Era una noche fría en Hogwarts pero a Hermione eso no le importaba, estaba en la torre de astronomía estudiando las estrellas bajo la nieve. Se estaba congelando pero tenía que aprobar y suspender sería su perdición.
No le gustaba estar sola allí, bajo la noche y aunque no lo pareciera a Hermione le daba miedo la oscuridad, pero si suspendía sus padres la mandarían a un colegio muggle y perder la magia ahora mismo la asustaba más que la oscuridad.Aunque ella no se daba cuenta también otra persona estaba detrás suya, aquel rubio no podía dormir, la culpa de aquello era de su padre pues le dijo demasiadas cosas que debería haberse callado y eso para un chico medio mortifago no era bueno, y menos para él, Draco llevaba muy mal sus sentimientos, llevaba muy mal la vuelta del señor tenebroso, llevaba muy mal que su padre pensara que era lo mejor para él, llevaba muy mal que su padre decidiera por él y él a todo esto solo podía resignarse pero por lo menos le quedaba observar a la castaña. Le fascinaba aquella chica y aunque le habían comprometido con Greengrass él solo la quería a ella. Ella era su todo.
Se acercó despacio por detrás de ella y se sentó a su lado.
-¿Como tú por aquí Granger? -dijo muy cerca de su oído.
La castaña se sobresaltó al notar ese aliento frío en su cuello y se estremeció, aunque en el fondo le gustaba.
-¿Qué haces aquí Malfoy?-dijo con rapidez.
El rubio sonrió y tocó su cuello con sus dedos fríos.
-No evites mi pregunta Granger, yo pregunté primero - susurró echando el aliento frío en su cuello.
-¿Y como es que al gran Malfoy le interesa lo que yo haga? -dijo suspicaz.
-Hmm, solo buscaba una buena opción para quitarle puntos a tu casa - mintió el rubio ocultando sus nervios con una falsa sonrisa. Al fin y al cabo la castaña le había ganado, era cierto lo que ella preguntaba, y había conseguido poner nervioso al rubio.
-¿Seguro que es por eso Draco? te noto nervioso - dijo la castaña pasando por detrás del rubio y rozando su cuello con su pelo para susurrarle en la oreja como segundos antes había hecho el rubio.
El hurón platinado no pudo soportarlo cuando la castaña hizo eso y sin pensarlo dos veces se giró y la tomó por la cintura pegándola a él a la vez que unía sus labios a los de ella.
La castaña, sorprendida por el acto del platinado, se quedó parada, más no por mucho tiempo porque a los cinco segundos, ambos estaban besándose con dulzura como si no existiera un mañana. Ambos lo estaban disfrutando, o por lo menos hasta que la castaña escuchó su nombre por detrás de ellos.
-¿Hermione? - se escuchó de fondo. Aquella voz rota y furiosa perteneciente al pelirrojo había sonado detrás de ellos. Y no solo eso, a los pocos segundos el pelirrojo estaba en frente de Hermione mirándola con desprecio.
- ¿Como pudiste con esa asquerosa serpiente? - dijo el pelirrojo lleno de rabia.
-Ahora estoy de acuerdo con Malfoy, asquerosa sangresucia - escupió el pelirrojo apenas sin pensarlo.
Aquellas palabras rompieron el corazón de la castaña que rompió a llorar y salió corriendo de aquel lugar dejándolos solos a ambos.
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Volví bb's, aquí os dejo el Dramione y me voy alejando lentamente.
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