largo tiempo.

-¡Sango!- Llamo la azabache de hermosos ojos chocolates, alegres y juguetones.

-¡Estoy en la cabaña de Kaede, ven!- Vocifero la castaña.

Kagome se encamino a la cabaña de la anciana Kaede para encontrarse con Sango para poder darle la noticia. Al entrar, pudo ver a Sango peinar a una de sus pequeñas gemelas.

-Oye, Sango, me iré de viaje nuevamente- Informo Kagome mientras tomaba asiento en el suelo.

-¿De nuevo?, acabas de llegar de uno y tienes que irte nuevamente, ¿que creen que eres?-Pregunto mientras dejaba de peinar a su pequeña hija.

-Bueno, esta vez no iré a exorcizar una aldea, sino,  para entrenar, sabes que debo perfeccionar mis técnicas- Informo nuevamente.

Sango suspiro levemente. -¿Cuanto tiempo tardaras esta vez?

-¡Tía Kagome, Tía Kagome, ¿se ira nuevamente?!- Pregunto la pequeña Kaname.

-Si cariño, pero volveré luego- Respondió Kagome con una sonrisa.

-Kaname, Kagome, vallan a jugar fuera, estoy hablando con su tía Kagome- Ordeno Sango a sus pequeñas gemelas.

-¡Jugar jugar!- Dijeron al unisono saliendo del lugar.

-Responde- ordeno Sango ubicando nuevamente a Kagome, la vio recoger algunas de sus cosas. -¿Que haces?

-Estoy empacado, y volveré en menos de un año, tal vez mas, tal vez menos, pero cerca de esa cantidad- Respondió Kagome mientras se colocaba su vieja mochila en el  hombro.

-¡¿Por que tanto tiempo!- Grito Sango.

-Tranquila, solo sera dentro de un año, no te preocupes, se que se pueden cuidar sólitos- Respondió Kagome con una amplia sonrisa en su rostro.