Bailemos Un Lento. (Parte 1)

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Bien, antes que nada decir que los próximos dos capítulos titulados "Bailemos un Lento", serán los dos mas... "Románticos"?, ¿Tiernos?, ¿Lindos?... En fin, eso. Pero no se alarmen porque esta fue una ocasión especial, como bien se menciona a lo largo del capitulo. Ahora si, adelante...
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- Oh no... ¿Que trajiste? - dijo Mel, abriendo con un dedo la bolsa que Ayden había dejado sobre la mesada de la cocina - ¿Esto es... Vino? ¡Tú NO tomas vino! No... Sabes que no, Ayden no servís para beber. - si hay algo peor que un alcohólico compulsivo, eso sería un alcohólico compulsivo con cero tolerancia al alcohol.
- Da igual, hoy es nuestra fecha y quise darte algo especial. - desde detrás de su espalda sacó una caja con contenía ~presuntamente~ chocolates. No era la primera vez que él le regalaba una caja de bombones, ni seria la primera vez que él se la devoraba entera, dejando apenas un para para ella, siempre bajo la excusa de "Yo los compré".
10 de diciembre. Era la fecha en la que hacia tres años, habían chocado por casualidad en la cola de aquel supermercado y, para desgracia de ambos, él la había invitado a tomar un café. ~muy divertida historia que procederé a contar algún día. Por cierto, de invitar no tuvo nada porque al final Mel terminó pagando sus cosas... Y las de Ayden, porque según había olvidado la billetera, poco creíble en vista de que había ido al supermercado, en fin...~
- Mira, te prepare un baño, para que te relajes. - Ayden podía ser extremadamente romántico cuando se lo proponía, aunque solo si la situación lo ameritaba, aunque según él, el día y la persona que cambio su vida, merecen ser celebrados - Incluso puse velas y espuma y todo. - al parecer se había esmerado mucho en prepararlo, había pétalos de rosa esparcidos en el suelo, ~que nadie diga que eran de la planta que Mel cuidaba... Ya se enterara~ velas encendidas por todos lados, la bañera cargada al topé y rebosante de espuma, incluso había hechado aromatizante y había bajado la tapa del baño ~bastante poco común en el~. Salió a la cocina para darle lugar a ella mientras preparaba la cena.
Mel, fascinada, se acercó a la bañera, se quito la ropa y, en cuanto intentó entrar se detuvo en seco, ~literalmente, porque aún apenas se había mojado... Mejor me ahorro el chiste~ un escalofrío le recorrió el cuerpo completo, el agua estaba congelada, tan fría que seria imposible bañarse sin morir por hipotermia cuatro veces seguidas. "- La intención es lo que cuenta... ¿Verdad?" - termino de decir con un suspiro y, conteniendo la respiración, metió su brazo entero dentro del agua para quitar el tapón.
Una vez se hubo vaciado, se dispuso a llenarla de vuelta, esta vez con agua caliente.
Finalmente, para cuando se llenó, las velas se habían consumido, apenas se alcanzó a mojar, descansar por unos minutos, y al final se decido por salirse; ya había durado mas de una hora ahí dentro.
Secó su cuerpo lo que pudo y abrió la puerta de baño lentamente, para no llamar la atención de Ayden. Fue a la habitación ~donde un adorable cachorro descansaba después de un largo día de juegos~ y tendido sobre la cama encontró un precioso vestido de gala que su madre le había regalado hacia años, y que al parecer había crecido con ella, pues nunca dejo de entrarle.
Una vez vestida ~solo el vestido, por lo demás iba descalza y sin accesorio alguno~ y peinada, y sin rastro de maquillaje, salio al comedor esperando su sorpresa...

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