Pretty Boy

Atracción carnal

Sarah.

A veces me cae tan mal Elinor. Es mi amiga, pero es tan santurrona en ocasiones. Por eso está con Alex, los dos son igual de amargados. Alex también es bastante sexy, pero siempre se notó lo enamorado que estaba de Elinor, a veces no entiendo como es que ella conquista a todas las personas que la rodean, la tienen en un altar como si fuera una santa. Por favor...

No le quise decir a Elinor sobre Ron, es capaz de volverme a sermonear y más porque lo quiere como si fuera su padre.

Ronnie se me acercó entregándome mi brassiere algo avergonzado.

–Disculpame Sarah, pero dejaste esto en mi habitación.
–Puedes quedartelo sin compromiso.

Traía el vestido sin brassiere, lo abracé del cuello pegando mi pecho con el suyo, pero me apartó de forma brusca.

Ron.

Esta mujer es muy intensa, tiene bastante busto para lo delgada que está, la aparté en seguida, no entiendo porque hace esto, que es lo que quiere de mi.

–Sarah, ¿Por qué te me has insinuado tanto? ¿No se supone que Nick es tu amante?
–¿Estas celoso de Nick? Aww, que tierno, prometo ser solo tuya.

Comenzó a bajarse la tanga que traía debajo y la detuve.

–No hagas esto, apenas si te conozco, no quiero ninguno de tus servicios.

Sarah.

Ese comentario me molestó muchísimo, yo jamás he sido una prostituta y menos de un anciano.

–¿Qué dijiste! No soy una prostituta.
–Peor aun, te estás portando como una. Yo ya te dije que no quiero tener nada contigo. Tener sexo contigo sería como tener sexo con Elinor.
–No me la menciones. Ella me matará si sabe algo de esto.
–No te preocupes, no diré nada al respecto pero quiero que dejes de comportarte así conmigo.
–Esta bien.

Por suerte el pasillo estaba vacío, Ron es el primer hombre que se me resiste, está haciendo que mi fantasía sexual con un anciano sea imposible. Tal vez debería intentarlo con su hermano.

Nick.

Sarah seguía molesta conmigo, debería vistarla en su remolque y darle una sorpresa.
Con Sarah mi vida toma otro rumbo, hasta sería capaz de vivir con ella, a esa borrachera fue lo mejor que me pudo pasar, todo sería fácil si no estuviera casado y no tuviera un hijo.

Toqué a su remolque y me abrió Sarah algo molesta.

–¿Que quieres?
–Hacerte mía, no me gusta que estés molesta conmigo.

Cerré la puerta de la casa rodante y la llevé a su cama.

Sarah.

Pensaba poner resistencia, pero lo dijo tan sensual y me agarró con una fuerza, que no lo detuve.
Sus manos acariciaron mis piernas hasta retirar mi tanga, jugaba con mi lengua todo el tiempo, se fue retirando la camisa y pasé mis manos por su pecho, le retiré el pantalón y el bóxer de Nick, su pene estaba tan erecto, me encanta provocar esas cosas en Nick.

–Nick, ¿Qué vas a hacerme esta ocasión?
–Lo que a mi me plazca.

Retiró mi vestido y me fue dejando chupetones en el pecho.

Nick.

Me encantan sus pechos, son tan grandes, redondos y rosados de sus pezones. Su cara de excitación me decía lo mucho que deseaba que estuviera dentro de ella.
Metí mi miembro erecto en su vagina, comencé de forma suave y cada vez era mucho más rápido.

–Oh Nick. No te detengas. Ahhhhhh.

Esa mujer es sensual hasta cuando gime mi nombre. Sus enormes pechos rebotaban más rápido. Sarah tuvo su orgasmo un poco más rápido de lo normal.

Sarah.

Cuando terminamos de tener sexo, Nick se acostó junto a mi, lo noté un poco agitado. Me pregunto si el algún día dejará a Manuela y a su hijo por mi.

–Pretty boy...
–Dime pantera
–¿Estás dispuesto a darlo todo por mi?
–Por supuesto que sí, Sarah.
–¿Serias capaz de cambiar a tu familia por mi?

La sonrisa de Nick desapareció y se quedó callado un largo rato.

Nick.

Tal vez a Manuela la he dejado de querer como antes desde que conocí a Sarah, pero Vitto no podría dejar a mi hijo.

–Sarah, lo que me pides es muy difícil.
–Nick, yo no puedo vivir tranquila con el temor de que Manuela nos descubra y te haga algo malo.
–No va a pasar nada. Yo te voy a proteger de lo que te quiera hacer Manuela. Me tengo que ir, descansa Sarah.

Siempre he estado consiente de que lo nuestro no puede funcionar porque es una aventura, pero creo que me estoy aferrando a ella.
Ella es un simple deseo carnal, tienes que dejarlo ir, Nick.