¿AMOR O DIVERSIÓN? (NO EDITADA)

capítulo 47. "LOS DAÑOS DE LA DIVERSIÓN"

— Narra Jamei. —
Salí del bar después de Max y conduje hasta casa de Scourge, quien, al llegar me dijo.
— Jamei, dónde estabas, te he estado buscando. 
— Tsk, que te importa a nadie le importa.
— ¿A caso estuviste tomando?
— Y que si lo hice, no te importa.
Tras esa palabras me recoste en el sofá sin decir nada más.

— Narra Max.—
Me dirigí a el departamento de Cloud; una vez en este fui sincero con Cloud.
— Cloud, ya no me sirves, ya no quiero estar contigo, pienso rectificar mi vida y no quiero saber más de ti, solo fuiste un pasatiempo, una diversión, fue divertido mientras duro.
— Qué estás diciendo.
Yo no dude en responder a esas palabras.
— Que no te amo, nunca lo hice, solo me acosté contigo por diversión, eso es todo.
El se levantó y me golpeó para luego decirme.
— Gilberth tenía razón, eres un monstruo frío y sin corazón, te odio Max.
— No es mi problema que tú te hallas enamorado de mí, además yo te lo dije desde un comienzo.
Él me sacó de su casa y me fui de ahí sin decir nada...

— Narra Jamei. —
Esta con Scourge cuando alguien tocó la puerta, Gilberth fue a abrir y cuando regreso Scourge le dijo. 
— ¿Qué pasa, Gilberth?
— Liliana está a fuera, buscando a Jamei.
Mencionó Scourge y este salió y le dijo a Liliana.
— Todavía tienes el descaro de venir a ver a Jamei después de lo que le hiciste.
— Solo dejame aclarar las cosas con él.
— Escucha, será mejor que te vayas porque no me va importar que seas una chica.
Se escuchó la voz molesta de Scourge y luego Liliana gritó.
— ¡Vamos, pegame! ¡Así podré ir a decirle al padre de Jamei con quien se acostó su querido hijo!
— ¡Eso fue antes de que tu te casarás con él y lo engancharas!
Gilberth camino hacia la puerta y dijo.
— Scourge, basta, ¡y tú mujerzuela de quinta deja en paz a Jamei, él no quiere volver a verte, además nunca te amo y sí se caso contigo fue porque lo obligaron, así que largate maldita zorra barata!
Yo salí y le dije.
— Agh, dejenla que pase.
— Pasale, pero, no te sientes, ni toques nada, no quiero que tu germen de zorra se quedé en mi casa.
Yo me senté en el sofá, encendí un cigarrillo y mientras exhalaba el humo le dije.
— ¿De qué era de lo que querías hablar? 
— Yo lamento lo que pasó ayer Jamei fue sólo un error, además tu jamás me habías tocado y yo como mujer tengo necesidades como tu las tienes.
Yo continúe fumando y ella me dijo.
— ¡Ahora solo te quedas callado no! ¡Porqué sabes que es verdad, sabes Jamei, yo realmente te amaba pero sé que aunque tú no se lo digas a nadie sé que la razón por la cual no me tocabas era porque seguías enamorado de ese chico de el internado! ¡Pero aun así no me importó, porqué yo quería que me amarás, no quería darme por vencida y al último solo recibí rechazos tuyos!
Yo apagué el cigarrillo y le respondí.
— Sabes yo realmente, estaba empezando a quererte, si casi nunca te toque fue porque quería estar seguro de que me estaba enamorando de ti, pero ayer, ayer me di cuenta que estaba equivocado, lo siento, ahora ya puedes irte.
Ella abrió la puerta molesta y me dijo.
— ¡Esto no se quedara así Jamei Evans!
Ella azotó la puerta y yo sólo suspire pesadamente...

— Narra Max.—
Me encontraba en casa, en mi habitación, y pensé; “solo un pasatiempo, jugaste conmigo y yo lo sabia, fui yo quien se engañó, fui solo un objeto, me duele, fui solo un tonto qué se enamoró.” Las lágrimas salieron y lloré hasta quedarme dormido...

