Capítulo XIV - El final de la lucha parte 3

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La vida es un misterio, entre tantos hombres comunes se reparte dicha y desgracia al azar encaminándolos a un sendero de felicidad o uno de ruina. Todos ellos creyentes del destino o en su defecto, su propia capacidad para modificarlo...jamás esperan que un simple gesto, una mirada solitaria o un efímero minuto pueda cambiar la trayectoria de su viaje...

...Pero lo hace

Jason, Dick y Barbara – 15 minutos para la detonación.

Bárbara—Jason estaba sentado justo a un lado de ella, enfrente de Dick, todos, tratando de quebrar un silencio que carcomía sus emociones—No comentas el mismo error que yo...—pidió en la penumbra de la noche—No dejes que la venganza te consuma—Bárbara lo miró, parecían un grupo de amigos, sino fuera por el vestuario roto, las heridas de todos y la amenaza de muerte inminente nadie hubiera pensado que entre ellos había problemas.

Jason...—Bárbara suspiró, lento, como si el tiempo no pasara deprisa—no es venganza, si fuera así simplemente hubiera explotado todo desde el inicio, yo simplemente dejare que duerman para siempre...—Dijo con una tenue sonrisa y ojos tristes.

—¿Lo mejor? Matar a un montón de criminales, políticos corruptos y a tu propia familia es lo mejor—Dick Preguntó mirando al suelo, con los manos entrelazadas, sin querer verla a los ojos, no en ese momento.

Esa nunca fue mi intención Dick, quería mostrarles que necesitábamos a alguien más, que necesitábamos estar unidos, que el orgullo nos llevaría a...—Sus ojos tambalearon en agua, reteniendo las lagrimas—nunca quise cruzar la línea

—¡No lo hagas!—Dijo Nightwing mirándola, se veía tan triste, acabada—Todavía estas a tiempo...

—¿Después de todo lo que te hice?—Ella hablaba casi con dulzura—...Bruce tenía razón, después de cruzar esa línea—Su mirada se desvió a la ventana, notando la obscuridad en ella, si no fuera por la vaga luz amarilla del lugar, ella ya abría sido totalmente tragada por las sombras—esa tenue y estúpida línea...ya no hay modo de regresar

Bruce, Barry y Arkaham – 08 minutos para la detonación

El caballero de Gótica avanzaba a toda velocidad entre las celdas del asilo de máxima seguridad, había derrapado su vehículo sin importarle quien lo encontrara, elevándose entre los barrotes y cables de alta tensión, buscando en cada rincón de la prisión. No le importaba si tenía que revisar celda por celda, él tenía que detenerla.

—Ja ja ja ja ja ja ¡Algo se le perdió al murciélago!—Las risas, los insultos, incluso el personal de seguridad que lo perseguía sin saber el porque de su presencia, no eran lo suficientemente buenos para detenerlo, solo una celda, una puerta blanca y con un numero grabado en ella logro parar sus pasos.

Justo delante de él, estaba la celda del Joker, aquél por el que siempre iniciaba y terminaba todo, gracias a sus acciones...a sus depravados y enfermos intentos de acabar con su cordura otra vez la ciudad estaba en peligro mortal y no solo esta, de nuevo...su familia pagaba por lo retorcido de su mente y su propia falta de capacidad para mantenerlo bajo control. Detrás de esa puerta se hallaba la razón de Batgirl hubiera iniciado su camino a la desgracia.

—Bats...—Una voz, un llamado que lo regresaba a la realidad y obligaba mantener la ira debajo de su manto—...se lo que estas pensando, pero esto no es culpa tuya—Bruce no contestó. Barry, en su lado del transmisor, ingresaba a la mansión Wayne pasándose directamente a la baticueva—El chico me explico todo, desde el coma de su novia, hasta como se vio involucrado con ella...—Dijo sin importarle si Bruce lo ignoraba o no, pero estaba seguro de que lo escuchaba.

Me perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora