Sólos Contra El Mundo...

Cómplices Del Destino

La semana estuvo muy tranquila. Y tan pronto pasó un mes.
Ya estábamos a pocos días de terminar el ciclo escolar, y mi promedio había aumentado mucho.
Nunca me separaba de Nat, prácticamente hacíamos todo juntos.
Tan pronto llegó mi cumpleaños número 10.

-¡Estas son, las mañanitas que cantaba el Rey David, hoy por ser tu cumpleaños, te las cantamos a tía, despierta Thomás Despierta...¡-. Cantaron todos alrededor de mí.
Sentí triste al no poder estar con mis padres, era el primer de mis cumpleaños que no estaban a mi lado. Pero en lugar de ellos, llegaron los padres de Nat, al igual que ella a mi vida.

-¡Felicidades Hijo!.-Me abrazó el abuelo, y entregó un regalo. Le agradecí y lo abrí. Eran 4 libros, todos eran de Historia, mis favoritos.

-¡Éste es mío!.-Cris me abrazó-. Toma, espero te guste.-De inmediato lo abrí. Era un dibujo nuestro, abrazados, en un parque, decía: Te Amo Manito, Gracias por todo-. Gracias.-Le susurré.

-¿Te gustó?.-Sus ojos se iluminaron.

-Me encantó.-Sonreí.

-Ahora el mio.-Dijo Nat acercando una caja.

-Gracias Nai.-Nos abrazamos.

-Pero anda ya, ábrelo, se que te gustará mucho.

Quité el papel a la caja, era una playera grande, a lado traían unos chocolates, descubriendo la parte más baja, encontré un collar con un ¿Taco?, lo examiné, y si, era un taco, que loco, ella sabe que son mi mayor debilidad, ahora en una pulsera, esta niña si que se lució, y a lado de ella, encontré una foto nuestra, con 1 carta, la tomé para destaparla, pero sus manos rozaron con las mías.

-No la abras ahorita, es especial, solo para ti.

Se escuchó de parte de todos un "wuuuuu" en son de burla. No pude evitar sonrojarme y guardar en la caja la carta.

-Ok, mas tarde la abro, gracias por los regalos, me encantaron.-Me coloqué el collar-. Jamás me lo quitaré.

-Es especial, antes de dártelo...

-Pude oler un rico olor de tu perfume-.Interrumpí con mi sonrisa.

-Si, vamos al patio, ¿si?

-Si, ahorita volvemos.-Le dije a mi abuelo y padres de Nat.

Salimos tomados de la mano al patio, nos recostamos en el pasto verde y fresco. 

-Gracias.-Susurré.

-¿Por qué?.-Preguntó ella incrédula.

-Me has salvado, de fundirme en una profunda tristeza.

-Pero yo no he hecho nada, solo hago lo que mi corazón me pide.

-¿Y que dice tu corazón?.- La vi a los ojos.

-Que te cuide, que te quiera, y que estemos juntos siempre, somos muy pequeños, lo se, pero creo que he conocido a mi alma gemela, aquella de la cual mi madre siempre habla, ella conoció a papá, yo te conocí a ti.

-Oh, mi pequeña, gracias de nuevo por tus hermosas palabras, quien lo diría, un par de mocosos enamorados, hasta parece una de esas historias románticas o de esas novelas que ve Lupe por la Televisión.-Reí--

-Pues yo si creo en esas cosas del amor, te digo que te he encontrado.

-Yo igual, a mi otro complemento.

Después de un rato, jugamos y se fueron a su casa. Me fui a mi cuarto a leer la carta que me escribió mi hermosa Nat.
Con mucho cuidado, la abrí, y pude notar ese aroma que le caracteriza.