Capitulo II

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Título: Felinos Problemáticos.

Kagome caminaba en el oscuro bosque, necesitaba descansar, pues no había descansado en ningún momento y ya les dolían los pies, se acomodo frente a un pequeño arroyo y se durmió sin siquiera cenar, estaba bastante cansada, pero antes de dormir tomo precauciones y oculto su presencia y olor.

Al los primeros rayos del sol salir, Kagome se levanto organizando todo para luego reanudar su viaje.

°°°

Mientras que en otro lugar, un albino de bellas facciones y de imponente figura volaba por los cielos, con la intención de ver a su pequeña protegida. Al llegar lo primero que hizo fue buscar a la pequeña Rin, la vio algo triste, junto al pequeño kitsune el cual se encontraba llorando, se acerco con lentitud hasta posarse frente a ellos.

-¿Que sucede Rin?- Pregunto Sesshomaru mientras se colocaba a su altura.

-La señorita Kagome se ha ido, y Shippo y Rin se sienten tristes- Informo la pequeña mientras acariciaba la espalda del pequeño kitsune, este al escuchar sus palabras, su llanto incremento.

-¿A donde a ido?- Pregunto el albino de ojos dorados.

-Se a ido al bosque Tenkawa jinja, a dicho que iba a entrenar y que no volverá por mucho tiempo.

Sesshomaru se quedo asimilando sus palabras, la azabache de ojos chocolates se había ido, y no volvería por mucho tiempo. Se levanto y le entrego el kimono nuevo que le había traído, un hermoso kimono color amarillo pastel con diseños de rosas rojas en las extremidades.

-Gracias señor Sesshomaru- Agradeció mientras tomaba el kimono y lo abrazaba.

Después de eso se retiro, seria raro ir a la aldea sin encontrarla a ella con su singular sonrisa, su ojos llenos de alegría y su cálida presencia, sin tomar mucha importancia en el asunto, siguió con su viaje.

~~1 Semana después~~

-Sango, ¿Donde están las niñas?- Pregunto Miroku entrando a su cabaña.

-Están con Rin, búscalas por el río, deben estar por hay- Informo Sango.

-Bien- Respondió mientras salia de la cabaña.

Sango se quedo dentro organizando todo, pero un saludo le llamo la atención, poniéndoles los pelos de punta.

-Hola InuYahsa- Saludo Miroku.

-Hola Miroku.

-¿Como te fue?

-Pense que iba a ver un poco de acción, pero no fue nada, un demonio bastante débil, que aburrido- Informo con pesar mientras se coloca los brazos tras la cabeza. -Oye, ¿Has visto a Kagome?

-¿Ella no te lo dijo?- Pregunto Miroku.

-¿Decirme que?

-¡Hola InuYasha!- Saludo Sango tratando de distraerlos. -¿Como has estado?, ¿Te fue bien?

-Nada interesante- Respondió.

-Oye, Miroku, ve por las niñas- Ordeno Sango.

-Pero...

-Cariño- Llamo Sango con una voz bastante dulce, Miroku la miro asustado y comenzó a sudar frió.

-¿S-si mi cielo?- Pregunto un poco atemorizado.

-Ve por las niñas- Respondió con el mismo tono de voz, con esas palabras desapareció de su campo de vista.

-¿Que ha sido eso?- Pregunto InuYasha con algo de temor por su tono de voz.

Shikon no TamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora