Lo primero que vio fue la mesa, lista para dos y decorada lo mismo con velas y pétalos de rosas, que al parecer estaban de oferta en el supermercado.
- Parece que te gustó el baño... - dijo un elegante Ayden, vestido de traje, y también descalzo, para darle un aire mas hogareño.
- Estuvo perfecto... ¡Excepto por el agua congelada! Que carajo, ¿intentaste matarme? - se reservó el comentario y solo se limito a asentir con la cabeza. Se dirigió a la mesa y tomo lugar en uno de los extremos, el olor de la comida llegaba hasta sus oídos, se lleno los pulmones y exhaló con complacencia.
Apenas unos segundos después apareció Ayden cargando una bandeja con la comida mas romántica posible, "Pizza", la dejo en el centro ~aunque a decir verdad la apoyó un poco mas cerca de su propio plato, a quien vamos a engañar~ y antes de tomar asiento, destapó el vino y lo sirvió en las delicadas copas de cristal ~derramando unas gotas sobre el mantel, muy bien, volviste a cagarla. Nada que unas servilletas no arreglen~.
La cena transcurrió en silencio, pero no uno incomodo, sino un silencio que reflejaba complicidad acompañado de fugaces miradas que lo decían todo.
Poco a poco las botellas de vino se fueron vaciando y las mejillas de ambos comenzaban a tornarse rosadas. Más que satisfechos concluyeron en que no había lugar para el postre, todavía.
Borracho Ayden escoltó a una picada Mel al balcón, cuya baranda era bastante alta, por suerte, aunque todo puede pasar aquí; y encendió un reproductor ~no ESE reproductor~ de musica que pasaba lentos clásicos, canciones y artistas que ninguno frecuentaba, pero que venían al pelo para la ocasión.
- Bailemos. - dijo con la voz carrazpeada mientras le tendía una mano, que fue rápidamente correspondida.
Se acercaron el uno al otro mientras se movían al ritmo de la música ~dentro de lo que el alcohol se los permitía~ y recorrían cada rincón del balcón.
Permanecieron allí varios minutos, con miradas cómplices e insinuaciones de lo que inevitablemente pasaría. Cuando la musica se detuvo se acercó aun mas a ella, acarició su delicado rostro y se fundieron en un ineludible beso.
La noche comenzaba a refrescar, pasaron de vuelta al salón y se acomodaron sobre el sillón, buscaron la película menos romántica que hallaron ~suficiente para una noche~ y disfrutaron el delicioso postre que llevaban esperando desde que se anunció, "Helado", de chocolate almendrado y frutillas para Ayden; y dulce de leche y coco para Mel.
Finalmente se quedaron dormidos.--
Mel despertó en la cama bruscamente al recibir un almohadazo en la cara.
- ¡Despertate! Son las 8.
- ¿Que? ¿Las 8? Púdrete. Dejame dormir. Estaba soñando que te Morías y quiero volver a ese sueño. - ¡Que te despiertes! - grito a una distancia peligrosa de su oído, no porque pudiera dejarla sorda ni nada, sino que peligrosa para él, pues sus defensas ahora estaban bajas y era susceptible a un agarre, el cual no tardo en llegar. Mel lo sujetó del cuello y enroscó las piernas a su alrededor. Ayden sin siquiera inmutarse se soltó del agarre y la dejó de pie en el suelo mientras le tiraba a la cara una remera y un pantalón.
- ¿Preparaste desayuno? - pregunto la adormilada chica mientras se fregaba los ojos.
Ocultando una ligera sonrisa dijo - ¿Para que crees que te desperté? - y no, en efecto no lo había preparado, y la obligó a hacer el desayuno para ambos. ~lo que Ayden no sabe ni sabrá nunca es que Mel escupió en su café~.
De la habitación salió otro adormilado, un tambaleante perro que se movía a toda velocidad en busca de alimento, el cual no tardo en caer del cielo.
Ah, y respecto a lo de anoche, nadie menciono palabra.
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Tales Of A ~Crazy~ Love
HumorSean bienvenidos a una historia de amor tan normal, como ver una vaca en la luna ~exacto~... ¿Estas harto de ver amoríos perfectos, con palabrerio romántico y un montón de caricias? ¿Buscas algo real, quieres un amor basado en golpes, peleas y mucho...