Cuarto beso fallido

426 116 8
                                    

Cuarto beso fallido

Entonces nos graduamos. La última vez que nos reunimos los cinco grandes amigos, llenamos nuestros corazones de buenos deseos y promesas. Luhan ya estaba en la universidad, y yo acudiría a la misma que él, así que... tampoco estaríamos tan separados. Jongdae y Jongin se apartaron por caminos diferentes, al igual que KyungSoo. Sin embargo, yo continuaba viéndolos seguido.

Por las mañanas, mi amor frustrado y yo tomábamos juntos el autobús, dependiendo de nuestros horarios, que para mi fortuna (o desgracia) solían coincidir. Hablábamos de tonterías, quizás con menos apego que cuando teníamos catorce. Cada quién en su asiento, sin invadir el del otro, inmersos en una amistad tibia que se enfría con el tiempo. Supe que se hallaba en una relación tormentosa, de ir y venir, con Jongin. Solía toparme con este último en la callecita pintoresca, cuando llegaba por las noches a hacer escándalos en estado etílico, buscando a su novio. Yo intenté calmarlo en más de una ocasión, recibiendo malas contestaciones e, incluso, empujones que amenazaban con transformarse en golpes.

Nuestra amistad se quebró.

Así fue que, a veces, mientras cenaba con mi familia, se escuchaban los gritos provenientes de la calle. Yo guardaba silencio, tomando el té. Y una vez encerrado en mi habitación, lloraba. Sin motivo específico, sin remedio. Ver a KyungSoo cogiendo el autobús, tan sereno, con un cardenal en el pómulo derecho, se convirtió en rutina. Escuchar a Luhan hablando en clase sobre un falso embarazo y matrimonio forzado, también. Y, caído el crepúsculo, hallar paz únicamente con Jongdae, quien se mantenía sano y bonachón incluso pasado el tiempo, era el mejor momento del día.

Una vez quedamos en vernos... porque, aunque todos se encontraban conmigo con frecuencia, no lo hacíamos los cinco juntos. Fuimos a una discoteca, ¿o acaso debería llamarle antro? Como fuera, bromeamos, reímos, cantamos. Y es que el panorama me parecía tan triste, incluso aunque en nuestros rostros solo se hallaran eufóricas sonrisas. Cada palmada en el hombro, chiste, mirada, era una llamada de auxilio. ¿Podemos volver a tener 15 años? ¿Podemos olvidarnos de esto?

Entonces bebí, por primera vez, sin contar el número de tragos.

Probablemente todos nos embriagamos.

Y ocurrió que, mientras Luhan y Jongdae iban por otra cerveza, escuché a Jongin susurrar palabras hirientes al oído de KyungSoo. Él, como acostumbrado, guardó silencio y continuó con la mirada baja. Yo me acerqué, en ausencia de su pareja, y solté todo lo que había guardado durante ocho años. Sé que fue culpa del alcohol, pero en ese momento las emociones fueron tan genuinas...

Que lo besé.

Sí, lo besé.

En medio de luces vertiginosas, brillando en todos los colores existentes, presioné mis labios contra los suyos. Fueron tres segundos, gloriosas gotitas perfumadas que escurrieron desde el cielo. Mi deseo se cumplió a medias; y digo a medias porque en ese instante llegó Jongin con el puño más apretado, iracundo y tembloroso que nunca, a batirme contra la pared.

Recuerdo haberme protegido con las manos, sonriendo pacíficamente, mientras lloraba. En ese instante no me importó ser pateado, tener el labio roto y un ojo (por momentos) muerto; decepcionar a mis otros amigos, dañar la reputación de mi amado o ser echado del local. Solo alcanzaba a pensar que KyungSoo, durante el último segundo, había abierto su boca. Y no podía saber si lo hizo por impresión, si pensaba empujarme y gritar o... acaso, debido a un precioso milagro, pretendía devolverme el beso. Dejarme entrar en él como tantas veces lo soñé.

Nuestra reunión terminó en desastre. Jongdae se encargó de curar mis heridas, así como darme asilo por esa única noche en su departamento.

Quizás el cuarto beso fallido no lo fue en el sentido estricto de la palabra. Había probado sus labios sabor licor, pude sonreír victorioso. Sin embargo, el lunes, él no estaba en la parada de autobús.

KyungSoo comenzó a evitarme.

Y yo a salir con un chico de mi universidad.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los cinco besos fallidos de Zhang Yixing | LaySooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora