—Tu no me hables —Lucy salió del gimnasio, y soltó unas lágrimas que bajaron por su mejilla hasta perderse en el suelo.
—Lucy —Fue lo ultimo que dijo Harry, con voz débil.
Lucy se subió al auto sin dejar que Harry le abriera la puerta como él lo hacia siempre. No se hablaron, no se cruzaron miradas, no se tomaron de la mano y Lucy no se estiro a besarlo en cada semáforo como solía hacerlo siempre que iban en el auto. Ella estaba realmente enojada con Harry por lo que había hecho y no pensaba hablarle, por lo menos esta noche no. ¿Y su promesa de dormir juntos? No la cumpliría.
Lucy subió a su habitación y Harry la siguió.
—Supongo que no vas a dormir conmigo —Harry se puso en el umbral de la puerta y Lucy se sentó en una orilla de su cama.
No le respondió. Lo miro a los ojos y Harry tomo esa quebrada mirada como un no.
Se fue a su habitación y se tumbo en la cama hasta que sus ojos empezaron a cerrarse y cayo en un profundo sueño.
Al día siguiente Lucy se levanto más temprano y se fue sola, sin decirle nada a Harry.
Recordó que hoy debía ir a casa de Zayn así que pensó que iba a hacer.
¿Seguiría enojada con el quedando tan poco tiempo para su cumpleaños? ¿O lo perdonaría?
Pensó que estaba exagerando las cosas, había sido solo una pelea y de esas Jake había tenido miles anteriormente, pero lo que la hizo enojar fue que lo hicieron por una estupidez: ella
También estaba enojada con Jake, él fue el que empezó a provocar a Harry, y él había sido el más afectado. Harry era notoriamente mas fuerte que Jake, sabia que si lo provocaba terminaría así como quedo, pero estaba celoso, celoso de no ser el quien besaba y abrazaba a Lucy.
—Estoy mejor, no fue nada —Respondió Jake cuando Lucy le pregunto como estaba.
—Bueno, te ves mejor, me alegra de que no hayas tenido que ir al hospital —Bromeo Lucy.
— ¿Al hospital? Ese perro apenas ladraba.
—Deja de decir eso, Jake. Algún día si terminaras en el hospital, ahí te quiero ver.
—¡Lucy! —Exclamo alguien, era Zayn.
—Hola Zayn —Lucy saludo a Zayn con un beso en la cara.
—Vas a ir hoy, ¿verdad? —Pregunto Zayn sacándose las gafas de sol.
—Si claro, pero esperemos a mi amiga —Respondió Lucy mirando hacia la puerta de la escuela por si salía Kate.
—Que le dijiste a… —Zayn iba a hablar pero Jake lo interrumpió.
—Bueno, creo que me voy, nos vemos Lucy, adiós… tu —Jake beso la mejilla de Lucy y se fue.
—A Harry —Termino de decir Zayn.
—No le dije nada, anoche tuvimos un problema y no he hablado con el.
— ¿Qué? ¿Qué pasó? ¿No va a afectar el plan o si?
—No, no te preocupes, creo que ya se lo que voy a hacer. Ahí viene Kate, ya vamos.
Kate llegó al lado de Lucy, saludó a Zayn y cada uno se fue a su respectivo auto.
Zayn condujo unos cuantos minutos y Lucy iba detrás de él. Cuando Zayn se detuvo Lucy se dió cuenta que habían llegado. Se había memorizado todo el camino y quedaba cerca de su escuela así que sería fácil llegar el día del cumpleaños de Harry.
La casa de Zayn era grande, con un amplio patio hacia atrás donde Lucy supuso que harían la fiesta.
— Hola, soy Niall —Se presentó un chico rubio, alto y de ojos azules.
—Hola, soy Lucy — Saludó a Niall con un beso en la cara.
— Y yo soy Louis — Se acercó a ella y la saludó con un beso en la cara también.
— Mucho gustó —La castaña sonrió,(...)
El día del cumpleaños de Harry.
Lucy se levantó como siempre, se duchó, se vistió con unos jeans, polera café claro y botas cortas de un color parecido. También llevó una chaqueta de cuero algo más oscura que su polera, se arregló igual que siempre y bajó corriendo, no tomó desayuno ya que cuando iba a sacar jugo del refrigerador Harry venía bajando y ella seguía sin hablarle. Por dentro se moría por ir, haberlo despertado ella y darle un largo beso de “Feliz cumpleaños”, pero no, tenía que poner su plan en marcha.
Se subió a su auto y se dirigió a la escuela.
Harry había pasado todo el día en la casa de su madre compartiendo con ella y su familia, afortunadamente nadie le había preguntado nada acerca de Lucy, y lo prefería así.
Ella no había hablado con él en todo el día, no le había dicho feliz cumpleaños en la mañana ni le había dado un beso, no lo había llamado ni le había mandado algún mensaje, y el tampoco pensaba hacerlo. Pero se preguntaba, ¿Por qué no lo había perdonado? Lo que había hecho había sido algo que ambos, Harry y Jake, ya habían superado. Él trataba de hablarle, pero ella simplemente le daba la espalda.
Esperaba que hoy por lo menos le hablara, o cenara con él.
Lucy volvía a casa tras un día de escuela completamente estresante. Se moría de ganas de llamar a Harry y gritarle “Feliz cumpleaños” hasta quedar sin aliento.
Quería abrazarlo, besarlo, quería dormir con él esta noche.
Necesitaba sentir su calor por las noches, quería que él la abrazara cuando ella tuviera frío, quería sentirse segura en sus brazos. Extrañaba sus susurros en la oreja cuando le decían que ya era hora de levantarse, extrañaba también sus besos, desde su oreja hasta su clavícula, por el cuello y hasta su boca, donde rosaba delicadamente sus labios y la hacía estremecer hasta que sus labios se fundían en un profundo beso y sus lenguas, en una interminable guerra.
Lucy pensó todo el camino a casa cuánto extrañaba las caricias de Harry, cuando iba entrando a la residencia vio la inconfundible Chevrolet Captiva negra de Harry aparcar fuera de su casa, y decidió esperar a que el entrara.
Harry se bajó de la camioneta y Lucy lo observó detenidamente, llevaba unos jeans negros ajustados a sus musculosas piernas, botines estilo militar algo desabrochados y una blusa a cuadros roja desabotonada, encima de una polera de hilo blanco que definía perfectamente su torso, el cual la había acobijado durante varias noches, y conocía tan bien.
Aparcó ella fuera de la casa y entró.
Harry estaba en la cocina sirviéndose un vaso de jugo. Lucy pasó por la puerta de esta y lo miró por el rabillo del ojo. Las ganas de besarlo se avivaban, tuvo que morderse el labio inferior para poder contenerse y salir corriendo escaleras arriba.
Esperó toda la tarde hasta que el reloj marcó las siete, y recibió un mensaje de Zayn:
”Ya trae a tu Mery Poppins con buen culo”
Lucy rió.
Bajó y encontró a Harry viendo la TV, para ser más detallados, la sección de deportes del noticiario
Apagó la TV con el control y Harry la miró extrañado.
— Ven —. Lucy le estiró la mano a Harry y él la tomo, salieron de la casa y se subieron al auto.
Harry en el lugar del copiloto, y Lucy iba a ir conduciendo. Se vería extraño desde fuera ver a la mujer conduciendo, pero cuando llevas a tu «Más que amigo menos que novio» a una fiesta de cumpleaños sorpresa, no te importaba lo que pensaban los demás.