Capítulo 2.

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—¿De verdad me estás diciendo...–Ryan dejó la copa en la barra– que los chicos de One Direction y su equipo van a hospedarse en vuestro hotel y así ganáis de nuevo la fama que teníais antes?

—Básicamente eso parece. 

—Dios, Addy, es una oportunidad increíble. Las fans y prensa querrán instalarse ahí también y tendréis esos días petados de gente. No solo esos días, sino que eso ''llamará'' la atención y ganas de otras superestrellas que querrán también hospedarse allí y...estáis salvados. 

—¿Salvados de qué?– preguntó apareciendo de la nada un Dylan desaliñado y con el punto divertido ya encima. La cerveza de su mano llegaba a su fin, a sí que se puso entre Addy y Ryan y llamó al camarero apoyando su cuerpo en la barra. 

Addy hizo un gesto a Ryan para que no dijera nada. 

—De un nuevo nivel de...un videojuego.– trató de desviar Ryan. Addy llevó una mano a su cara de desesperación. 

—¿A sí? ¿De cual?–giró Dylan dirigiéndose a Addy. 

—Uno que...¿quién quiere bailar?– bajó Addy de su banqueta. 

—Me aaaaaabro – cantó Dylan despegándose de la barra con su cerveza yéndose a otro lado de la discoteca. 

—Qué imbécil.–rió Ryan. Miró a Addy y después arrastró la mirada al centro de la pista, invitándola a ir. 

—Vamos. 

Los dos bailaron hasta más no poder. Hoy no se encontraban los amigos más frecuentes del grupo, sólo había conocidos. Y Dylan, Ryan, y Addy, habían salido solos. Ryan y Addy se tenían a ambos, y Dylan iba a visitar a algunos conocidos y no tan desconocidos para hacer trapicheos con su negocio. 

Aquella noche ninguno quería quedarse hasta muy tarde, pues aunque no dependían de nadie para pasarlo bien y amanecer en la calle junto a desconocidos que se hacían conocidos, no estaban de mucha gana y además la noche anterior dieron demasiado. 

Sobre las tres y media de la mañana recorrían las calles dejándose cada uno en sus respectivos hogares. Dylan fue el primero en llegar a su casa. Ryan y Addy se despidieron de él mientras le dejaban atrás. Caminaron hasta la siguiente parada, que era la casa de Ryan. Cuando se encontraron de frente con ella, Ryan seguía caminando. 

—Ryan, ¿qué haces? 

—Es tarde. 

—Oh vamos para nosotros no es tarde. 

—Pero es tarde para los pedófilos y la gente loca que conduce al volante. Vamos. –regresó Ryan a por Addy y tirándola del brazo suavemente. 

Ella estaba parada junto a la valla de la casa de él. 

—No necesito que me acompañes. 

—Tu casa está a dos manzanas de aquí. Vaaaamos. 

Addy paró en seco y apartó su brazo. 

—No lo llames casa. 

Ryan la miró y se resintió. 

—Vamos Addy, yo no...

—Sabes que no me gusta que lo llamen así. –se cruzó ella de brazos y miró hacia el otro lado de la calle. 

—Perdóname de verdad. Lo siento, no sé lo que digo. 

—Pero sí lo que piensas, ¿no? 

—¿Qué? 

—Quieres ir al hotel para que puedas entrar conmigo a mi habitación y...

One More Night (One Direction) Una noche másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora