Una vez que terminé lave los platos y volví a subir, pero escuché a Harry hablando, y pronunciaba mi nombre.
—Ah claro, se llama Lucy Brown, tiene diecisiete y es hermosa —Y es hermosa. Es hermosa, ¿ES HERMOSA?
Un momento, el chico que me cuida y casi me besa, ¿Dijo que soy hermosa? Vaya...
Corrí a mi habitación y llamé por teléfono a mi mejor amiga, Kate.
— ¿hola? —Contestó el teléfono de inmediato.
— ¡Hola Kate! —Exclame feliz.
— ¡Lucy! ¿Que pasa?
— ¿Recuerdas que en la semana te conté que vendría un universitario a cuidarme? —Como es mi mejor amiga, le contaba absolutamente todo.
—Si, si me dijiste. ¿Que pasó?
— ¿Puedes venir mañana a mi casa? Necesito que lo conozcas.
—Lucy me estás asustando, ya dime que pasa mujer —Su voz sonaba algo impaciente.
—Dios mujer, no es nada malo, lo que pasa es que... Creo que olvidaré todo el plan de tratar de hacer que se vaya —Kate rió.
—Ayer me dijiste que lo ibas a odiar y molestar y ahora dices que abandonarás el plan. ¿Puedo saber a qué se debe ese cambio?
—Katherine —Odiaba que la llamara por su nombre completo —Es que es perfecto, y hoy estuvimos a punto de besarnos —Creo que enrojecí al decirle eso.
—Lucy Dios mío, ¡Que hago contigo, estás loca!
—Ya lo sé, y estoy confundida, hace un rato subí las escaleras y lo escuché decir que ‘soy hermosa’, y no sé si tratarlo bien o seguir siendo pesada. —Me puse a mirar una caja que había arriba de un mueble.
—Mira, ahora me tengo que ir, hablamos mañana, ¿si? Pensaré en algún otro plan, pero trata de no hablarle hasta mañana, y si lo haces, no lo trates tan mal. —Pensaría en algo, bien, amaba sus consejos —Nos vemos mañana, te quiero amiga.
—Hasta mañana, beso —Colgué.
Vi la hora y eran las cuatro, así que decidí dormir una siesta.
Me desperté gracias a mi celular, era un mensaje de texto de mi papá.
“Hija, llegamos bien. Recuerda que no puedes salir de fiesta, eh. Trata bien a Harry, te amamos mucho. -Papá”
A lo cual le respondí:
“No te preocupes, no haré nada, y todo bien acá, también los amo, beso.”
Luego me volví a fijar en la hora, eran las siete de la tarde, y vaya que dormí. Decidí levantarme ya que si seguía durmiendo no podría dormir en la noche. Tomé mi cabello en una cola de caballo y recordé la caja que estaba arriba del mueble. Me intrigaba saber que tenía adentro así que empecé a sacarla, y como no la alcanzaba me paré en putitas y traté de tirarla, pero la gravedad jugó en mi contra y todo se dio vuelta, la caja, libros, fotografías y más cajas. Todo por el suelo.
— ¿Que pasó acá? —Harry entró de golpe a mi habitación para ver que había pasado, ya que habían sonado muy fuerte las cosas que se habían caído — ¡Lucy! ¿Estás bien? ¿Que ocurrió?
— Quería sacar una caja y... y no la alcanzaba, así que la tiré y cayó todo al suelo—Después de escucharme y mirarme por unos segundos se agachó a recoger las cosas. Lo imité.
— ¿Y si no alcanzabas, por qué no me llamaste? —Tenía que admitirlo, Harry era considerablemente más alto que yo, hubiera sacado la caja en segundos — ¿O es esto parte de tu plan para que me vaya? —Harry rió.
—No seas idiota —Le dije, ya estábamos terminando de recoger las cosas y Harry se iba a levantar, pero se afirmó mal y cayó al suelo, arriba mío.
Estábamos en el suelo, los dos, y el estaba sobre mí, se acercaba cada vez más y de verdad que me ponía nerviosa.