— Narra Jamei. —
Después de que Liliana salió, Scourge me dijo.
— Jamei, estas bien.
Yo me recoste en el sofá y le respondí.
— Sí, estoy bien, no te preocupes...
— Está bien, te dejaré solo...
Él y Gilberth se marcharon a su habitación y después de unas cuantas horas recibí una llamada de mi padre.
— Jamei necesito hablar contigo.
— ¿Qué pasa padre?
— Ven a mi casa, necesito hablar contigo. 
Yo colgué el celular y pensé; “lo más probable es que Liliana le haya dicho a mi padre de lo que pasó, tsk maldición.” Me levanté, tomé las llaves del auto y me encamine a casa de mi padre...
Después de varias horas conduciendo llegué a casa de mi padre y fui recibido por el mayordomo.
— Joven Evans, su padre lo espera en su despacho.
— Sí, gracias.
Mencioné y caminé al despacho de mi padre, toque la puerta y esperé una respuesta.
— ¡Pase!
Tras esas palabras abrí la puerta y le dije.
— Me hablaste padre.
— Sí, siéntate por favor.
Tras las palabras de mi padre me senté y le dije.
— ¿Qué pasa, padre?
El se recargo en su escritorio y molesto repuso.
— Hace unas horas recibí una llamada de tu esposa, la cuál estaba llorando y me dijo que la habías mandado al carajo, es eso cierto.
Yo me encogí de hombros ante su comentario y le respondí.
— Es... es cierto.
— Ya veo, y se puede saber por qué.
— La encontré, con otro hombre...
— Escucha Jamei, no me quieras ver la cara de imbécil porque no la tengo.
Yo mire a mi padre y molesto le dije.
— ¡Claro que no, eso es cierto, la encontré postrada a cuatro patas mientras otro tipo la partía en dos!
Mi padre no dudó en levantarse y darme una bofetada.
— ¡No hables de Liliana de esa forma! 
Yo me levanté de mi asiento y le grité a mi padre.
— ¡O si no que! ¡Padre vas a matarme!! Que harás está vez, eh! ¡Si ya me has quitado lo que más he amado en esta vida!
Él volvió a golpearme y yo solo pude limpiar mi sangre, para después tomarme de la camisa y decirme.
— ¡No voy a dejar que me hables así de tu esposa, y mucho menos que hagas lo que se te de la gana, me oíste, y quiero que vayas y te disculpes con tu esposa! ¡Entendido!
Yo me solté de su agarré y le dije.
— ¡No padre, no regresaré con Liliana aun así tengas que matarme a golpes, no regresaré con esa zorra!
Mencioné y salí corriendo del lugar...

— Narra Max.— 
Después de haberme quedado dormido salí a dar una vuelta y me tope con la que era esposa de Jamei.
— ¡Pero si eres tú, el mocoso por él que Jamei me dejo!
Mencionó molesta y yo la miré con indiferencia y respondí.
— Te dejó por mi, sí te dejó fue por ¡zorra corriente!, no vengas a echarme culpas qué van con una “señorita” sí se te puede llamar así.
Ella se acerco a mí y me abofeteó.
— ¡No me vuelvas hablar así o te arrepentirás, maldito mocoso!
Yo la mire con arrogancia porque conocía a esta mujer y le respondí.
— En serio, no me digas que hará asesinarme o golpearme, a mí realmente no me importa, Jamei siempre a sido tuyo no sé de qué te quejas.
— ¡Eso no es verdad, él nunca me tocó todo el tiempo que estuvimos juntos y las veces que me tocaba era raro, porque esta enamorado de ti incluso hasta dormido decía tu nombre siempre me pregunté quien era Max y el día en que te conocí solo pude sentir rencor y empecé a odiarte porque Jamei siempre te amo!
Yo me quede en shock tras escuchar esas palabras y le grité.
— ¡No es cierto, mientes, él me dijo que yo solo era su juguete y que amaba a su esposa, él jamás me amo solo se divertía conmigo!
— ¡Eso no es cierto, hoy me dijo que el había tratado de enamorarse de mí, pero no lo logró por ti! ¡Fuiste tú quien arruinó mi matrimonio con Jamei, mi noviazgo con el único chico que e amado en mi vida! ¡Tú le robaste el corazón a Jamei, y por eso te odió Max, te odió!
Ella salio corriendo al pronunciar aquellas palabras y yo solo pude agachar la mirada y pensé; “imposible, Jamei nunca me amo, siempre jugo conmigo, ese idiota, será mejor que esa mujer deje las cosas como están, además fue Jamei quien se robo mi corazón.” Las lágrimas comenzaron a salir y decidí regresar a casa...