Como Un Cirujano:

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—Sr. Lee, el doctor está listo para recibirlo.

La enfermera apagó el intercomunicador. Aunque Donghae estaba muy nervioso, se empezó a reír porque la enfermera le dijo «señor». Ese era el nombre de su padre.

Era 31 de octubre de 1973, y Lee Donghae de nueve años de edad estaba en el hospital, a punto de someterse a cirugía. Le sacarían las amígdalas. Siguió a sus padres al consultorio del doctor en la parte trasera del hospital.

—Bien, hijo —dijo el doctor—. Ups, lo siento. Me habían dicho que un niño de nueve años llamado Donghae venía por una cirugía. Tú eres tan grande como yo.

Donghae rió.

—¡Sólo tengo nueve! —pensaba que era hilarante que todos en el hospital creyesen que era un adulto.

El doctor revisó el historial.

—¡Ah! ¿Una amigdalotomía? ¿Es eso a lo que tus padres me dijeron que le temías? Déjeme aclararle algo, Sr. Lee, una amigdalotomía no es algo de lo que asustarse. Sólo dolerá por un segundo. ¿Alguna vez has caído de rodillas?

Donghae asintió.

—Pues, es tan doloroso como eso. A mí me sacaron las amígdalas cuando tenía tu edad. No hay nada que temer.

Donghae se sentía un poco mejor.

—Oh, parece que hay un pequeño problema. No tenemos las herramientas necesarias para tu caso. Las cambiamos por herramientas nuevas y mejores, que aún no han llegado. Lo que tendremos que hacer será admitir a Donghae por una noche, y pedir prestado parte del equipo del hospital en Memphis. Cuando llegue, tendremos la cirugía. Probablemente estará dormido cuando la hagamos, así que no sentirá dolor.

Donghae se quedó sentado en silencio mientras sus padres arreglaban todo. Llevaron a Donghae a su habitación y ellos partieron a la sala de espera, en donde estarían hasta que la cirugía tuviera lugar.

Una enfermera ayudó a Donghae a acomodarse en la cama, y le dio algo de jugo. Donghae volteó hacia su derecha y vio a otro niño.

—Hola, soy Donghae. Pero puedes llamarme Hae

El niño ni siquiera le dirigió la mirada.

— KyuHyun está nervioso. Tiene una cirugía importante mañana —le murmuró la enfermera, al notar su interés—. Le van a cortar su pie —murmuró en voz aún más baja.

—Mi nombre no es KyuHyun.

La enfermera lucía triste.

Pasaron unos minutos, Donghae estaba pintando en su libro de dibujos. La enfermera se había ido para dejarlo descansar. KyuHyunvolteó hacia Donghae. Señaló una historieta que Donghae tenía al pie de su cama.

—El Hombre Araña es mi favorito.

—¡El mío también!

Donghae trató de lazar una red de telaraña al rostro de KyuHyun.

—¿Por qué estás aquí?

—Amígdalas.

—Tienes suerte.

Dicho eso, KyuHyun se dio la vuelta. Pasaron unos minutos más, en silencio. Luego KyuHyun alzó la voz:

—¿Te gusta dormir?

A diferencia de la mayoría de los niños, a Donghae le encantaba dormir. Pensaba que mientras más rápido se durmiese más podría jugar al día siguiente.

—Sí, mi mamá siempre trata de despertarme para que no llegue tarde a la escuela, pero nunca puedo escucharla. Dice que podría dormir hasta durante un terremoto.

KyuHyun apagó la luz y regresó a su cama. Donghae entendió el gesto.

—Tenemos que darle a este niño anestesia.

Donghae se despertó. Lo estaban conduciendo por un pasillo del hospital. Las luces iluminaban su rostro. Miró a los cirujanos, no los había visto antes. Se dio cuenta de que había llegado el momento, le sacarían las amígdalas. Sus padres le dijeron que podría comer helado cuando todo terminara. Pensaba en qué tipo de helado le gustaría mientras los cirujanos empujaban las puertas de una sala con una silla.

—Bien, KyuHyun, ponte esta mascarilla. Te ayudará a dormirte.

Donghae se sorprendió.

—Mi nombre no es KyuHyun... es Donghae.

Un cirujano revisó su historial.

—Aquí dice que es KyuHyun, hijo.

Tenía razón. Donghae lo miró también, y vio el nombre Cho KyuHyun.

—¡Mi nombre no es KyuHyun! ¡Es Donghae!

—Sí... nos advirtieron que dirías eso.

El cirujano le puso la mascarilla.

Donghae entró en pánico, pero sus gritos fueron silenciados por la anestesia. Pudo dar un último vistazo al pasillo. KyuHyun estaba al otro lado de las puertas, sonriendo.

Donghae lloró mientras caía dormido.

Creepypastas Con Super JuniorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora