Capítulo 16: Creo que esto no va a funcionar

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Me levanté temprano, Sarah había dormido bien durante toda la noche, tenía que ir a la casa a darme un baño y a cambiarme de ropa, por lo menos la parte de arriba de la casa no había recibido daños y las habitaciones estaban intactas. Me duché, me vestí y le pedí a Rocío que le preparara un bolso con ropa limpia y cosas personales para Sarah, se las dejó dio instrucciones a una de las enfermeras y se fue a casa de Azul, necesitaba hablar con ella, quería pedirle perdón por como se había portado.

Josué: Disculpa que llegue tan temprano, pero de verdad anoche no te vi muy bien y me quedé preocupado.

Azul: Estoy bien, no te preocupes, cómo está Sarah?

Josué: Pues voy para el hospital, antes quise pasar a verte, supongo que debe estar mejor (para mala suerte mía, pensó). Azul tienes una sonrisa muy hermosa, cambia esa carita de tristeza que tienes (dijo poniendo una mano en la mejilla de ella) no vale la pena que te pongas así, eres muy bonita Azul, puedes tener a cualquier hombre a tus pies.

Diego: Cualquier hombre incluyéndote? (dijo bastante enojado) quítale las manos de encima a mi mujer, si no quieres que te parta la cara aquí mismo (dijo molesto y apretando los puños)

Azul: Diego.... (dijo asustada por la cara que tenía), ¿qué haces aquí Diego?

Diego: Vine a hablar contigo, pero veo que estás muy entretenida (dijo con sarcasmo, enojo y apretando la mandíbula)

Azul se llenó de ira al escucharlo hablar así, pero qué se habrá creído? Se deja abrazar por la estúpida esa, me ignora totalmente, y ahora está queriendo armarme una escena de celos, pero qué se cree, ahora me vas a escuchar Diego Altamirano.

Azul: Josué muchas gracias por venir (dijo muy sonriente) y claro que nos podemos tomar ese café cuando quieras, solo chequeo algunas cosas que tengo pendiente y te aviso, gracias por preocuparte (le dio un beso en la mejilla). Josué no entendía la actitud de ella, pero aprovechó para hacerlo rabiar

Maldita sea, que estás haciendo Azul, por qué tanta confiancitas con este imbécil (pensó Diego apretando los puños)

Josué: A dios preciosa (dijo besando la mano de ella y mirando a Diego sonriendo) y se fue.

Diego: Me puedes explicar qué diablos hacía ese imbécil aquí, y toqueteándote con lo hacía? (preguntó gritando y bastante enojado)

Azul: En primera, no me grites que no estoy sorda y en segunda tú no tienes ningún derecho a reclamarme nada cuando tú te estabas abrazando con la estúpida esa. A qué viniste, te dejó libre tu amiguita? (dijo con sarcasmo y enojada)

Diego: Vine a verte, y a pedirte una disculpa por cómo te trate anoche (dijo serio y un poco más calmado)

Azul: Así? Pues ya lo hiciste, ahora te puedes ir, tengo muchas cosas que hacer (dijo en tono frío)

Diego: Es enserio?, de verdad está enojada, te lo mereces Diego por Idiota (pensó). Suspiró, mi amor, se que te traté muy mal, que no debí hablarte así, pero entiéndeme, estaba desesperado, Sarah es más que una simple nana para mí, es como mi madre, me dolió verla así

Azul: Y a mí me dolió que me apartaras como lo hiciste, quizás pude entender que me gritaras, que no permitieras que me acercara, pero por qué tuviste que dejar que esa mujer te consolara, por qué a ella si se lo permitiste, me lastimaste Diego, y de verdad lo estuve pensando mucho y creo que esto no va a funcionar (dijo con lágrimas en los ojos) lo mejor es que te vayas, creo que será mejor que nuestra relación sea solamente de trabajo. Aunque lo único que hemos hecho es tener sexo, no podríamos terminar algo que nunca ha iniciado. (dijo con una actitud fría)

Corazón SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora