Shikon no Tama

Capitulo IX

Título: Una pequeña discordia.

-Que rápido has regresado- Comento Totosai mientras tomaba las mechas de cabellos de la sacerdotisa.

-Solo concéntrate en tu trabajo.- Ordenó el ojidorado mientras tomaba asiento para darle un colmillo al viejo herrero.

-Ya que esto es nuevo para mi... tardaré un poco mas de lo normal.- Le informó mientras buscaba el objeto que necesitaba para sacarle un colmillo al albino.

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1 Semana después...

-Rin, Sesshomaru a venido a verte.- Informo Sango al momento de entrar a la cabaña de Kaede, observo como la pequeña niña se levantaba del piso y salia corriendo tras el albino.

Sesshomaru observo a la no tan pequeña Rin correr hacia el con una enorme sonrisa decorar su juvenil rostro.

-¡Señor Sesshomaru! ¡Que gusto verle!- Exclamo con emoción la pequeña humana. 

Sesshomaru observo a su pequeña protegida, notando leves cambios en su rostro, como pequeñas sombras bajo sus ojos color chocolates, su rostro mas delgado, y su cabello había perdido color, cambios que a simple vista humana no se puede notar, pero para los ojos del albino, cuando se trata de Rin nada se le pasa desapercibido. El albino se arrodillo frente a la niña y coloco su mano en su pómulo izquierdo para acariciarlo.

-¿A sucedido algo en mi ausencia Rin?- Le pregunto con un poco de preocupación en su voz.

-Bueno... hace unos días Rin se desmayo en el bosque, pero no fue nada grave, creale a Rin.- Le informo mientras jugaba con sus dedos y su mirada agachada.

-¿Estas segura?- Le pregunto para nada convencido.

-S-Si... ¿Por qué le pregunta eso a Rin?

-Por nada...- Le respondió para luego levantarse y volver a su estado anterior. -Te e traído algo, extiende tu mano.

La ojimarron extendió la mano obedientemente en dirección al albino, este tomo su pequeña mano y le coloco un pequeño brazalete negro con un colmillo colgando de el.

-Jamas te lo quites, en ningún momento, ¿Bien?

-¡Si señor Sesshomaru! ¡Muchas gracias!- Exclamo la pequeña con evidente felicidad mientras observaba el brazalete en su mano izquierda.

-Cuídate Rin, vengo por ti en un mes y medio, es hora de que vuelvas al palacio.- Le informo el albino a Rin mientras se daba la vuelta para iniciar su marcha.

-Pero... ¿Shippo? ¿La señorita Sango? ¿el señor Miroku? ¿el señor InuYasha? ¿Kaede-Obachan?

-Esos incompetente no supieron cuidarte como se debe, así que cuando venga a por ti, quiero que estés preparada para marcharnos inmediatamente.

-Si Señor Sesshomaru.- Respondió cabizbaja.

Sesshomaru la miro de reojo, no le gustaba la expresión que había puesto su pequeña Rin, pero algo realmente peligroso se estaba aproximando y no iba a dejar a su querida Rin desamparada, la iba a proteger pasara lo que pasara. Se marcho inmediatamente al palacio del Sur sin prisa alguna, aun tenia 3 semanas para estar allá.

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-Tengo que ir a una aldea a por un arco y flechas, no puedo seguir dependiendo de ustedes.- Menciono Kagome mientras se dirigía al Sur.

-Puedo sentir un débil olor a humanos a cierta distancia... ¿Nos dirigimos allá?- Le pregunto el tigre de pelaje blanco.

-¡Uy pues claro!- Exclamo Kagome desesperada.