Capítulo VII - Sentimientos que nacen

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La mansión había quedado en silencio, las heridas de Tim, aunque no mortales lo habían dejado fatigado, su sistema nervioso estuvo a punto de colapsar por el ataque sufrido, las continuas descargas eléctricas le habían molido el estomago al grado de tener que llevar la dieta de un chico con gastritis grave, no debería exponerse a estrés y tenía que quedarse en cama un largo tiempo, para su fortuna, la disciplina que Bruce le había impartido le haría más llevadera toda la recuperación y no había ningún órgano dañado que lo dejara fuera de la batalla.

Dick permanecía a su lado, en silencio, solo habían pasado un par de días, sus heridas no habían sido del todo graves, claro, a excepción de su ya perjudicado brazo, solo se habían añadido unos cuantos vendajes, pero nada más, lo que realmente le preocupaba era aquel encuentro desagradable con "ese sujeto" por falta de un apelativo mejor, ese tipo lo había trastocado, una pequeña parte de su seguridad en combate se tambaleo con sus acciones y por primera vez en mucho tiempo sentía ira.

-¿Cuánto tiempo permanecerás mirándome así?-preguntó entre enojado y arisco sabiendo que Jason lo observaba desde el marco de la puerta desde hace un rato, se había negado a entablar una conversación con él, no era de los que huía sin embargo no le apeteció entablar una charla sin sentido después de lo ocurrido.

-Solo quería asegurarme de que sigues con nosotros-contesto con actitud defensiva pero intentado doblegar un poco del orgullo que siempre andaba cargando, Dick y Tim habían recuperado la visión, aún mantenían una pequeña marca rojiza alrededor de los ojos, pero ahora veían claramente, solo les habían atacado con algo temporal. Batman había hablado con ambos, pero nadie más que él tuvo razón de lo que sucedió aquel día y eso solamente le causaba malestar.

-Adelante-reto Dick sabiendo que con Tim en la habitación no se atrevería a mencionar nada de su extraña relación, si es que en verdad podían llamar a sus encuentros de esa manera.

El ambiento permaneció tenso, como el día inmediato a la aparición de ese nuevo criminal, Bruce lo había dejado claro "no es nadie con quien hayamos peleado", lo que solo dejaba tiempo a especulaciones y desanimo; un par de sujetos inteligentes capaz de leer los movimientos de dos experimentados profesionales al grado de derrotarlos sin mucho esfuerzo no era el mejor de los panoramas.

-Dick...-el mayor de todos permanecía con la mirada perdida en el rostro de Tim, lo cuidaba, sí, pero su principal pensamiento variaba entre el entrenamiento que debía hacer y la manera en detener a ese sujeto-...lo siento-sus pensamientos estaban bastante más lejanos a la habitación de la mansión en donde se encontraban, inclusive el viento que se colaba por la ventana y movía las flores a un lado de Tim, parecían tener más presencia-no debí decir aquello pero...-el rostro del muchacho distraído giro a ver a Jason, prestándole verdadera atención después de dos días sin interesarle en lo más mínimo-...tarde o temprano tendrás que enfrentarme-las palabras que dijo, seguido de esa trillada salida dramática le habían dejado pensando, había estado huyendo desde hace un tiempo y él no era de ese estilo, el no era como Bruce, no era como Tim, no era como Jason o Barbara, el siempre hacía lo correcto y esta vez, no sería la excepción.

-Debo enfrentarlo...-

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Eran casi las siete de la mañana, la neblina en Gotham era lo que usualmente solía ser, espesa, fría y húmeda, justo como la recordaba, no como en los días "brillantes" que pasaba con Jason, no como en Bluedhaven, sino como cuando enfrento múltiples enemigos, lo derrotaron y regreso, así es como se sentía desde que despertó dos horas antes, cuando aún todo estaba obscuro, cuando tenía un obstáculo al cual superar.

Me perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora