Quinto beso fallido
Minseok es un chico encantador. Y no lo digo solo por haber sido su novio, es que en realidad lo es.
Cuando comenzamos a salir, él estaba consciente de mis sentimientos por aquel viejo amigo de quien tanto hablaba, que, si durante ocho años no había logrado superar, difícilmente lo haría entonces. Sin embargo, eso poco le importó. Tomó mi mano y alegró mis días durante el tiempo restante en la universidad y, por consiguiente, en Corea.
Incluso aunque una semana antes de partir terminamos nuestra relación sentimental, decidimos conservar nuestra amistad. Podría dedicarme páginas enteras a hablar sobre él, sobre el café matutino que aromatizaba su departamento completo, aquella sonrisa pícara que esbozaba mientras conducía la motocicleta que nos llevaba a la orilla del mar, su manía de morder el lápiz cuando reflexionaba muy a fondo las cosas; porque a su manera, fue el primer ser humano que logró enamorarme además de Do KyungSoo. No cambiaría por nada del mundo mis vivencias al lado del alegre y carismático Minseok.
Las despedidas fueron, como siempre, melancólicas. A Luhan-hyung lo vi por última vez siendo presionado por su esposa a terminar rápido los asuntos pendientes conmigo, afuera de su casa. Él sonrió, cansado, mirándome con un brillo aún más intenso en sus ojos que la última ocasión. Supongo que al tener una familia a quien proteger, era así.
Con Jongdae, nos recargamos en un puente a ver los autos pasar. Él portaba una chamarra de cuero, y chupaba distraído una paleta de caramelo azul. Su cabello volaba al ritmo del viento. La sonrisa, intacta, lo acompañó hasta el final. Acarició mi cabeza, y me llenó de bendiciones que, por supuesto, agradecí y devolví. Prometimos volvernos a encontrar.
A Jongin no lo volví a ver. Tampoco lo busqué. Sin embargo, le escribí una carta que sería responsabilidad suya tomar o tirar.
Por último, estuve muchas veces a punto de tocar el timbre de la casita azul. Mas no me atrevía, creía que no podría soportar su muy probable rechazo. Sin embargo, para mi sorpresa, justo la mañana en que mi familia y yo salimos con las maletas, KyungSoo me esperaba con esa calma suya tan característica. Sentado en el quicio, portando una camisa blanca. Pedí a mis padres un momento a solas.
Despacio, dando pasos pequeños, se acercó a mí. Dijo:
—Jongdae me lo ha contado ya. Que te vas.
—Sí.
—Yo... he venido entonces a despedirme. Toma. —Tras de sí, escondía una pequeña caja, que me tendió con el pulso tembloroso—. No pensabas irte sin verme por última vez, ¿verdad?
—KyungSoo —sonreí, tomando con delicadeza de las pálidas manos el regalo—. ¿Por qué dices ese tipo de cosas? Espero venir cada año. No es un hasta nunca, es hasta luego.
—Tienes razón, es solo que...
Sus ojos, llenos de lágrimas, se desbordaron en ese instante. Y yo me pregunté, ¿qué sentimientos se albergarían en su corazón? ¿Qué tipo de pensamientos le hicieron llover, avergonzada nube, ante mí? Conmovido, tomé su brazo y lo sostuve contra mi pecho.
—Eres mi mejor amigo, sin importar las circunstancias... y lo sabes —susurré admirando al cielo y a los tejados con él, para no dejarme llevar—. No llores. No pienses.
—¡Es que Jongin me dijo que...!
—Shhhh... desecha los malos recuerdos, mantén los buenos, ¿de acuerdo? —tomándolo de los hombros, deshice el cálido lazo—. Cuida a Kimchi, que ya es un anciano, y también a tus padres.
Con el pulgar, limpié una lágrima fugitiva, mientras el chico asentía con euforia. Le tomé de la barbilla, y me acerqué con intenciones de un beso. Él cerró los ojos, asustado, soltando un chillido que me hizo arrepentir. Suspiré. Esto es así, ¿verdad? Un beso en la mejilla fue mi último regalo antes de partir a China, nuevamente.
En el auto, nos despedimos con la mano.
Recuerdo su mirada, los labios que aprisionan palabras. De alguna manera, incluso hoy, me parece que KyungSoo calló alguna frase, una confesión. Quizás sea solo mi necia imaginación, pero... tal vez, a veces... me gusta pensar... que él también me quiso.
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Los cinco besos fallidos de Zhang Yixing | LaySoo
FanfictionInfluido por las novelas románticas, Zhang Yixing crece con la idea de que un beso es el momento más importante en la vida de un enamorado. Siendo que suspira por su vecino y mejor amigo, Do KyungSoo, cinco veces intenta probar sus labios. Sin embar...