Capítulo 37: Descubrimiento

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Estaba en una clínica bastante alejada del pueblo, desde que recibí esa llamada, me quedé intranquilo, necesito saber qué pasa, y por qué me dijo que viniera a este lugar.

Diego: Buenas tardes señorita, mi nombre es Diego Altamirano, me están esperando.

........ Sí señor, venga por aquí por favor. Disculpe señor, llegó la persona que esperaba.

Ismael: Adelante Diego, qué bueno verte (dijo tratando de sentarse y con una leve sonrisa).

Diego: Caramba Ismael, me da gusto verte, aunque hubiera preferido que sea en otras condiciones (dijo dándole un abrazo), ¿qué pasó, por qué nunca llegaste?.

Ismael: Créeme que yo también hubiera querido que fuera en otras condiciones, Diego, estuve en coma durante todo este tiempo, hasta hace una semana, lo primero que hice fue pedirle a la enfermera que te contactara, necesito hablar contigo de algo importante Diego, tienes que cuidarte.

Diego: Cuidarme de qué o qué? (preguntó con curiosidad).

Ismael: Recuerdas que hace tiempo hablé con Sarah y le dije que necesitaba hablar contigo de algo muy urgente? (dijo y el asintió).Pues tenía que contarte que las tierras que le compraste a Azul, son un tesoro Diego, un tesoro muy valioso, contienen en las profundidades petróleo.

Diego: Sí, ya lo sé, y no sabes todo el problema que estoy teniendo por culpa de ello (dijo y le contó todo lo que ha pasado en estos últimos meses).

Ismael: No lo puedo creer Diego, es que eso es imposible, el hecho de que pudieran hacerlo. Diego, escúchame, yo sé quién está detrás de todo esto.

Diego: Cómo sabes?, ¿Quién es?, necesito verle la cara de ese desgraciado (dijo bastante molesto).

Ismael: Cálmate, Lo primero es que debemos hacer las cosas cautelosamente, el culpable de todo esto fue el mismo que me disparó y por el cual duré tanto tiempo en coma, no sé cómo se enteró de la información, me imagino que no querías que te dieras cuenta hasta no haber logrado lo que tenía planeado, Diego fue Josué, el me disparó y él es que está detrás de todo lo de la explotación.

Diego: ¿Qué diablos me estás diciendo? (preguntó enojado, desconcertado) Ese maldito desgraciado, es el culpable del secuestro de Azul, maldito degenerado, casi abusó de ella (dijo dando un golpe en una mesa), el es el culpable de la explotación de la tierra, de la contaminación que está habiendo en el pueblo, de que casi me mate la multitud por su maldita culpa (dijo con desprecio).

Josué: Diego cálmate, Josué es muy peligroso.

Josué: Le puedo perdonar el hecho de que por su culpa hayan tratado de matarme, el hecho de que esté perdiendo tanto dinero por culpa de todo esto, pero lo que nunca le voy a perdonar es que se haya atrevido a tocar a mi mujer y peor aún que haya puesto en riesgo la vida de mi hijo (dijo apretando los puños).

Josué: Tu hijo?, vaya me sorprendes, me alegra mucho que te hayas enamorado y que vayas a formar una familia.

Diego: Esa mujer me cambió la vida, Ismael, Azul es lo más importante en mi vida, ella y mi hijo son mi razón de ser, por eso no le voy a perdonar a ese perro que le haya puesto un dedo encima. Tenemos que ver la manera de cómo hacer para que ese desgraciado pague por todo lo que ha hecho, no sabes la contaminación que hay en el pueblo, he perdido mucho dinero y tengo algunos animales enfermos.

Josué: Es que Josué no pudo haber obtenido los permisos, si lo hizo, lo hizo de manera ilegal, o realmente el gobierno no se dio cuenta de que esos terrenos están protegidos bajo un amparo.

Corazón SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora