- ¡Vamos, así, mas rápido, mas fuerte, ya casi, ya casi... ! - gritaba ella a todo pulmón mientras se retorcía en el lugar - Solo un poco mas... ¡Vamos, vamos!
- ¿¡Podrías no gritar tanto!? No me dejas concentrar. - respondió él, bastante mas relajado - Despertaras a los vecinos. - ella hizo caso omiso de sus palabras y continuó.
- Dale, dale, así, solo un poco más, vamos, vamos... Si ¡Si, Gane! ¡Por fin te gane! No puedo creerlo... - dijo, casi llorando por la emoción.
Ella estaba eufórica, gritando, saltando por todas partes, incluso se escucho que destapaba una botella de Champagne. Él hacia oídos sordos a todo lo que pasaba, solo estaba en el sillón, congelado, mirando la pantalla que decía "Player 2 wins", si no estuviera empleando más del 30% de su concentración en sostener su joystick nuevo, probablemente ya lo habría soltado y se hubiera destruido contra el piso. No, no estaba llorando, era un hombre, los hombres no lloran, se repetía a si mismo, como si engañara a alguien. Con los ojos rojos, la mano apretada en un puño se levanto y grito, totalmente por instinto, una palabra que cambiaría el curso del mundo para siempre:
- ¡Revancha! - la noche se calmó, ni un solo ruido mas se volvió a escuchar, como si todo el universo estuviera pendiente de ese enfrentamiento - Todo o nada, si ganas, lavo los platos por dos semanas.
Mel se acerco a él y con un aire de superioridad y confianza dijo sin titubear - Acepto. - y el destino de ambos quedó sellado para siempre.
Tomaron lugar en el sillón, seleccionaron a sus personajes en medida de sus habilidades, velocidad, fuerza y resistencia... Y por cual tenía el pelo mas hermoso... Por parte de ella y esperaron la señal. "Fight". El ruido fue comparable a un campo de batalla medieval, los mandos siendo brutalmente aporreados, los gritos de guerra, insultos y provocaciones; era un combate a muerte que parecía no tener fin, al menos hasta que se cumplieran los 99 segundos reglamentarios del juego. Saltos en todas las direcciones para esquivar los golpes del rival, combinaciones y combos que solo un experto podría llevar a cabo, bloqueos y contraataques tan coordinados, como si de una hermosa danza se tratara, utilizaban todo lo que habían aprendido a lo largo de meses, no, años de experiencia. Bueno, por parte de Ayden, ella solo aporreaba el botón de ataques rápidos como si fuera el único que había, además de algún salto ocasional que hacia por accidente. La partida estaba en su clímax máximo, empatados en una victoria cada uno, al mejor de tres asaltos, las barras de vida se habían reducido a escasos píxeles no aguantarían mucho mas, Mel había caído en la trampa, Ayden encajó cinco golpes consecutivos, suficientes para recargar por fin al máximo la barra de energía, acabaría el combate de una vez; cuando estuvo suficientemente cerca del personaje enemigo, apretó en perfecta coordinación y sincronía la sinergia de 15 botones que activaban el ataque especial, que le daría la victoria. Pero algo pasó.
Aburrida de presionar el mismo botón tantas veces, decidió probar algo nuevo, uno de los botones superiores del mando, lo mantuvo presionado unos segundos, en los que el personaje adopto una posición diferente mientras recibía los ataques. - Al parecer se esta cubriendo... Que aburrido. - pensó antes de volver a su rutina, sin siquiera imaginar lo que acababa de evitar.
- ¿Que? ¿C-Como? ¿Lo bloqueo? Espera... Lo bloqueo. No tiene sentido, si ni siquiera sabe como hacer eso, no ¡No! - pensó, la barra de elegía volvió a vaciarse, incrédulo, dirigió la mirada hacia Mel, quien seguía con la misma expresión que siempre, grave error - Ni siquiera lo notó ¡Ni siquiera tiene idea de lo que acaba de hacer! Lo esquivo sin darse cuenta... - cuando volvió los ojos a la pantalla ya era demasiado tardé, el personaje ya no respondía, no podía reaccionar, intento de todo mientras recibía golpe tras golpe, saltó, intento bloquear los ataques, contraatacar, nada servía, su barra de vida de vaciaba a una velocidad estrepitosa, todo había acabado, no había salvación, solo una cosa podría servir...
- ¡Gane! - dijo, esta vez como si después de la primera se hubiera acostumbrado a la sensación y ahora quisiera dárselas de superior - Deberías practicar más. - se levanto para irse.
De nuevo, petrificado, había perdido contra una mujer, y no solo una, si no dos, dos veces seguidas, había fallado, era una vergüenza para toda su familia, como podría volver a ver a sus amigos a los ojos, la apuesta que había hecho era lo de menos, su orgullo había sido reducido a nada. Se recostó en el sillón y hundió la cabeza en los almohadones, sentía una enorme carga sobre su espalda, como si el peso de sus pecados se cayera completamente encima de él, como si la humillación le impidiera volver a levantarse, como si alguien estuviera sentado sobre su cuerpo... De hecho, alguien estaba sentado allí. - ¡Quítate! ¿Que te crees que soy?
- Shh, los sillones no hablan. - dijo haciendo fuerza hacia abajo, rompiéndole algunas costillas.
- Pudreté. - se retorció sobre si mismo provocando que la molesta carga saliera disparada lejos. Se levantó y se fue... A la cocina, buscando algo para tomar.
- Traeme algo. - gritó la muy descarada.
Al rato apareció Ayden con dos latas de Coca-Cola y se sentaron a ver una película en Netflix, hasta que Mel se durmió apoyada en su hombro, la llevó en sus brazos hasta la cama y se acostó a su lado. Sin embargo él no pudo pegar un ojo en toda la noche... O al menos por 5 minutos, después recordó que 118 a 2 es una buena proporción a su favor y se le paso.
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Tales Of A ~Crazy~ Love
HumorSean bienvenidos a una historia de amor tan normal, como ver una vaca en la luna ~exacto~... ¿Estas harto de ver amoríos perfectos, con palabrerio romántico y un montón de caricias? ¿Buscas algo real, quieres un amor basado en golpes, peleas y mucho...